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El sexo es una parte importante de estar en una relación, pero ciertos tipos de cirugía pueden ocasionar el desarrollo de problemas sexuales. El manejo de estos problemas puede involucrar varias terapias, tratamientos o dispositivos diferentes, o bien una combinación de ellos. La consejería también puede ser útil.
La información a continuación describe problemas sexuales comunes que puede experimentar una mujer adulta que se somete a determinados tipos de cirugía debido al cáncer. Consulte Sobre el cáncer para más información acerca de los efectos que tiene la terapia hormonal en los tipos específicos de cánceres.
Si usted es una persona transgénero, hable con su equipo de atención médica sobre cualquier necesidad que no sea abordada en este artículo .
Es muy importante que hable sobre qué debe esperar y que siga expresándose sobre lo que está cambiando o lo que ha cambiado en su vida sexual en tanto pasa por procedimientos, tratamientos y cuidados de seguimiento. No dé por sentado que su médico o enfermera preguntará sobre cualquier preocupación que tenga referente a la sexualidad. Recuerde, si no saben sobre un problema que está teniendo, no pueden ayudarle a manejarlo.
Muchos órganos diferentes pueden estar involucrados en una cirugía pélvica contra el cáncer. A continuación se provee información sobre algunos de los tipos más comunes de cirugía usados para tratar ciertos cánceres y las maneras en que pueden impactar la vida sexual.
La histerectomía radical se realiza para tratar algunos cánceres de cuello uterino y algunos cánceres de endometrio (útero) que se han propagado al cuello uterino. El cirujano extrae el útero y los ligamentos (fibras de tejidos) que lo sostienen en su lugar. También se extirpa el cuello uterino junto con alrededor de una a dos pulgadas de la vagina en torno al cuello uterino. En una histerectomía que se hace para tratar el cáncer uterino o el cáncer ovárico se extirpa menos tejido.
Después de extraer el cuello uterino, el cirujano sutura la vagina en la parte superior. Durante la cicatrización, algo de fluido suele supurar de la vagina. La parte superior de ésta pronto se cierra y el tejido cicatrizado se convierte en un tubo cerrado. Contrario a lo que muchas mujeres temen, la vagina no se convierte en un túnel abierto en la pelvis.
Dependiendo de la edad, etapa de la vida y preferencias de la mujer, el cirujano puede dejar un ovario o parte del mismo durante una histerectomía. Para las mujeres que aún no han comenzado la menopausia, dejar un ovario puede producir suficientes hormonas para ayudar a prevenir la menopausia prematura. Tras una histerectomía, una mujer no tendrá menstruaciones ni podrá sostener un embarazo debido a que su útero ha sido extraído.
El equipo de atención médica puede ayudar a evaluar los riesgos y beneficios de extirpar uno o ambos ovarios.
Una histerectomía radical puede afectar la capacidad de una mujer en pasar la orina mientras los nervios en los tejidos de alrededor del útero se están recuperando después de la cirugía. Puede que algunos médicos dejen un catéter en la vejiga por algunos días tras la cirugía para reducir los problemas urinarios. En algunos casos, puede haber efectos a largo plazo sobre la función de la vejiga y se pueden ofrecer diferentes opciones para ayudar a manejar esto.
La histerectomía acorta la vagina y puede causar entumecimiento en el área genital. Esto puede afectar la vida sexual de una mujer.
En algunos casos, el cáncer causa dolor o sangrado con el sexo vaginal. Una histerectomía puede ayudar a detener estos síntomas, y puede mejorar la vida sexual de la mujer después de la cirugía. La vagina puede acortarse después de la cirugía, y es importante que la vagina tenga humedad para permitir que los tejidos se extiendan y se muevan.
Los problemas de tipo sexual son propensos a ser algo peores y durar más para las mujeres que fueron sometidas a radiación pélvica junto con la histerectomía radical. Consulte La radiación pélvica puede afectar la vida sexual de una mujer para más información.
La cistectomía radical se realiza para tratar algunos cánceres de vejiga. El cirujano extirpa la vejiga, el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino, la pared frontal de la vagina y la uretra.
Esta cirugía suele afectar la vida sexual de una mujer, pero a veces se pueden hacer algunas cosas durante la cirugía para ayudar a preservar la función sexual femenina (véase información más adelante).
