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Cáncer de cavidad oral (boca) y de orofaringe (garganta)
Si bien es posible que su médico o dentista encuentren algunos cánceres o precánceres de cavidad oral y de orofaringe durante un examen de rutina, muchos de estos cánceres se detectan porque la persona nota algún signo o síntoma y lo señala. Entonces, si se sospecha la presencia de un cáncer, será necesario realizar otras pruebas.
El médico le preguntará sobre los síntomas, posibles factores de riesgo y cualquier otro problema médico que usted podría tener.
El médico buscará posibles signos de cáncer o precáncer de boca o de garganta. Estos indicios pueden ser bultos u otras áreas en la cabeza, rostro o cuello que presentan cambios, o problemas con los nervios del rostro y de la boca. El médico examinará todo el interior de la boca y puede que se coloque un guante para palpar toda el área interna con un dedo. Podrían usarse otras pruebas para buscar áreas anormales en la boca o la garganta. Algunas de estas pruebas se describen en ¿Se pueden detectar a tiempo los tipos de cáncer de orofaringe y de cavidad oral.
Si hay motivo para creer que usted podría tener cáncer, su médico le referirá a un especialista. Estos especialistas son cirujanos orales y maxilofaciales o cirujanos de cabeza y cuello. También se los conoce como doctores de oído, nariz y garganta (ENT, por sus siglas en inglés) u otorrinolaringólogos. Probablemente, este especialista realice un examen completo de cabeza y cuello, y también pida otros exámenes y pruebas.
El especialista prestará especial atención al área de la cabeza y el cuello, asegurándose de buscar y palpar cualquier área anormal. Este examen incluirá los ganglios linfáticos del cuello, los cuales palpará cuidadosamente para detectar cualquier hinchazón.
Debido a que la orofaringe se encuentra en la profundidad del cuello, no es fácil ver algunas partes. El médico puede utilizar espejos o endoscopios especiales de fibra óptica para examinar estas áreas. Ambos estudios se pueden hacer en el consultorio médico. Es posible que el médico primero le aplique un medicamento en aerosol para adormecer la parte trasera de la garganta y facilitar el examen.
Dado que el consumo de tabaco y alcohol son factores de riesgo de cáncer de cavidad oral y de orofaringe, como también de cáncer de esófago y de pulmón, existe una probabilidad (hasta un 10 %) de encontrar más de un cáncer al mismo tiempo. Para asegurarse de que no haya otros cánceres en el esófago o el pulmón, podría realizarse una panendoscopia. Este procedimiento también es útil si no está claro dónde comenzó el cáncer o si los ganglios linfáticos en la parte inferior del cuello parecen anormales.
Durante una panendoscopia, el médico usa distintos tipos de endoscopios que se introducen por la boca o la nariz para realizar una laringoscopia/faringoscopia, esofagoscopia y (a veces) una broncoscopia. Esto permite que el médico examine por completo la cavidad oral, la orofaringe, la laringe (órgano fonador), el esófago (el tubo que conduce al estómago), la tráquea y los bronquios (las vías respiratorias en los pulmones).
Por lo general, este examen se practica en el quirófano mientras usted está dormido bajo anestesia general. El médico usa un laringoscopio para buscar tumores en la garganta y la laringe. También se examinan otras partes de la boca, la nariz y la garganta. El médico también podría usar un esofagoscopio para observar el esófago o un broncoscopio para examinar la tráquea y los bronquios.
Su médico observará estas áreas a través de los endoscopios para saber si hay algún tumor, determinar su tamaño y saber cuánto podría haberse propagado a las áreas cercanas. Podría extirparse una pequeña parte del tejido de algún tumor u otras áreas anormales para examinarlas de cerca (hacerles una biopsia) para saber si contienen cáncer. Las biopsias se pueden hacer con instrumentos especiales que se utilizan a través de los endoscopios.
En una biopsia, el médico toma una pequeña parte de tejido o una muestra de células, para que se analice de cerca en el laboratorio en busca de células cancerosas. La biopsia es la única manera de saber con seguridad si se trata o no de cáncer de cavidad oral o de orofaringe. En todos los casos, se necesita una muestra de tejido o de células para confirmar el diagnóstico de cáncer antes de comenzar un tratamiento. Se pueden usar varios tipos de biopsias, dependiendo de cada caso.
