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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Cáncer de laringe y de hipofaringe
Los cánceres laríngeos a hipofaríngeos se originan en la región de la cabeza y cuello. Los casos que se originan en la laringe (la caja sonora de la voz) son denominados cánceres de larginge. Asímismo, los que se originan en la hipofaringe (la parte inferior de la garganta justo detrás de la caja sonora de la voz) son denominados cánceres de hipofaringe.
Los cánceres que se originan en la región de la cabeza y cuello pueden estar denominados bajo diversos nombres dependiendo de su punto de origen. Solicite al médico que anote el tipo exacto de cáncer que se haya diagnosticado en su casos para así evitar confusiones.
La información que se presenta después de la siguiente ilustración corresponde específicamente a los cánceres de laringe e hipofaringe.
La ilustración a color que se presenta a continuación le permite explorar interactivamente esta parte del cuerpo para una mejor comprensión. Solicite al médico que use esta ilustración para que le indique el lugar de origen de su diagnóstico de cáncer.
La boca y la garganta
Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. A veces, las células cancerosas de la laringe o la hipofaringe se desplazan hacia los pulmones y crecen allí. A esta propagación de las células de cáncer se le llama metástasis. Las células cancerosas en el sitio nuevo son idénticas a las de la laringe o la hipofaringe, donde se originó el cáncer.
El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. Es por eso que, cuando un cáncer de laringe o de hipofaringe se propaga a los pulmones (o a cualquier otro lugar), se lo sigue llamando cáncer de laringe o de hipofaringe. Solamente se le puede llamar cáncer de pulmón al cáncer que se haya originado en el pulmón.
El tipo de cáncer de laringe y de hipofaringe más común se llama carcinoma (cáncer) de células escamosas. Estos cánceres se originan en las células escamosas que recubren el órgano fonador y las cuerdas vocales (laringe).
Estos tipos de cáncer podrían pasar desapercibidos hasta que comienzan a ocasionar problemas que obligan a la persona a consultar a un médico. En ocasiones se detectan cambios durante consultas de rutina con el médico o el dentista. Es posible que se le remita a consultar a un médico especializado en afecciones nasales, del oído y de la garganta (otorrinolaringólogo, o a un cirujano de cuello y cabeza).
El médico le hará preguntas sobre su salud, su historial de consumo de tabaco y alcohol, y le hará análisis y pruebas para ver qué puede estar causando sus síntomas. Si los signos apuntan al cáncer de laringe o de hipofaringe, podrían hacerle más pruebas. Las siguientes pruebas son algunas que se pudieran necesitar:
Examen completo de la cabeza y el cuello: El médico le palpará la zona de la cabeza y el cuello para detectar cualquier formación anormal. Le palpará los ganglios linfáticos del cuello. Debido a que algunas partes de la boca y de la garganta son difíciles de ver, el médico podría usar espejos, luces o fibroscopios (tubos delgados con una luz) para examinar estas zonas.
Panendoscopia: Este análisis se lleva a cabo en una sala de operaciones y le suministrarán medicamentos para que se quede dormido. El cirujano examina el interior de la nariz, la boca, la garganta, el esófago (el tubo para tragar) y la tráquea con tubos delgados llamados endoscopios y puede extraer muestras del tejido (biopsias) para examinarlas de cerca en el laboratorio.
Tomografía por computadora (CT): Este estudio también se conoce en inglés como CAT scan. Es un tipo especial de rayo X que toma imágenes detalladas que muestran si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos, los pulmones u otros órganos. También se puede usar una tomografía computarizada para ayudar a realizar una biopsia (como se explica más adelante).
Imágenes por resonancia magnética: Las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para producir imágenes detalladas. Se pueden usar las MRI para conocer más sobre el tamaño del cáncer y saber si se ha propagado a estructuras cercanas u otras áreas del cuerpo.
Radiografías de tórax: puede que se realicen radiografías para saber si el cáncer se ha propagado a los pulmones.
Tomografía por emisión de positrones: La tomografía por emisión de positrones (conocida como PET scan, en inglés) usa un tipo especial de azúcar que puede verse en el interior de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Este estudio puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado.
Estudio con ingesta de bario: para este análisis, se toman radiografías mientras usted traga un líquido que contiene bario. El bario cubre la superficie interna de la garganta y ayuda a tomar una buena imagen. Esta prueba podría hacerse si tiene problemas para tragar, ya que muestra cómo se ve la garganta al tragar.
Examen dental: Es probable que su dentista le haga un examen completo y quizás le tome algunas radiografías de los dientes antes de que se someta a cualquier radiación, ya que la radiación puede dañar las glándulas salivales y causar resequedad bucal. El dentista también podría extraer los dientes que estén en mal estado para reducir la probabilidad de desarrollar caries e infecciones.
Examen de audición: El fármaco más comúnmente suministrado en la quimioterapia para tratar el cáncer de laringe y de hipofaringe, llamado cisplatino, puede causar un zumbido en los oídos e incluso pérdida de audición. Puede que le hagan un examen de audición (con un audiograma) antes de comenzar el tratamiento y quizás le modifiquen la quimioterapia si usted no tiene buena audición de por sí.
