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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
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COVID-19 es el nombre de la enfermedad causada por un tipo más reciente de coronavirus reportado en China en diciembre de 2019 por primera vez. Este coronavirus es denominado "SARS-CoV-2".
Los coronavirus conforman una familia de virus que pueden causar resfriados comunes, así como afecciones respiratorias de mayor gravedad tal como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS).
Con el transcurso del tiempo, los virus como el causante de COVID-19 puede mutar, lo cual puede resultar en el surgimiento de nuevas variantes del virus. Estas variantes podrían presentar ligeras diferencias con respecto al virus origina, por ejemplo podrían ser más fáciles de contagiar o más resistentes ante algunos tratamientos (o vacunas contra COVID-19).
Varias variantes recientes han surgido desde que inició la pandemia, y es muy probabe que nuevas variantes surjan más adelante.
Para consultar la información más actual sobre las variantes de COVID-19, visite el sitio web de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/variants/index.html.
Según los CDC, el COVID-19 se propaga cuando una persona con la infección exhala en su respiración diminutas gotas que contienen partículas del virus presentes en el rocío respiratorio. Luego, este rocío con el virus puede ser respirado por los demás, o bien, podría caer en la boca, la nariz o los ojos de las personas alrededor. Las superficies también se contaminan al tener contacto con el virus. Otra persona podría contagiarse al respirar estas partículas o al tocar superficies contaminadas con sus manos que posteriormente se lleva al rostro facilitando la infección a través de los ojos, la nariz y la boca.
Es importante saber que cualquier persona con COVID-19 puede contagiar y diseminar la enfermedad a otros, incluso sin tener síntomas.
Para más información refiérase al sitio de los CDC enhttps://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/how-covid-spreads.html.
Las personas con COVID-19 pueden presentar una amplia variedad de síntomas que pueden ser de ligeros a graves (y en algunas personas puede que no surja síntoma alguno). Los síntomas pueden aparecer de 2 a 14 días posteriores a su exposición al virus. Los síntomas más comunes de COVID-19 son:
El COVID-19 en ocasiones también puede generar síntomas y señales de gravedad que requieren atenderse con tratamiento médico de inmediato.
Por lo general el COVID-19 no afecta a las niños tan fuerte como lo hace en las personas adultas, pero también son susceptibles a contagiarse y a enfermar gravemente.
Tanto niños y adultos que tengan cierta afecciones en su estado de salud están a un mayor riesgo de desarrollar síntomas de gravedad al infectare con COVID-19.
Para más información sobre los posibles síntomas de COVID-19, refiérase al CDC enhttps://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/symptoms-testing/symptoms.html
Algunas personas que tuvieron COVID-19 podrían presentar efectos a largo plazo. Estos podrían conformar lo que se denomina como afecciones post-COVID, COVID a largo plazo o COVID crónico.
Entre los síntomas más comunes que surgen a largo plazo se incluye:
Estos síntomas podrían perdurar por semanas, algunos meses o incluso más tiempo.
Las personas que se hayan inmunizado con las vacunas contra COVID-19 podrían ser menos propensas a tener los efectos de COVID-19 a largo plazo en comparación con las personas no vacunadas.
Para más información, refiérase a los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/long-term-effects/index.html.
Algunas personas con cáncer presentan un incremento en su riesgo de enfermedad grave al contagiarse con COVID-19, lo cual se debe a un sistema inmunológico que resulta de haber tenido cáncer y sus tratamientos. Las personas que recibieron tratamiento contra el cáncer en el pasado (especialmente si esto ocurrió hace varios años) son más propensas a haber recuperado una función normal en su sistema inmunológico. Pero esto situación es individual y varía en cada persona. Algunos factores como el tipo de cáncer que la personas tiene (o tuvo) y los tipos de tratamiento que reciben (o recibieron), entre otras cosas detalladas más adelante podrían influir en el riesgo de enfermar gravemente al contagiarse con COVID-19.