Para una citología exfoliativa, el médico raspa el área que presenta cambios y aplica el tejido recolectado sobre una placa de vidrio. Luego se tiñe la muestra con un tinte para poder ver las células con claridad. Si alguna de las células tiene una apariencia anormal, se puede hacer una biopsia del área.
La ventaja de esto es que es fácil de hacer y causa muy poco dolor. Esto puede conducir a un diagnóstico temprano y una mayor probabilidad de que el tratamiento tenga éxito si se encuentra el cáncer. Sin embargo, este método no muestra todos los tumores cancerosos. Y, a veces, es imposible notar la diferencia entre las células cancerosas y las células anormales que no son cáncer (como displasia), de modo que seguiría siendo necesario realizar otro tipo de biopsia.
Para una biopsia de incisión, se extirpa una parte del tejido del área que luce anormal. Este es el tipo más común de biopsia que se emplea para examinar cambios en la boca o la garganta.
La biopsia se puede llevar a cabo en el consultorio médico o en el quirófano, dependiendo del lugar donde está ubicado el tumor y de lo fácil que sea extraer una buena muestra de tejido. Si se puede realizar en el consultorio médico, se adormecerá el área alrededor del tumor antes de hacer la biopsia. Si el tumor se encuentra muy adentro de la boca o la garganta, es posible que la biopsia se haga en el quirófano, mientras usted esté en un sueño profundo bajo anestesia general.
Para realizar una biopsia por aspiración con aguja fina (FNA, por sus siglas en inglés), se utiliza una jeringa con una aguja hueca muy delgada para extraer (aspirar) algunas células de un tumor o bulto. Luego, se examinan estas células en el laboratorio para analizar la presencia de cáncer.
La biopsia por aspiración con aguja fina no se emplea no se emplea para tomar muestras de áreas anormales en la boca o en la garganta, sino que se usa a veces cuando hay un bulto (una masa) en el cuello que se puede palpar o ver en una tomografía computarizada (CT). La FNA puede ser útil en algunas situaciones, tales como:
Encontrar la causa de una nueva masa en el cuello: Algunas veces, se utiliza una biopsia por aspiración con aguja fija como la primera prueba para las personas a las que se les haya encontrado recientemente un bulto en el cuello. La FNA puede mostrar que la masa en el cuello es un ganglio linfático benigno (no canceroso) que ha crecido debido a una infección cercana, como sinusitis o una infección en un diente. En este caso, todo lo que se necesita es el tratamiento de la infección. O la biopsia por aspiración con aguja fina puede encontrar un quiste benigno lleno de líquido que puede ser curado con cirugía. Pero incluso si el resultado de la FNA es benigno, si hay otros síntomas que sugieran la presencia de cáncer, será necesario realizar más pruebas (como una faringoscopia y una panendoscopia).
Si la muestra de la FNA contiene células cancerosas, por lo general, el médico que está analizando la biopsia puede distinguir qué tipo de cáncer es. Si las células se ven como cáncer de células escamosas, se realizarán más exámenes para determinar la fuente del cáncer en la boca y la garganta. Si la FNA muestra otro tipo de cáncer, como un linfoma o un cáncer que se ha propagado a un ganglio linfático en el cuello desde otro órgano (desde la tiroides o los pulmones, por ejemplo) se realizarán más pruebas para detectarlo y se suministrará un tratamiento para ese tipo de cáncer.
Conocer cuánto se ha propagado un cáncer diagnosticado: La FNA también podría hacerse después del diagnóstico de cáncer de cavidad oral o de orofaringe, para averiguar si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos en el cuello. Esta información ayudará al médico a decidir cuál es el mejor tratamiento para el cáncer.
Ver si el cáncer ha reaparecido después del tratamiento: La FNA se puede usar en personas que hayan pasado por una cirugía y/o hayan recibido radioterapia como tratamiento del cáncer, a fin de determinar si una nueva masa encontrada en el área tratada del cuello se trata de un tejido cicatricial o un cáncer que ha reaparecido.