Pruebas de nutrición y de habla: Puede que un nutricionista verifique su estado de nutrición antes, durante y después del tratamiento para intentar mantener su peso corporal y sus niveles de proteína lo más normales posible. Un terapeuta del habla podría examinar qué tan bien usted traga y habla. Podría darle ejercicios para que haga con el fin de ayudar a fortalecer los músculos para que pueda comer y hablar normalmente una vez que termine el tratamiento.
Biopsia: En esta prueba, el médico toma una pequeña muestra del tejido de la zona donde parece estar el cáncer, mediante una cirugía o con una aguja. El tejido se examina para determinar la presencia de células cancerosas. Esta es la mejor forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer.
Pruebas genéticas y de proteínas: Las células cancerosas en el tejido de la biopsia podrían analizarse en busca de genes o proteínas, como PD-L1. Identificar los genes o proteínas que tiene su cáncer puede ayudar al médico a decidir si un tratamiento, como la inmunoterapia, podría ser útil.
Análisis de sangre: Los análisis de sangre no se usan para detectar cánceres de laringe o de hipofaringe, pero pueden informar al médico más sobre su salud general, como el funcionamiento de los riñones o el hígado.
Si usted tiene cáncer de laringe o de hipofaringe, el médico querrá saber si se ha propagado y cuánto, es decir, determinar la etapa (estadio) del cáncer. Conocer la etapa ayudará a su médico a decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.
La etapa describe el crecimiento o avance del cáncer en el lugar donde se manifestó por primera vez. También indica si el cáncer se ha propagado a otros órganos cercanos o más distantes.
El cáncer puede encontrarse en etapa 0, 1, 2, 3 o 4. Entre menor sea el número, menor ha sido la propagación del cáncer. Un número más alto, como etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado del sitio donde se originó. Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer y lo que podría significar en su caso.
Fumar durante el tratamiento contra el cáncer está asociado a más efectos secundarios, peores resultados y un tratamiento con un beneficio reducido. Es mejor dejar de fumar por completo antes de comenzar el tratamiento. Además, fumar aumenta el riesgo de que el cáncer regrese después del tratamiento y el riesgo de padecer un nuevo cáncer. Dejar de fumar para siempre es la manera más eficaz de mejorar la supervivencia.
Hay muchas formas de tratar el cáncer de laringe y de hipofaringe:
Puede que le den más de un tipo de tratamiento. Cada tratamiento nuevo tiene algunos efectos secundarios que, por lo general, pueden manejarse o incluso prevenirse. El plan que a usted le resulte mejor dependerá de:
Algunos de estos cánceres se localizan en lugares de difícil acceso quirúrgico. De todas maneras, es posible que se recurra a un procedimiento quirúrgico para extirpar el cáncer y una porción del tejido saludable que lo rodea. En algunos casos, puede ser necesario extirpar la totalidad o parte de la garganta o el órgano fonador. También puede realizarse una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos del cuello que podrían tener cáncer.
También podría utilizarse cirugía para ayudarle a tratar cosas que el cáncer puede haberle afectado. Por ejemplo, si no puede tragar debido al tumor, es posible que se le practique una cirugía para colocarle una sonda de alimentación. Algunas cirugías incluso podrían ayudar a reconstruir parte de la garganta.
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos especializados en pacientes con cáncer de laringe y de hipofaringe deben poder ayudar con cualquier problema que surja.
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. Puede administrarse sola o junto con la quimioterapia. La radiación también se puede utilizar para aliviar síntomas como dolor, sangrado, dificultad para tragar u otros problemas que ocurren si el cáncer ha crecido mucho o se ha propagado a otras áreas.
Existen dos maneras principales en las que puede administrarse la radiación.
Si su médico sugiere la radioterapia, hable acerca de los efectos secundarios que podrían surgir. Los efectos secundarios dependen del tipo de radioterapia que se utilice y la zona del cuerpo afectada. Los efectos secundarios más comunes son:
La mayoría de los efectos secundarios mejora una vez finalizado el tratamiento y muchos pueden tratarse o incluso prevenirse. pero algunos pueden durar más tiempo. Pregunte a los miembros del equipo de atención médica contra el cáncer lo que puede esperar.
Quimio, la forma abreviada de quimioterapia, es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. consiste del uso de medicamentos para combatir el cáncer se pueden inyectar en una vena o se toman como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a casi todo el cuerpo. La quimioterapia es aplicada en ciclos o series de tratamiento. Cada ciclo de tratamiento es seguido por un periodo de descanso. Esto otorga al cuerpo tiempo para recuperarse. La mayoría de las veces, se administran 2 o más medicamentos de quimio. por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Para el cáncer de laringe y de hipofaringe, la quimioterapia suele darse junto con la radiación. A esto se le llama quimiorradiación.
La quimioterapia puede causar sensación de cansancio, malestar estomacal o caída del cabello. Pero la mayoría de estos problemas desaparece después de que finaliza el tratamiento. Otros efectos secundarios, como problemas de audición o daño en los nervios, pueden durar mucho tiempo.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted presenta efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica contra el cáncer para que puedan ayudarle.