Los médicos aún están investigando sobre los riesgos del contagio con COVID-19 para las personas con cáncer. Pero mientras tanto, es muy importante que la gente con cáncer tome las medidas que se mencionan a continuación para reducir su riesgo. Esto es especialmente el caso para las personas con los tipos de cáncer de la sangre (tal como la leucemia y el linfoma) y quienes estén recibiendo quimioterapia, ciclos extensos de tratamiento con corticoesteroides, ciertos tipos de inmunoterapia o trasplantes de células madre o de médula ósea, dado que como resultado sus sistemas inmunitarios pueden encontrarse gravemente debilitados.
Según los CDC, algunas personas con cáncer podrían también presentar otros factores que pueden aumentar su riesgo de enfermar gravemente al contagiarse con COVDI-19, como:
Debido a que cada situación varía por ser individual, es importante que la gente que haya tenido cáncer, ya sea que se encuentre en tratamiento o ya lo finalizó, que consulten con su médico familiarizado con su caso sobre su situación.
Según los CDC, hay varias medidas que usted puede tomar que ayudan a reducir el riesgo que usted y otras personas tienen de contagiarse.
Las vacunas conforman la principal manera disponible de ayudar a protegerse contra COVID-19. Los CDC recomiendan que todos a partir de los 6 meses se mantengan al día con sus vacunas contra COVID-19, incluyendo las dosis de refuerzo según corresponda a su edad. Esto es especialmente importante para personas con un incremento en su riesgo de enfermar gravemente a raíz del contagio con COVID-19, lo cual incluye a quienes tienen o tuvieron cáncer. Para más información sobre las vacunas, incluyendo los diferentes tipos y programación de dosis, refiérase al contenido sobre vacunas contra COVID-19 en personas con cáncer.
Vacunarse y tomar medicamento preventivo puede ser útil en reducir su riesgo, pero esto no conforma una protección completa. La gente que esté al día con sus vacunas contra COVID-19 y que tengan o tuvieron COVID-19, aún son susceptibles a la infección con COVID-19.
Otras medidas que pueden ser útiles para reducir su riesgo de infección con COVID-19:
Lo que podría ser recomendable depende de factores individuales, como un debilitamiento en la función inmunitaria (u otros factores de riesgo de enfermar gravemente de la infección con el virus) y cuán prevalente sean los índices de contagio en su comunidad.
Los CDC llevan un seguimiento a nivel comunitario de COVID-19 clasificando cuán crítica (nivel bajo, medio o alto) es la situación en cada condado, lo cual puede resultar útil al tomar decisiones en donde esta información resulte relevante.
Para más información sobre COVID en su comunidad, y el riesgo que esto puede representar, refiérase a los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/your-health/covid-by-county.html.
Tenga en cuenta que la situación es diferente para cada persona, incluyendo la manera en que cada persona suele sobrellevar el riesgo. En caso de tener o haber tenido cáncer, o si está cuidando de alguien en tales circunstancia, consulte con los profesionales a cargo de la atención médica sobre lo indicado para su caso en particular.
Si usted considera que podría haberse expuesto al contagio con COVID-19, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan hacer una prueba de COVID-19, pero para esto hay que esperar que pasen al menos cinco días tras el momento de la exposición y posible contagio, pues antes de esto una prueba podría indicar que no hay infección, a pesar de que sí se haya dado el contagio. Mientras tanto, los CDC recomiendan que se tomen las medidas precautorias como usar cubre-bocas de alta calidad ante la presencia de otras personas alrededor y permanecer en casa. Para más información refiérase a los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/symptoms-testing/testing.html.
También deberá hacerse la prueba en caso de que surja cualquier síntoma asociado a la infección con COVID-19 (como se indica anteriormente)
Las pruebas pueden hacerse con una de las opciones de prueba en casa, o puede acudir a un centro médico, farmacia o consultorio en el que se hagan pruebas. Si opta por hacer la prueba a través su consulta o visita médica, asegúrese primero de llamar para confirmar la disponibilidad de la prueba. The test can be done on swab samples from inside your nose or throat, saliva (spit) samples, or breath samples. Muchas de estas pruebas ofrecen un resultado en tan solo 15 minutos.
