English
Más idiomas en PDF
Nuestra línea de asistencia para el cáncer funciona las 24 horas, los 7 días de la semana y proporciona información y respuestas a las personas que están lidiando con el cáncer. Podemos conectarle con especialistas capacitados con información sobre el cáncer, que responderán preguntas acerca del diagnóstico de cáncer, sabrán guiarle y escuchar con compasión.
Llámenos al 1-800-227-2345*
Estamos a su disposición para cuando lo necesite, a cualquier hora del día y de la noche y todos los días del año.
Comuníquese vía Chat*
Haga clic en el botón Chat en directo que aparece al final de la página.
Nuestros especialistas altamente capacitados están disponibles por teléfono las 24 horas, los 7 días de la semana y pueden asistirle por mensajería instantánea en línea de lunes a viernes. Conectamos a pacientes, cuidadores y familiares con servicios y recursos imprescindibles en cada etapa de su experiencia con el cáncer. Pregúntenos cómo involucrarse y apoyar la lucha contra el cáncer. Algunos de los temas con los que podemos ofrecer ayuda incluyen:
Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta sus probabilidades de padecer una enfermedad, como el cáncer de seno. No obstante, aun cuando se tenga uno, o hasta muchos factores de riesgo, no significa que necesariamente se padecerá la enfermedad.
Algunos factores de riesgo para el cáncer de seno no se pueden cambiar, tales como el envejecimiento o heredar ciertos cambios genéticos. Estos factores aumentan el riesgo de padecer cáncer de seno.
Para obtener información sobre otros factores de riesgo posibles y conocidos para el cáncer de seno, consulte:
Este es el principal factor de riesgo para el cáncer de seno. Los hombres también pueden padecer cáncer de seno, pero esta enfermedad es mucho más común en las mujeres que en los hombres.
A medida que usted envejece, su riesgo de padecer cáncer de seno se incrementa. La mayoría de los cánceres de seno ocurren en mujeres de 55 años y mayores.
Se cree que alrededor del 5% al 10% de los casos de cáncer de seno son hereditarios, lo que significa que se originan directamente de cambios genéticos (mutaciones) que se adquieren de uno de los padres.
BRCA1 y BRCA2: la causa más común de cáncer de seno hereditario es una mutación heredada en el gen BRCA1 o el gen BRCA2. En las células normales, estos genes ayudan a producir proteínas que reparan el ADN dañado. Las versiones mutantes de estos genes pueden ocasionar crecimiento celular anormal que puede causar el cáncer.
Otros genes: otras mutaciones genéticas podrían también conducir a cánceres de seno hereditarios. Estas mutaciones genéticas se presentan con mucha menos frecuencia y la mayoría no aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno tanto como los genes BRCA.
Las mutaciones en varios otros genes también han sido relacionadas con cáncer de seno, pero estas representan solo un pequeño número de casos.
Asesoramiento y pruebas genéticas: se pueden hacer pruebas genéticas para identificar mutaciones hereditarias en los genes BRCA1 y BRCA2 (o con menos frecuencia en genes, como PTEN o TP53, o en otros mencionados anteriormente). Esto podría ser una opción para algunas mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de seno, así como para ciertas mujeres con factores que las ponen en mayor riesgo de este cáncer, como un antecedente familiar marcado. Aunque las pruebas genéticas pueden ser útiles en algunos casos, no es necesario que todas las mujeres se hagan las pruebas. Además, se deben considerar cuidadosamente las ventajas y las desventajas de las pruebas. Para obtener más información, consulte Asesoramiento y pruebas genéticas para el riesgo de cáncer de seno.
Es importante señalar que la mayoría de las mujeres que padecen del cáncer de seno no presentan antecedentes familiares de esta enfermedad. Sin embargo, las mujeres que tienen parientes consanguíneos cercanos con cáncer de seno tienen un mayor riesgo:
En general, alrededor del 15% de las mujeres con cáncer de seno tiene un familiar con esta enfermedad.