Con la cistectomía radical a menudo se extirpa la mitad de la vagina, pero la penetración aún sigue siendo posible. Los cirujanos a veces reconstruyen la vagina con un injerto de piel. Más comúnmente, usan el resto de la pared trasera de la vagina para reconstruir el conducto vaginal. Existen ventajas y desventajas con ambos tipos de reconstrucción vaginal.
Si la profundidad de la vagina es más corta debido a que no se hizo una reconstrucción vaginal, puede que aun sea posible disfrutar de la actividad sexual. Hay ciertas posiciones durante el sexo, como cuando ambos en una pareja están sobre sus costados uno frente al otro, o cuando la mujer está encima, con lo cual se logra limitar la profundidad en la penetración.
Muchas mujeres cuya pared frontal de la vagina les ha sido extirpada como parte de una cistectomía, reportan que esto tuvo un efecto menor o nulo sobre su capacidad orgásmica. Sin embargo, otras afirman una menor capacidad para lograr el orgasmo. Al extraer la parte frontal de la vagina, es fácil que resulten dañadas dos concentraciones de terminales nerviosas que van a lo largo de cada lado de la vagina. Hable con su doctor sobre la cirugía que se ha planeado y pregunte si estos nervios pueden ser conservados (quedar en su lugar) durante la cirugía. De ser así, esto puede ayudar a que sus probabilidades de lograr el orgasmo después de la cirugía sean mayores.
Otro problema posible que puede suceder durante la cistectomía radical es que el cirujano extraiga el extremo de la uretra que desemboca fuera del cuerpo. Esto puede hacer que el clítoris pierda una buena parte de su suministro de sangre, lo cual puede que afecte ciertas partes de la excitación sexual. (Recuerde que, como el pene, el clítoris se llena de sangre cuando una mujer está excitada). Hable con su cirujano sobre si el extremo de la uretra puede preservarse, y también de cómo esto puede afectar las probabilidades de una función normal del clítoris. No siempre es necesario extirpar el extremo de la uretra como parte de la cirugía contra el cáncer de vejiga.
Las personas que se han sometido a una cistectomía radical también se someterán a una ostomía o necesitarán una cirugía reconstructiva. Una ostomía es una abertura en el abdomen de la mujer por donde pasan y se eliminan los desechos del cuerpo. Este tipo de ostomía se llama urostomía. Esta es una manera de permitir que la orina salga del cuerpo después de remover la vejiga. La orina fluye a través de la urostomía en una bolsa de plástico pegada a la piel alrededor de la ostomía. Algunas personas cuentan ya con ostomías continentes que permanecen secas y se vacían mediante un catéter. También hay una manera de enviar la orina de regreso a la uretra creando una nueva vejiga a partir de una parte del intestino (llamada neovejiga).
Para más información sobre estos métodos reconstructivos, consulte Cirugía para el cáncer de vejiga.
La resección abdominoperineal es un tipo de cirugía que se puede emplear para tratar el cáncer de colon. Se extirpan el colon y el recto, y se hace una colostomía para que las heces fecales puedan salir del cuerpo. En ocasiones, el útero, los ovarios y hasta la pared trasera de la vagina deben extraerse también. El resto del conducto vaginal debe luego repararse con injertos de piel o con un colgajo hecho de piel y músculo.
La resección abdominoperineal no daña los nervios que controlan la sensación en los genitales de la mujer y le permiten lograr el orgasmo. Puede que algunas mujeres presenten resequedad vaginal, especialmente si les fueron extraídos sus ovarios. De ser así, puede usarse un gel lubricante con base de agua que ayude a que la penetración sea más cómoda.
El sexo con ciertas posiciones puede resultar incómodo o hasta doloroso. Sin el recto, la vagina se cicatriza. Puede que necesite intentar varias posiciones para determinar cuál(es) resulta(n) más adecuada(s).
Para sugerencias sobre cómo manejar una ostomía durante el sexo, consulte urostomía, colostomía o ileostomía en Cómo manejar los problemas sexuales femeninos relacionados con el cáncer.
El cáncer de vulva a veces requiere tratarse con la extirpación parcial o completa de la vulva. A esta operación se le conoce como vulvectomía.
Tras la extirpación parcial o completa de la vulva, la mujer a menudo siente malestar al usar pantalones ajustados porque la protección que se tenía alrededor de la abertura uretral y vaginal ya no está. El área alrededor de la vagina también lucirá muy diferente.