Para más información sobre pruebas de COVID-19, incluyendo los tipos y lugares en el que se hacen en su comunidad, refiérase a los CDC en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/symptoms-testing/testing.html.
Si la prueba indica que se ha infectado con el virus de COVID-19, será necesario que tome las medidas correspondientes de aislamiento que le indique su proveedor de atención médica junto con los siguientes pasos que deberá tomar.
La enfermedad de COVID-19 afectó la forma en que mucha personas reciben su atención médica, incluyendo a quienes tienen cáncer.
Muchos centros de atención médica y para la aplicación de infusiones de quimioterapia han adoptado cambios que permiten al paciente acudir de forma segura para sus sesiones ya sea de consulta o de tratamiento. Entre estas medidas se podría incluir la realización de preselección para determinar con antelación si algún paciente manifiesta cualquiera de los síntomas asociados con COVID-19, así como mantener un distanciamiento apropiado entre las personas durante todo momento en que se encuentren presentes en el centro de atención, limitar el número de personas en las salas de espera, exigir el uso de cubrebocas y que el centro de atención limpie todas las superficies con frecuencia.
Es importante mantenerse en contacto con su equipo de profesionales médicos a cargo de su atención contra el cáncer para determinar la mejor manera de proceder para su caso. En algunos casos, esto podría implicar el empleo de la telemedicina en la que el paciente se pone en contacto con los profesionales médicos a través de teléfono o consultas virtuales vía internet en lugar de acudir físicamente a las instalaciones de su proveedor de atención médica.
Los profesionales de la salud también necesitarán informarse sobre las varias formas en que COVID-19 afecta a las personas con cáncer Los registros como el de COVID-19 and Cancer Consortium y estudios como el que se presenta en Estudio del Instituto Nacional del Cáncer sobre COVID en pacientes con cáncer se encargan de la recolección de datos. Es muy importante recolectar más datos y analizarlos a través de un plazo más extenso para tener un mejor entendimiento de los efectos que el contagio con COVID-19 puede tener sobre pacientes con cáncer y sobrevivientes de cáncer. Póngase en contacto con su médico en caso de querer formar pate en alguno de estos registros o estudios que se están llevando a cabo.
Mientras que en algunos centros se tiene la posibilidad de las videoconsultas o consultas vía telefónica, hay cosas que aún exigen acudir en persona a los centros de atención médica, como el tener que hacer estudios o exámenes médicos, pruebas de laboratorio y procedimientos médicos del tratamiento (cirugías, radioterapia, quimioterapia).
Muchos consultorios médicos, centros de atención médica, hospitales, clínicas y lugares similares tienen límites sobre las personas que acompañan al paciente durante las consultas médicas y citas para tratamiento, así como sobre el número de vistas que un paciente puede tener. Esto tiene el fin de proteger a las personas que acuden a estos lugares, muchas de las cuales podrían encontrarse en un estado de mayor vulnerabilidad en el caso de llegar a contagiarse con el virus de COVID-19.
Sin embargo, estas misma políticas puede que también resulten ser estresantes o que generen ansiedad entre los pacientes y sus seres queridos. Los cuidadores que por lo general son quienes acompañan al pacientes a sus consultas médicas conforman una fuente importante de apoyo para la persona con cáncer, y a menudo pueden resultar invaluables tanto para la comunicación con el equipo de atención médica, al igual que para asegurar que las indicaciones que el equipo tiene para el paciente sean llevadas a cabo como corresponda.
Mientras podría ser que no sea posible para los cuidadores acudir a las consultas en personas junto con el paciente, aún hay muchas formas de permanecer al tanto e informados sobre lo que suceda durante estas visitas en persona de los pacientes:
No todos quienes enferman de COVID-19 requerirán de tratamiento. Pero el tratamiento contra COVID-19 puede ser muy útil para algunas personas, especialmente quienes son más propensos a enfermar gravemente con un contagio. Si el tratamiento es necesario, será más eficaz si se recibe a la brevedad posible, lo que hace que sea muy importante informar a su proveedor de atención médica de inmediato al haberse contagiado de COVID-19.