Una mujer con cáncer en un seno tiene un mayor riesgo de padecer un nuevo cáncer en el otro seno o en otra parte del mismo seno. (Esto es diferente a la recurrencia o regreso del primer cáncer). Aunque este riesgo en general es bajo, el mismo es aún mayor para las mujeres más jóvenes con cáncer de seno.
En general, las mujeres de la raza blanca son ligeramente más propensas a padecer cáncer de seno que las mujeres de la raza negra, aunque la brecha entre ellas se ha estado cerrando en los últimos años. En las mujeres menores de 45 años, el cáncer de seno es más común en las mujeres de la raza negra. Las mujeres de la raza negra también tienen más probabilidades de fallecer de cáncer de seno a cualquier edad. Las mujeres asiáticas, hispanas e indio estadounidenses tienen un menor riesgo de padecer y morir de cáncer de seno.
El riesgo en diferentes grupos también varía según el tipo de cáncer de seno. Por ejemplo, las mujeres de la raza negra son más propensas a padecer el tipo menos común, el cáncer de seno triple negativo.
Muchos estudios han descubierto que las mujeres más altas tienen un mayor riesgo de cáncer de seno que las mujeres de menos estatura. Las razones de esto no están exactamente claras, pero puede estar relacionado con factores que afectan el crecimiento temprano, como la nutrición en una etapa temprana de la vida, así como factores hormonales o genéticos.
Los senos están formados por tejido adiposo, tejido fibroso y tejido glandular. Los senos lucen más densos en un mamograma cuando tienen más tejido glandular y fibroso y menos tejido adiposo. Las mujeres cuyos senos se muestran densos en los mamogramas tienen un riesgo de padecer cáncer de seno de aproximadamente 1 1/2 a 2 veces mayor que las mujeres con una densidad promedio en sus senos. Desafortunadamente, el tejido mamario denso también puede hacer más difícil identificar cánceres en los mamogramas.
Un determinado número de factores puede afectar la densidad de los senos, tales como la edad, la condición menopáusica, el uso de ciertos medicamentos (incluyendo terapia hormonal en la menopausia), el embarazo y la genética.
Para obtener más información, consulte nuestra información sobre la densidad mamaria y los mamogramas.
Las mujeres diagnosticadas con ciertas afecciones benignas (no cancerosas) pueden tener un mayor riesgo de padecer cáncer de seno. Algunas de estas afecciones están más asociadas al riesgo de cáncer de seno que otras. Los doctores a menudo dividen las afecciones benignas del seno en tres grupos, según cómo afecten este riesgo.
Lesiones no proliferativas: estas afecciones no parecen afectar el riesgo de padecer cáncer de seno, o de hacerlo, el aumento en el riesgo es muy poco. Algunas de estas son:
La mastitis (infección del seno) no es un tumor, y no aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno.
Lesiones proliferativas sin atipia (anomalías celulares): en estas afecciones, existe crecimiento excesivo de células en los conductos o lobulillos del seno, pero las células no lucen muy normales. Estas afecciones parecen aumentar ligeramente el riesgo de padecer cáncer de seno en una mujer . Algunas de estas son:
Lesiones proliferativas con atipia: en estas afecciones, las células en los conductos o lobulillos del tejido del seno crecen excesivamente, y algunas ya no lucen normales. Estos tipos de lesiones incluyen:
El riesgo de cáncer de seno es aproximadamente 4 a 5 veces superior al normal en las mujeres con estos cambios. Si una mujer tiene también un antecedente familiar de cáncer de seno e hiperplasia o hiperplasia atípica, ella tiene un riesgo aún mayor de padecer cáncer de seno.
Para más información, consulte Afecciones no cancerosas de los senos.
Carcinoma lobulillar in situ (LCIS)
En el carcinoma lobulillar in situ (LCIS), las células con aspecto de células cancerosas crecen en los lobulillos de las glándulas productoras de leche del seno, pero no atraviesan la pared de los lobulillos. El LCIS no se considera un cáncer y generalmente no se propaga fuera de los lobulillos (se convierte en cáncer de seno invasivo) si no se trata. Sin embargo, las mujeres con LCIS tienen un riesgo de 7 a 12 veces mayor de padecer cáncer de seno (en cualquiera de los senos).