Los medicamentos de terapia dirigida pueden usarse para tratar el cáncer de laringe o de hipofaringe. Estos medicamentos afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Puede que sean eficaces incluso cuando no sea así con otros tratamientos, Estos medicamentos causan efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia.
Los efectos secundarios de la terapia dirigida dependen del medicamento que se usa. Estos medicamentos podrían causar dolor de cabeza o diarrea. También pueden causar cambios en las uñas o una erupción cutánea en la cara o la parte superior del pecho. Por lo general, estos efectos secundarios desaparecen después de que finaliza el tratamiento.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la terapia dirigida. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
La inmunoterapia es un tratamiento que estimula su sistema inmunitario o usa versiones artificiales de partes del sistema inmunitario para atacar a las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia pueden administrase por vía intravenosa (inyectados).
La inmunoterapia puede causar muchos efectos secundarios diferentes dependiendo del medicamento que se usa. Estos fármacos pueden ocasionar cansancio, malestar estomacal o erupciones cutáneas . La mayoría de estos problemas desaparece después que finaliza el tratamiento.
Podría haber efectos secundarios más graves si el sistema inmunitario comienza a atacar partes más normales del cuerpo, lo cual podría causar problemas graves en varios órganos. Quizás sea necesario detener la inmunoterapia y tomar esteroides para tratar este efecto secundario.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la inmunoterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Los estudios clínicos son una forma de tener acceso al tratamiento más novedoso. Es la mejor forma que tienen los médicos de encontrar mejores maneras para tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que tiene, es usted quien decide si quiere participar en el estudio. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, podrá optar por dejar de hacerlo en el momento que así lo decida.
Si le interesa participar en un estudio clínico, comience por preguntar al médico si en su clínica u hospital se realizan estudios clínicos. Refiérase al contenido sobre estudios clínicos para obtener más información.
Cuando usted tiene cáncer podría enterarse de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Estas maneras no siempre podrían ser tratamientos médicos convencionales, Estos tratamientos pueden ser vitaminas, hierbas, dietas especiales y otras cosas. Es posible que usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico primero si está pensando usar cualquier cosa, ya sea que se trate de una vitamina, una dieta u otra cosa.
Usted sentirá satisfacción cuando termine el tratamiento. Después de terminar su tratamiento, necesitará ir a consulta médica durante varios años. Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico para que le realicen exámenes, análisis de sangre y quizás otras pruebas que puedan indicar si el cáncer ha regresado.
Es posible que necesite realizar visitas de seguimiento a su médico después del tratamiento cada tantos meses durante el primer año, cada 3 a 6 meses durante el segundo año y con un poco menos de frecuencia después de eso. Durante estas visitas, su médico le preguntará sobre cualquier síntoma que tenga, si usa productos como cigarrillos o tabaco de mascar y le realizará un examen físico. Podrían utilizarse laringoscopias, análisis de sangre, exámenes dentales o estudios por imagen (como MRI o CT) para detectar signos de cáncer o efectos secundarios del tratamiento. Su médico le indicará las pruebas que debe hacerse y con qué frecuencia hacerlas en base a la etapa de su cáncer y al tipo de tratamiento que recibió.
Afrontar el cáncer y sobrellevar el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Probablemente considere cómo mejorar su salud. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su médico para descubrir qué puede hacer para sentirse mejor u obtener ayuda para dejar de fumar.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones sanas y sentirse tan bien como sea posible.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Biopsia: extracción de una pequeña porción de tejido para ver si contiene células cancerosas.
Epiglotis : Una membrana delgada que cumple la función de válvula , se encuentra en la base de la lengua y cubre la zona de las cuerdas vocales cuando traga. Evita que alimentos y líquidos ingresen a la tráquea.
Esófago : el tubo que lleva la comida desde la boca hasta el estómago
Glotis : la parte de la laringe que contiene las cuerdas vocales
Hipofaringe : la parte más baja de la garganta, desde la laringe hasta el esófago
Laringe : el órgano fonador, que se ubica debajo de la base de la lengua y por encima de la tráquea. Contiene las cuerdas vocales, que producen el sonido.
Metástasis: células cancerosas que se han propagado del lugar donde se originaron a otras partes del cuerpo.
Cavidad nasal: la parte interior de la nariz que está sobre el paladar
Nasofaringe : la parte de la garganta que está detrás de la nariz
Orofaringe : la parte de la garganta que está detrás de la boca
Subglotis : la parte inferior de la laringe, que va desde debajo de la laringe hasta la parte superior de la tráquea
Supraglotis : la parte superior de la laringe, por encima del órgano fonador
Tráquea : el tubo grande que lleva el aire hacia adentro y hacia afuera de los pulmones
Órgano fonador: la laringe, que se ubica debajo de la base de la lengua y por encima de la tráquea. Contiene las cuerdas vocales, que producen el sonido.
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Actualización más reciente: enero 21, 2021
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