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Cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales

Radioterapia para los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales

Los estudios han comprobado que las personas que reciben tratamiento en centros que tratan muchos cánceres de cabeza y cuello con radiación tienden a vivir más tiempo. Y debido a los tipos de cirugías complejas y la necesidad de coordinación entre los especialistas en cáncer para trazar un plan de tratamiento completo, es muy importante recibir tratamiento en centros oncológicos que sea administrado por oncólogos especializados en radiación con experiencia en el tratamiento de estos tipos de cánceres.

La radioterapia utiliza rayos de alta energía o partículas para destruir las células cancerosas. Al tratar los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales, la radiación puede usarse de varias maneras:

  • Como tratamiento principal (primario) para las personas que tienen tumores pequeños en la cavidad nasal. Esto no cambia su apariencia tanto como la cirugía.
  • Como tratamiento principal para las personas que no puedan someterse a una cirugía debido a cuestiones de salud o porque el tumor está demasiado avanzado para extirparlo con una cirugía.
  • Después de la cirugía (tratamiento adyuvante) para intentar eliminar cualquier área pequeña de cáncer que no se vea al momento de la cirugía y pueda quedar detrás. Este es el tratamiento más común para estos tumores: cirugía y luego radiación (a veces, dada con quimioterapia).
  • Antes de la cirugía (tratamiento neoadyuvante) para intentar reducir el tumor para que sea más fácil extirparlo. Puede darse junto con quimio.
  • Para ayudar a aliviar los problemas causados por el cáncer, como dolor, sangrado y dificultades de deglución cuando el cáncer se propaga a áreas más allá de la cabeza y el cuello. A esto se le llama tratamiento paliativo o de apoyo.
  • Para tratar un cáncer que ha regresado después del tratamiento (recurrente).
  • Para tratar los ganglios linfáticos en el cuello, incluso si no parecen contener células cancerosas. Pero no todos los médicos coinciden en esto.
  • Para los tumores avanzados de cavidad nasal o de senos paranasales, se administra quimioterapia junto con la radiación. A esto se le llama quimiorradiación. Suele funcionar mejor que la radiación sola, pero tiene más efectos secundarios. (Vea Quimioterapia para los cánceres de cavidad nasal y senos paranasales para obtener más información).

La radiación a esta parte del cuerpo puede afectar los dientes y las encías. Antes de comenzar los tratamientos de radiación, se le aconsejará ver a un dentista. Un dentista puede asegurarse de que su boca esté sana antes del tratamiento. Quizás le recomienden la extracción de ciertos dientes antes de comenzar la radiación, porque esto puede incrementar la probabilidad de sufrir infecciones durante el tratamiento. Durante y después del tratamiento, su dentista puede ayudar a detectar y tratar cualquier problema que pudiera surgir, como una infección o daño al diente y al hueso.

Deje de fumar antes del tratamiento contra los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales

Si usted fuma, debe dejar de fumar. Puede que su cáncer no se reduzca tanto si fuma durante el tratamiento, que tenga más efectos secundarios y que el tratamiento de radiación tenga un efecto reducido (lo cual puede aumentar su riesgo de que el cáncer vuelva). Fumar después del tratamiento también puede aumentar la probabilidad de tener un nuevo cáncer. Dejar de fumar para siempre (antes de comenzar el tratamiento, de ser posible) es la mejor manera de aumentar sus probabilidades de supervivencia. Nunca es tarde para abandonar el hábito. Para obtener ayuda, vea Cómo dejar de usar tabaco.

¿Qué tipo de radiación se usa para tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales?

Los tipos de radiación que podrían usarse para tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales son:

  • Radioterapia de rayo externo
  • Braquiterapia (radiación interna)

Radioterapia de rayo externo

El principal tipo de radioterapia que se utiliza para tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales es la radioterapia de rayo externo. La radioterapia de rayo externo enfoca un rayo de radiación desde una máquina ubicada afuera del cuerpo y hacia el cáncer.

