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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales
Los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales se originan en el área de la cabeza y el cuello. El cáncer que comienza en la cavidad nasal (la abertura detrás de la nariz) se llama cáncer de cavidad nasal. El cáncer que comienza en los senos paranasales (espacios llenos de aire en los huesos que rodean la nariz) se llama cáncer de senos paranasales. Estos cánceres comienzan cuando las células de la cavidad nasal y los senos paranasales crecen sin control y desplazan a las células normales.
El cáncer puede comenzar en cualquier parte del cuerpo. El cáncer que comienza en la cavidad nasal o en el área de los senos paranasales puede propagarse a otras partes del cuerpo, como los pulmones o los huesos, y crecer allí. Cuando las células cancerosas hacen esto, se le llama metástasis y las células cancerosas en el sitio nuevo se ven iguales a las del sitio donde se originó el cáncer. Cuando el cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales se propaga, se sigue llamando cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales. Solamente se le puede llamar cáncer de pulmón al cáncer que se haya originado en el pulmón.
La información después de las imágenes a continuación es sobre los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales.
Pídale a su médico que use estas imágenes para mostrarle dónde se ubica el cáncer.
La cavidad nasal
Los senos maxilares
Explore aquí el modelo tridimensional interactivo a color para conocer más.
La cavidad nasal y los senos paranasales están revestidos de una capa de tejido productor de moco (mucosa). La mucosa tiene muchos distintos tipos de células que incluyen células escamosas, células glandulares, células nerviosas y células que combaten infecciones. El cáncer puede originar en cualquiera de estas células.
Estos tipos de cáncer podrían pasar desapercibidos hasta que comienzan a ocasionar problemas que obligan a la persona a consultar a un médico. En ocasiones se detectan cambios durante consultas de rutina con el médico o el dentista. Es posible que se le remita a consultar a un médico especializado en afecciones nasales, del oído y de la garganta (otorrinolaringólogo, o a un cirujano de cuello y cabeza).
El médico le hará preguntas sobre su salud, su historial de tabaquismo y consumo de alcohol, cualquier exposición a sustancias químicas en su lugar de trabajo y le realizará exámenes y pruebas para averiguar qué está causando sus síntomas. Si los signos apuntan a un cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, es posible que necesite más pruebas. Las siguientes pruebas son algunas que se pudieran necesitar:
Examen completo de la cabeza y el cuello: El médico le palpará la zona de la cabeza y el cuello para detectar cualquier formación anormal. Le palpará los ganglios linfáticos del cuello para detectar cualquier cambio. Debido a que algunas partes de la nariz, la boca y la garganta no se ven fácilmente, el médico puede usar espejos, luces y/o sondas especiales delgadas con luz (endoscopios de fibra óptica) para observar estas áreas. Ya que las personas con cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales también tienen un mayor riesgo de otros cánceres en la región de la cabeza y el cuello, se examinan cuidadosamente todas las áreas de la cabeza y el cuello para detectar signos de cáncer.
Biopsia: En esta prueba, el médico extirpa un pequeño trozo del tejido, mediante una cirugía o con una aguja, de la zona donde parece estar el cáncer. El tejido se examina para determinar la presencia de células cancerosas. Esta es la mejor forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer.
Pruebas genéticas y de proteínas: Las células cancerosas en el tejido de la biopsia podrían analizarse en busca de genes o proteínas, como la PD-L1. Identificar los genes o proteínas que tiene su cáncer puede ayudar al médico a decidir si podría ser útil cierto tratamiento, como la inmunoterapia.
Tomografía por computadora (CT): Este estudio también se conoce en inglés como CAT scan. Es un tipo especial de radiografía que toma imágenes detalladas para ver en qué parte del área de la cavidad nasal o los senos paranasales está creciendo el cáncer. También puede ayudar a ver si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos, los pulmones u otros órganos. También se puede usar una tomografía computarizada para ayudar a realizar una biopsia (como se explica más arriba).
Imágenes por resonancia magnética: Las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para producir imágenes detalladas. Las MRI se usan para conocer más sobre el tamaño del cáncer y saber si se ha propagado a estructuras cercanas u otras áreas del cuerpo.
Radiografías: Se pueden hacer radiografías del pecho para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones. También podrían hacerle una radiografía del área de la cabeza para observar de cerca los senos paranasales.