Varios medicamentos (o combinaciones de medicamentos) podrían emplearse en función del grado de enfermedad del paciente y su edad, entre otros factores Estos tratamientos pueden ser aplicados en la mayoría de la gente, incluso aquellos que afrontan el cáncer.
Algunas de estas medicinas funcionan al consister de medicamento dirigido específicamente a combatir el virus causante de COVID-19. Entre estos se incluye:
Algunos medicamentos funcionan al ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo (la inflamación se presenta el riesgo de que la enfermedad evolucione a síntomas más graves de COVID-19). Entre este tipo de medicamentos están:
Las personas que se han recuperado por completo de COVID-19 desarrollan anticuerpos contra el virus que se encuentra en su plasma (la parte líquida de la sangre). El tratamiento con este plasma (denominado plasma convaleciente) se está investigando en algunas personas con COVID-19 con un sistema inmunitario debilitado.
Muchos otros medicamentos que podrían ser útiles en el tratamiento contra COVID-19 y sus síntomas están siendo actualmente estudiados también.
La cloroquina, la hidrocloroquina y la ivermectina son medicamentos que se han estado usando para otras afecciones médicas, pero de acuerdo a pruebas preliminares de laboratorio, algunos doctores han probado estos medicamentos con personas con COVID-19. La FDA ha emitido una aviso de precaución contra el uso de estos medicamentos como tratamiento contra COVID-19 salvo que sea en los casos de un estudio clínico o de investigación medicinal. Mientras que estas medicinas están aún siendo estudiadas, la evidencia que se tiene actualmente no muestra que sean una alternativa que se pueda considerar segura y eficaz en el tratamiento contra COVID-19.
A pesar de algunas declaraciones en Internet y en las redes sociales, es importante mencionar que actualmente no hay suplementos ni tratamiento de venta libre (sin receta) que puedan ser adquiridos por Internet o en tiendas que hayan demostrado ser útiles para prevenir, tratar o curar la COVID-19.
Al momento en que surgió la enfermedad con COVID-19, muchos lugares decidieron poner en pausa la realización de las pruebas médicas optativas para la detección y prevención del cáncer con el fin de reducir el riesgo de propagación del virus causante de COVID-19 en los lugares de atención médica. Todos los sistemas de salud han retomado su programa normal de servicios sobre pruebas y estudios para la detección del cáncer.
Las decisión de retomar su plan de pruebas para la detección del cáncer depende de muchos factores, y puede que el criterio no aplique igual para todos. Algunos factores importantes a considerar incluyen su riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer, cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez que se hizo alguna de estas pruebas, la situación en relación a casos de COVID-19 recientemente en su comunidad, su edad y su estado general de salud.
Hable con su proveedor de atención médica sobre los riesgos y beneficios de hacerse las pruebas que le correspondan para la detección del cáncer. Es importante que se tenga siempre en cuenta que el hacer las pruebas para la prevención y detección del cáncer puede ayudar en salvar vidas. El ponerse al tanto con las pruebas para la prevención y detección del cáncer aún debe seguir siendo una prioridad preponderante.
Para más información refiérase al contenido sobre pruebas de detección del cáncer y COVID-19.
Estas pruebas difieren de las pruebas que su médico podría requerir que se hagan en el caso de que sí haya síntomas que podrían indicar que una persona tiene cáncer. Cualquier síntoma que surja que resulte inquietante debe consultarse con su proveedor de atención médica para determinar el mejor plan de acción que aplique en la actualidad. No postergue la necesidad de recibir tratamiento médico en caso de haber señales y síntomas que podrían ser un indicador de cáncer.
Contamos con más información sobre COVID-19 sobre los siguientes temas:
Para acceder a otras fuentes informativas sobre COVID-19, incluyendo más respuestas más detalladas a algunas de las preguntas más comunes, remítase a:
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Actualización más reciente: abril 6, 2023
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