Las mujeres que hayan tenido más ciclos menstruales debido a que comenzaron la menstruación a una edad temprana (especialmente antes de los 12 años) presentan un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo podría deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.
Las mujeres que han tenido más ciclos menstruales debido a que experimentaron tarde la menopausia (después de los 55 años) tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo podría deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.
Las mujeres que fueron tratadas con radioterapia en el pecho para otro tipo de cáncer (como linfoma de Hodgkin o el linfoma no Hodgkin) cuando eran más jóvenes tienen un riesgo significativamente mayor de padecer cáncer de seno. Este riesgo depende de la edad cuando recibieron la radiación. El riesgo es el mayor para la mujer que recibió la radiación mientras era adolescente o adulta joven, cuando los senos aún estaban en desarrollo. La radioterapia en mujeres mayores (después de 40 a 45 años) no parece aumentar el riesgo de padecer cáncer de seno.
Entre los años 1940 a 1970, se administraba a algunas mujeres embarazadas un medicamento parecido al estrógeno llamado dietilestilbestrol (DES), ya que se creía que disminuía las probabilidades de perder el bebé (aborto espontáneo). Estas mujeres tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Las mujeres cuyas madres tomaron dietilestilbestrol durante el embarazo también pueden tener un riesgo ligeramente mayor de cáncer de seno.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
American Cancer Society. Breast Cancer Facts & Figures 2019-2020. Atlanta, Ga: American Cancer Society; 2019.
Ashford A. Chapter 16: Inherited genetic factors and breast cancer. In: Harris JR, Lippman, Morrow M, Osbourne CK, eds. Diseases of the Breast. 5th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2014.
Chen WY. Factors that modify breast cancer risk in women. UpToDate. 2019. Accessed at https://www.uptodate.com/contents/factors-that-modify-breast-cancer-risk-in-women on July 12, 2019.
Henry NL, Shah PD, Haider I, et al. Chapter 88: Cancer of the breast. In: Niederhuber JE, Armitage JO, Doroshow JH, Kastan MB, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology. 6th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier; 2020.
Isaacs C, Peshkin BN. Cancer risks and management of BRCA carriers without cancer. UpToDate. 2019. Accessed at https://www.uptodate.com/contents/cancer-risks-and-management-of-brca-carriers-without-cancer on July 16, 2019.
Jagsi R, King TA, Lehman C, et al. Chapter 79: Malignant tumors of the breast. In: DeVita VT, Lawrence TS, Rosenberg SA, eds. DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles and Practice of Oncology. 11th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2019.
Kuchenbaecker KB, Hopper JL, Barnes DR, et al. Risks of breast, ovarian, and contralateral breast cancer for BRCA1 and BRCA2 mutation carriers. JAMA. 2017;317(23):2402-2416.
National Cancer Institute. Genetics of Breast and Gynecologic Cancers (PDQ®). 2019. Accessed at https://www.cancer.gov/types/breast/hp/breast-ovarian-genetics-pdq on July 22, 2019.
National Cancer Institute. SEER Cancer Stat Facts: Female Breast Cancer. 2017. Accessed at http://seer.cancer.gov/statfacts/html/breast.html on July 16, 2019.
Willett WC, Tamimi R, Hankinson SE, Hazra A, Eliassen AH, Colditz GA. Chapter 18: Nongenetic factors in the causation of breast cancer. In: Harris JR, Lippman, Morrow M, Osbourne CK, eds. Diseases of the Breast. 5th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins; 2014.
Actualización más reciente: septiembre 10, 2019
La información médica de la American Cancer Society está protegida bajo la ley Copyright sobre derechos de autor. Para solicitudes de reproducción, por favor refiérase a nuestra Política de Uso de Contenido (información disponible en inglés).
Done ahora para que podamos continuar brindando acceso a información crítica sobre el cáncer, recursos y apoyo y así mejorar las vidas de las personas con cáncer y sus familias.