Las mujeres a menudo temen que sus parejas se desilusionen por la cicatriz y la pérdida de los órganos genitales externos, especialmente si gustaban de la estimulación oral como parte del acto sexual. Puede que algunas mujeres tengan la oportunidad de someterse a la cirugía reconstructiva para rehacer los labios internos y externos de los genitales. Esto puede que ayude con el aspecto de la vulva, pero la sensación será diferente.
Al tocar el área alrededor de la vagina, y especialmente la uretra, una caricia suave y el uso de lubricante puede ayudar a prevenir una dolorosa irritación. El área alrededor de la cicatriz puede estar entumecida. Si el tejido cicatricial estrecha la entrada vaginal, puede que la penetración resulte dolorosa. Los dilatadores vaginales pueden a veces ser útiles en estirar la abertura. Cuando la cicatrización es severa, puede que el cirujano use injertos de piel para extender la entrada. Los humectantes vaginales sobre el área externa genital también pueden ser muy útiles y fomentar la comodidad.
Cuando los ganglios linfáticos en el área de la ingle son extirpados, puede haber hinchazón en la región de los genitales o las piernas. Aunque esta hinchazón puede que desaparezca tras la cirugía, también puede convertirse en un problema de larga duración. Esta afección, conocida como linfedema, puede causar dolor, una sensación de pesadez y cansancio. También puede ser problemática durante el sexo. Las parejas deberán hablar sobre estos temas y decidir cuáles soluciones serán las más adecuadas.
Las mujeres que se han sometido a una vulvectomía pueden tener problemas para lograr un orgasmo. Depende de cuánto de la vulva ha sido eliminado. Los genitales externos, especialmente el clítoris, contribuyen gran parte al placer sexual en la mujer. Si la cirugía ha extirpado el clítoris y la parte inferior de la vagina, entonces los orgasmos pueden no ser posibles y podría haber entumecimiento.
La exenteración pélvica es la cirugía pélvica de mayor alcance y complejidad. Se utiliza más a menudo cuando el cáncer de cuello uterino o de recto ha reaparecido en la pelvis después del tratamiento.
En esta cirugía, el útero, el cuello uterino, los ovarios, las trompas de Falopio, la vagina, y en ocasiones la vejiga, uretra y/o el recto son extirpados. Si se extirpa la vejiga, la uretra y el recto, esta cirugía se llama exenteración pélvica total (será necesario crear una urostomía para la orina y otra ostomía para las heces). Por lo general se hace una reconstrucción de la vagina. (Lea información más adelante).
La hinchazón en las piernas (llamada linfedema) a largo plazo puede ser un problema tras esta cirugía. Comuníquese con nosotros (800-227-2345) para aprender más acerca de este asunto, y de lo que puede hacer para ayudar a prevenirlo o tratarlo.
Debido a que la exenteración pélvica es una cirugía de gran magnitud, algunos centros de tratamiento contra el cáncer ofrecen sesiones de orientación antes de la cirugía para ayudar a que la mujer se prepare para los cambios que ocurrirán en su cuerpo y su vida.
Debido a que el procedimiento quirúrgico detallado puede variar de una persona a otra, puede que sea útil hablar con el cirujano sobre el alcance completo que tendrá su cirugía antes de someterse a ella. Pregunte acerca de qué puede esperar tras la cirugía respecto a la función sexual, incluyendo el orgasmo.
Si se extirpa solo la mitad de la vagina, la penetración aún sigue siendo posible. Sin embargo, la penetración vaginal en una vagina estrecha puede ser dolorosa en un comienzo. Este es especialmente el caso si la mujer ha recibido radiación, lo cual puede hacer que las paredes vaginales se vuelvan rígidas. La penetración es más fácil cuando la vagina es más corta y ancha, aunque el movimiento puede que resulte extraño debido a la falta de profundidad. Los cirujanos tratan de conservar tanto como sea posible la pared frontal de la vagina para ayudar a aminorar este problema.
En algunos casos, debe extirparse la vagina en su mayor parte o por completo, como parte de la cirugía contra el cáncer, aunque es posible reconstruir una vagina con el tejido de alguna otra parte del cuerpo. Una neovagina (vagina nueva) puede ser creada quirúrgicamente a partir de la piel, o usando músculo y piel de otras partes del cuerpo. La nueva vagina posibilita el sexo vaginal en la mujer.