Estos tumores están cerca de los ojos, el cerebro, glándulas, nervios y vasos sanguíneos. Antes de iniciar el tratamiento, el equipo de radiación realiza una tomografía computarizada (CT) para cuidadosamente tomar medidas y determinar los ángulos correctos para dirigir los haces de radiación y las dosis adecuadas de radiación. Podrían hacerle una máscara de malla de plástico flexible, pero resistente, para la cabeza y el cuello, que se usa para mantener la cabeza, el cuello y los hombros exactamente en la misma posición cada vez que recibe el tratamiento. Algunas personas pueden sentirse un poco confinadas al tener esta máscara puesta y quizás necesiten pedir un medicamento para ayudarles a relajarse durante el tratamiento. A veces, la máscara se puede ajustar para que no apriete tanto. Su oncólogo radiólogo puede conversar sobre las opciones con usted. También podrían tomarle la medida para hacerle un bloque de mordida para tener en la boca durante el tratamiento.

La radioterapia para los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales estándar se administra en fracciones diarias (dosis) 5 días por semana durante aproximadamente 6 o 7 semanas. Pueden usarse otros regímenes de radiación también.

  • El hiperfraccionamiento se refiere a una dosis de radiación ligeramente más baja que se administra más de una vez al día (por ejemplo, dos veces al día durante 7 semanas). El hiperfraccionamiento es un régimen que se utiliza con frecuencia para administrar radiación para estos cánceres.
  • El fraccionamiento acelerado se refiere a la dosis estándar de radiación dada cada día, pero durante un periodo de tiempo más corto (5 o 6 semanas), en lugar de las comunes 7 semanas. Por ejemplo, la radiación se administra 6 días por semana durante 5 semanas, en lugar de hacerlo 5 días por semana durante 7 semanas.

También hay técnicas de EBRT más avanzadas que ayudan a los médicos a enfocar la radiación con más precisión:

  • Radioterapia conformada en 3D (3D-CRT, por sus siglas en inglés): La 3D-CRT utiliza los resultados de estudios por imágenes y computadoras especiales para trazar la ubicación exacta del tumor. Varios rayos son configurados y dirigidos hacia el tumor desde distintas direcciones. Cada haz por sí solo es bastante débil, lo cual disminuye la probabilidad de que dañe los tejidos normales que atraviesa. No obstante, todos los haces alcanzan el tumor para darle una alta dosis de radiación.
  • Radioterapia de intensidad modulada (IMRT): La radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) es una forma avanzada de terapia 3D-CRT. La IMRT es la forma estándar de aplicar radiación de rayo externo a estos cánceres. Esta técnica emplea una máquina controlada por una computadora que de hecho se mueve alrededor del paciente a medida que emite la radiación. Además de configurar los rayos y dirigirlos al tumor desde varios ángulos, la intensidad (fuerza) de los rayos puede ajustarse para limitar la dosis que llega a los tejidos normales cercanos. Esto puede permitir que el médico dirija una dosis más alta al tumor y haya menos efectos secundarios.

Radioterapia con rayos de protones

La radioterapia con rayos de protones envía al cáncer rayos de protones en lugar de rayos X. A diferencia de los rayos X, que atraviesan al paciente y exponen al cuerpo a la radiación tanto antes como después de alcanzar el tumor, los protones se detienen después de viajar una cierta distancia. Así que los tejidos detrás del tumor quedan casi protegidos de la radiación e incluso los tejidos del frente del tumor están expuestos a menos radiación que el tumor. Esto significa que la radiación con rayos de protones puede emitir radiación al cáncer y causar menos daño a los tejidos normales adyacentes. Debido a que hay tantas estructuras importantes cerca, la radiación con rayos de protones puede usarse para tratar ciertos tumores de cavidad nasal y de senos paranasales. No obstante, es necesario hacer más estudios para evaluar los efectos secundarios a largo plazo y ver si es mejor que la IMRT.

Actualmente, la terapia con rayo de protones no está ampliamente disponible. Las máquinas necesarias para producir los protones son muy costosas, y no están disponibles en muchos centros de los Estados Unidos. En la actualidad puede que no todas las compañías de seguro cubran la radiación con rayos de protones.

Braquiterapia

La braquiterapia (también llamada radiación interna o radiación intersticial) es otra forma de dar radiación. Se coloca material radiactivo en el cáncer o cerca de él. La radiación solo se desplaza una distancia muy corta, lo que limita el daño a los tejidos normales cercanos. Este método de radioterapia interna puede usarse con la radioterapia de rayo externo (EBRT, por sus siglas en inglés) para tratar cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales, pero no es común. Es necesario llevar a cabo más investigaciones para saber si ayuda y cómo usarla.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la radioterapia para los cánceres de cavidad nasal o de senos paranasales?