Todas las muestras de biopsia se envían a un laboratorio para ser examinadas de cerca por un patólogo, un médico capacitado específicamente para diagnosticar el cáncer en base a una biopsia. Por lo general, el médico puede distinguir entre las células cancerosas y las células normales, así como el tipo de cáncer, de acuerdo con la manera en que se observan las células. En algunos casos, puede que el médico necesite analizar las células con tintes especiales para ayudar a identificar el tipo de cáncer.
Para los cánceres de garganta, las muestras de biopsia suelen analizarse (en busca de la proteína p16) para detectar la presencia de una infección del VPH. Esta es una parte clave del proceso de estadificación (cuando se determina si el cáncer se propagó y cuánto) y se considera al momento de tomar decisiones sobre el tratamiento para el cáncer de orofaringe. Esta información también puede ayudar a los médicos a predecir el probable curso del cáncer, ya que las personas con cánceres relacionados con VPH suelen responder mejor que aquellas cuyos cánceres no están relacionados con el virus.
Estos estudios no se usan para diagnosticar cánceres de cavidad oral o de orofaringe, pero se pueden hacer por varias razones tanto antes, como después del diagnóstico de cáncer. Algunas de estas razones son:
Podrían tomarle una radiografía del tórax podría después del diagnóstico de cáncer de cavidad oral o de orofaringe para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones.
Aunque lo que se hace con más frecuencia es una tomografía computarizada (CT) o una tomografía por emisión de positrones (PET), ya que estas toman imágenes más detalladas.
Una tomografía computarizada (computed tomography, CT) usa rayos X para producir imágenes transversales detalladas de su cuerpo. Este estudio puede ayudar a su médico a ver el tamaño y la ubicación de un tumor, si se está propagando a los tejidos cercanos y si se ha propagado a los ganglios linfáticos del cuello o los pulmones u otros órganos distantes.
Biopsia con aguja guiada por tomografía computarizada (CT): Si se necesita proceder con una biopsia de pulmón para determinar la propagación del cáncer, este procedimiento médico también se usa para guiar la aguja de la biopsia hacia la masa (bulto) con el fin de extraer una muestra de los tejidos para determinar la presencia de cáncer.
Al igual que la CT, las imágenes por resonancia magnética (MRI) muestran imágenes detalladas de los tejidos blandos del cuerpo. Sin embargo, las MRI utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. Para mostrar mejor los detalles, puede que un sustancia de contraste conocida gadolinio se inyecte a través de una vena previamente al comienzo de esta prueba. Se puede realizar una MRI para detectar cáncer de cavidad oral si hay muchos empastes dentales que podrían distorsionar las imágenes de la CT o para observar de cerca si el cáncer se está propagando hacia la médula ósea.
Para una tomografía por emisión de positrones (PET), se inyecta en la sangre un tipo de azúcar ligeramente radiactivo (conocido como FDG, por sus siglas en inglés) que se acumula principalmente en las células cancerosas.
Estudio PET/CT: A menudo se combina una PET con una CT usando una máquina especial que puede hacer ambos estudios al mismo tiempo. Esto permite al médico comparar las áreas de mayor radiactividad en la PET con la imagen más detallada de la CT.
Los estudios PET/CT pueden ser útiles:
Para una gammagrafía ósea, se inyecta en la sangre una pequeña cantidad de material de baja radiactividad, que se acumula principalmente en las áreas anormales de los huesos. Este estudio puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado a los huesos. Sin embargo, esta prueba no es necesaria muy a menudo porque los estudios PET generalmente pueden mostrar si el cáncer se ha propagado a los huesos.
El estudio con ingesta de bario se puede usar para observar el revestimiento de la parte superior del sistema digestivo, especialmente del esófago (el tubo que conecta la garganta con el estómago). En este estudio, usted bebe un líquido espeso y calizo llamado bario que cubre las paredes de su garganta y el esófago. A medida que usted bebe el líquido, se toma una serie de radiografías. Puede que su médico le pida esta prueba, debido a que las personas con cánceres de cavidad oral y de orofaringe tienen un riesgo alto de desarrollar cáncer de esófago. También es útil para ver si el cáncer está causando problemas para tragar.
Una ecografía utiliza ondas sonoras y sus ecos para producir imágenes del interior del cuerpo. Un pequeño instrumento parecido a un micrófono llamado transductor emite ondas sonoras y recoge los ecos cuando rebotan contra los órganos. Una computadora convierte el eco en una imagen que se proyecta en la pantalla.