Cuando se hace una reparación vaginal con injertos de piel, la mujer debe usar un dilatador vaginal. Este dilatador es un molde especial o tubo que se usa dentro de la vagina para mantenerla estirada. Después de cierto tiempo, el uso de un dilatador para estirar la vagina por unos minutos cada día o la penetración vaginal regular durante el sexo puede ayudar a mantener la vagina abierta. Este puede convertirse en una rutina para toda la vida porque sin estiramiento frecuente, la neovagina puede encogerse, cicatrizarse o cerrarse.
Existen otras formas de reconstrucción vaginal mediante el uso de músculo y piel de otras partes del cuerpo.
Una vagina recreada con músculo e injertos de piel produce poco o nada de lubricación natural durante la excitación sexual. Se requerirá la aplicación de gel lubricante dentro de la vagina para el sexo. Si había vello en la piel que se extrajo para realizar el injerto, puede que aún queden algunos de los vellos pequeños dentro de la vagina. Durante el sexo con una vagina reconstruida, puede que la mujer sienta como si la parte de donde provino el injerto de la piel estuviera siendo frotada. Esto se debe a que las paredes de la vagina todavía están conectadas a su inervación original. Con el tiempo, estas sensaciones podrán interferir menos, y hasta puede que se hagan sexualmente estimulantes.
Una vagina natural cuenta con su propio sistema natural de limpieza. Puede drenar los fluidos al exterior junto con cualquier residuo de células muertas. La vagina reconstruida no puede hacer esto y necesita asearse con el uso de duchas vaginales para la prevención de secreciones y olores. Un médico o enfermera puede asesorar sobre la frecuencia y el tipo de duchas a ser utilizadas.
Tras la reconstrucción vaginal, las parejas requieren intentar nuevas posturas sexuales para encontrar la más adecuada. Puede que ocurra un leve sangrado o “manchado sanguinolento” tras la penetración, lo cual no es causa para alarmarse, pero un sangrado más abundante o copioso deberá ser revisado por su equipo de atención contra el cáncer.
Se ha reportado una relación entre las cirugías de extirpación total o parcial del seno (mastectomía) o de conservación del seno (tumorectomía), y los problemas en la vida sexual de la mujer. La pérdida de un seno puede ser muy traumatizante. Algunas mujeres pierden ambos senos. A veces se necesita terapia hormonal u otro tratamiento, y los efectos de estos tratamientos podrían contribuir a los problemas sexuales debido a la pérdida de un seno.
La cirugía contra el cáncer de seno puede interferir con el placer que surge de las caricias a los senos. Tras la mastectomía, todo el seno es extirpado y hay una pérdida de sensación o sensibilidad. Algunas mujeres aún disfrutan las caricias alrededor del área de la cicatriz que ya ha sanado. A otras les disgusta que les toquen esa área, y es posible que ya no disfruten que se les toque el seno y el pezón restantes.
Algunas mujeres que se han sometido a una mastectomía se sienten cohibidas de colocarse en la posición superior (encima) durante el acto sexual. Esta posición hace que sea fácil notar la ausencia del seno. Algunas mujeres que han tenido una mastectomía portan un camisón o simplemente un sostén con la prótesis durante la actividad sexual. Otras mujeres encuentran las prótesis estorbosas durante el sexo. Una mujer puede optar por la reconstrucción del seno. Esta cirugía restaura la forma y el tamaño del seno. Esto puede ayudar a que una mujer disfrute más del sexo debido a que puede contribuir a que se sienta más plena y atractiva. Pero puede que no le devuelva por completo la sensibilidad física del placer que solía tener en el seno con el contacto físico.
Si en la cirugía sólo se extirpó el tumor (cirugía con conservación del seno: mastectomía segmentaria o tumorectomía) y fue seguida por tratamiento con radiación, es posible que el seno tenga cicatrices. También puede que tenga una forma, sensación o tamaño diferente. Mientras recibe radiación, puede que la piel se enrojezca e hinche. El seno también puede estar hipersensible o doloroso en algunos lugares. A medida que pasa el tiempo, algunas mujeres puede que presenten adormecimiento en algunas áreas o disminución de la sensibilidad cerca de la cicatriz de la cirugía.
Para obtener más información sobre los problemas físicos relacionados con la cirugía del cáncer y la sexualidad, y cómo hablar con el equipo de atención médica al respecto, consulte Cómo manejar los problemas sexuales femeninos relacionados con el cáncer.
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Actualización más reciente: febrero 6, 2020
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