Si usted va a recibir radioterapia, es importante que hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios para que sepa qué esperar y pueda encontrar las formas de manejarlos.

Los efectos secundarios comunes dependen del lugar donde se dirija la radiación y pueden incluir:

  • Problemas en el área de la piel tratada que van desde enrojecimiento hasta ampollas y descamación
  • Náuseas
  • Pérdida del apetito
  • Cansancio o debilidad
  • Problemas de deglución (tragar alimento)
  • Problemas de audición
  • Resequedad en los ojos o en la boca
  • Ronquera
  • Cambio en el gusto
  • Dolor en los huesos
  • Daño óseo
  • Daño cerebral (esto es infrecuente)

La mayoría de estos efectos secundarios desaparece cuando termina el tratamiento, aunque algunos pueden ser permanentes. Por ejemplo, si su ojo se encuentra en la trayectoria del haz de radiación, la radiación podría modificar cómo ve con ese ojo. Los efectos secundarios de la radiación tienden a empeorar si la quimioterapia se administra al mismo tiempo. Hable con su médico sobre cualquier efecto secundario que usted tenga, ya que suele haber formas de aliviarlos.

Llagas en la boca: Las personas que reciben tratamientos con radiación al área de la cabeza, el cuello y la garganta pueden desarrollar llagas dolorosas en la boca y la garganta que pueden dificultar mucho el consumo de alimentos y bebidas. Esto puede causar pérdida de peso y nutrición deficiente. Algunas personas podrían necesitar usar una sonda de alimentación, (llamada gastrostomía o sonda G) durante el tratamiento para nutrirse. Una vez que finaliza la radiación, las llagas de la boca sanan con el pasar del tiempo, aunque algunas personas continúan presentando dificultad al tragar mucho tiempo después de completar el tratamiento. Pregunte sobre ejercicios para tragar que ayuden a mantener esos músculos funcionando y que aumenten sus posibilidades de que pueda comer normalmente después del tratamiento.

Estrechamiento de la cavidad nasal: A veces, la radiación a la cavidad nasal puede causar que la cavidad se achique o que los tejidos nasales se peguen entre sí. Esto puede dificultar la respiración. Algunas técnicas simples, como girar suavemente un hisopo de algodón cubierto de vaselina en la nariz o enjuagar el interior de la cavidad nasal con agua salada podría ayudar a abrir el área apretada para que no sea difícil respirar.

Resequedad bucal: La radiación dirigida a la cabeza y al cuello podría ocasionar daño a las glándulas salivales, lo que causa resequedad bucal que no se alivia con el paso del tiempo. Esto también puede causar incomodidad y problemas para tragar. Además, puede provocar caries y dañar el hueso de la mandíbula. Las personas tratadas con radiación al cuello y la garganta tienen que prestar mucha atención a su salud oral y ver a sus dentistas con regularidad.

Problemas hormonales: Si la glándula pituitaria o la tiroides están expuestas a la radiación, pueden dañarse. Su médico le hará análisis de sangre para saber cómo están funcionando estas glándulas. Quizás sea necesario tomar medicamentos si hay problemas.

Linfedema: Algunas personas que reciben tratamiento con radioterapia podrían tener riesgo de desarrollar linfedema en las áreas de la cabeza y el cuello donde recibieron radiación. Estas áreas pueden hincharse y endurecerse. Esto podría ser peor, si la persona también tuvo una cirugía. Los medicamentos, la fisioterapia y la terapia de masajes podrían ser útiles algunas veces.

Daño a la arteria carótida: La radiación al área del cuello podría aumentar el riesgo de padecer una apoplejía muchos años después del tratamiento. Esto podría deberse a problemas de salud ya presentes antes de la radiación, como el estrechamiento de la arteria o un aumento de placa, ambos pueden disminuir el flujo sanguíneo. Las personas que fuman también corren riesgo. Es por esto que muchos médicos podrían programar ecografías con regularidad para usted luego del tratamiento, para mantener controladas las arterias.

Más información sobre radioterapia

Para acceder a información sobre cómo se usa la radioterapia en el tratamiento contra el cáncer, refiérase al contenido sobre radioterapia contra el cáncer.

Para saber más sobre los efectos secundarios relacionados al tratamiento contra el cáncer, refiérase al contenido sobre control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

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Actualización más reciente: abril 19, 2021

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