Ecografía de cuello: Para este examen, un técnico pasa el transductor sobre la piel del cuello. Este tipo de ecografía puede usarse para mirar los nódulos linfáticos y ver si están inflamados o si se ven anormales por dentro, lo cual podría ser un signo de cáncer. La ecografía puede ayudar a guiar una aguja hacia adentro del ganglio linfático anormal para realizar una biopsia por aspiración con aguja fina. También podría usarse posteriormente al tratamiento para detectar signos de reaparición del cáncer (recurrencia).
Es muy importante dejar de fumar antes de cualquier tratamiento contra el cáncer de cavidad bucal y de orofaringe. Si usted solía fumar cigarrillos antes de ser diagnosticado, es importante no comenzar durante el tratamiento. Fumar durante el tratamiento puede:
Si a un paciente se le ha diagnosticado cáncer de cavidad oral o de orofaringe, se pueden realizar otros tipos de pruebas como parte de la rutina. Estas pruebas no se usan para diagnosticar el cáncer, sino que se pueden realizar para otros fines, por ejemplo para determinar si una persona está lo suficientemente saludable como para recibir tratamientos, como cirugía, radioterapia o quimioterapia.
No existe ningún análisis de sangre que pueda diagnosticar cáncer de cavidad oral o de orofaringe. Sin embargo, el médico puede solicitar un análisis de sangre de rutina para obtener una idea de su estado general de salud, especialmente antes del tratamiento. Estas pruebas pueden ayudar a diagnosticar una nutrición deficiente y un recuento bajo de glóbulos sanguíneos. Un recuento completo de glóbulos sanguíneos (CBC por sus siglas en inglés) analiza si su sangre tiene las cantidades normales de los distintos tipos de glóbulos sanguíneos. Por ejemplo, puede detectar la anemia (cuando la cantidad de glóbulos rojos es baja). Los análisis de química sanguínea pueden ayudar a determinar qué tan bien están funcionando el hígado o los riñones.
Si se planea realizar una cirugía, también es posible que se haga un electrocardiograma para asegurar que su corazón está funcionando bien. Puede que algunas personas que tengan que someterse a una cirugía necesiten pruebas de respiración, llamadas pruebas de función pulmonar.
Si la radioterapia será parte del tratamiento, se le pedirá que consulte con un dentista antes de comenzar el tratamiento. Su dentista le ayudará con el cuidado dental de rutina y puede extraer cualquier diente que esté en mal estado, si es necesario, antes de iniciar el tratamiento con radiación. La radiación puede dañar las glándulas salivales y causar sequedad bucal. Esto puede aumentar la probabilidad de tener caries, infecciones y que se quiebre el hueso de la mandíbula.
Si el cáncer está en la mandíbula o en el paladar, es posible que deba evaluarlo un dentista especializado (un prostodoncista). Este dentista puede realizar la sustitución de los dientes faltantes o de otras estructuras de la cavidad oral para ayudar a restaurar su aspecto, comodidad, así como la capacidad para masticar, tragar y hablar después del tratamiento. Si junto con el tumor se va a extirpar parte de la mandíbula o del techo de la boca (paladar), el prostodoncista trabajará para asegurarse de que los dientes artificiales de reemplazo y los dientes normales restantes encajen adecuadamente. Esto se puede realizar con dentaduras postizas, otros tipos de prótesis o con implantes dentales.
El cisplatino, el principal fármaco de quimioterapia utilizado en el tratamiento del cáncer de cavidad oral y de orofaringe, puede provocar pérdida de audición. Lo más probable es que su equipo de atención quiera comprobar su audición (con un audiograma) antes de comenzar el tratamiento, para tener algo con que compararla más adelante si tiene problemas de audición debido a la quimioterapia.
A menudo, tendrá un nutricionista que evaluará su estado nutricional antes, durante y después del tratamiento para intentar mantener su peso y sus reservas de proteínas lo más normales posible. También puede visitar a un terapeuta del habla, quien evaluará su capacidad para tragar y hablar. Quizás le indiquen ejercicios para hacer durante el tratamiento con el fin de ayudar a fortalecer los músculos del área de la cabeza y el cuello para que pueda comer y hablar con facilidad después del tratamiento.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
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Actualización más reciente: marzo 23, 2021
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