Tomografía por emisión de positrones: La tomografía por emisión de positrones (conocida como PET scan, en inglés) usa un tipo especial de azúcar que puede verse en el interior de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Este estudio puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado.
Examen dental: Es probable que su dentista le haga un examen completo y quizás le tome algunas radiografías dentales y le extraiga algunos dientes que estén en mal estado antes de que se someta a cualquier radiación, ya que esta puede dañar las glándulas salivales y causar resequedad bucal. Los dientes en mal estado y la boca seca pueden aumentar las probabilidades de tener caries e infecciones.
Examen de audición: El medicamento de quimioterapia más comúnmente usado para tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales, llamado cisplatino, puede causar un zumbido en los oídos e incluso pérdida de audición. Puede que le hagan un examen de audición (con un audiograma) antes de comenzar el tratamiento y quizás le modifiquen la quimioterapia si usted no tiene buena audición de por sí.
Pruebas de nutrición y de habla: Puede que un nutricionista verifique su estado de nutrición antes, durante y después del tratamiento para intentar mantener su peso corporal y sus niveles de proteína lo más normales que sea posible. Un terapeuta del habla podría examinar qué tan bien usted traga y habla. Podría darle ejercicios para que haga con el fin de ayudar a fortalecer los músculos para que pueda comer y hablar normalmente una vez que termine el tratamiento.
Análisis de sangre: No se usan análisis de sangre para detectar los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales, pero estos pueden informar al médico sobre su salud general, como el funcionamiento de los riñones o el hígado.
Si usted tiene cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, el médico querrá saber cuánto se ha extendido, es decir, determinar la etapa (estadio) del cáncer. Conocer la etapa ayudará a su médico a decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.
La etapa describe el avance del cáncer en el lugar donde se originó. También indica si el cáncer se ha propagado a otros órganos cercanos o más distantes.
El cáncer puede encontrarse en etapa 0, 1, 2, 3 o 4. Entre menor sea el número, menor ha sido la propagación del cáncer. Un número más alto, como etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado del sitio donde se originó. Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer y lo que podría significar en su caso.
Es mejor dejar de fumar por completo antes de comenzar el tratamiento. Fumar durante el tratamiento contra el cáncer puede conducir a más efectos secundarios y a no recibir el beneficio completo del tratamiento. Fumar también puede aumentar el riesgo de que el cáncer vuelva después del tratamiento, como también el riesgo de desarrollar un nuevo cáncer. Dejar de fumar para siempre es la mejor manera de aumentar su probabilidad de sobrevivir.
Existen muchas formas de tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales:
Es posible que reciba más de un tipo de tratamiento. Por ejemplo, se puede administrar quimioterapia o terapia dirigida con medicamentos al mismo tiempo que la radiación.
El plan que a usted le resulte mejor dependerá de:
Es posible que se recurra a una cirugía para extirpar el cáncer y un borde del tejido sano que lo rodea. En algunos casos, podría ser necesario extirpar todo o parte del tabique (la pared intermedia que separa la cavidad nasal) o el hueso cercano. También puede realizarse una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos del cuello que podrían tener cáncer.
También podría utilizarse cirugía para ayudarle a tratar cosas que el cáncer puede haberle afectado. Por ejemplo, si no puede tragar debido al tumor, es posible que se le practique una cirugía para colocarle una sonda de alimentación. Algunas cirugías incluso podrían ayudar a reconstruir parte de la nariz.
Es posible que se recurra a una cirugía para extirpar el cáncer y una parte pequeña del tejido sano que lo rodea. En algunos casos, puede ser necesario extirpar todo o parte del seno paranasal (espacio lleno de aire en el hueso que rodea la nariz) o el hueso cerca de la cavidad ocular, el paladar o la nariz. También puede realizarse una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos del cuello que podrían tener cáncer.
También podría utilizarse cirugía para ayudarle a tratar cosas que el cáncer puede haberle afectado. Por ejemplo, si no puede tragar debido al tumor, es posible que se le practique una cirugía para colocarle una sonda de alimentación. Algunas cirugías pueden incluso ayudar a reconstruir parte del paladar para ayudarle a comer o la cavidad ocular.
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a las personas con cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales seguramente podrán ayudarle con cualquier problema que surja.
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. Puede administrarse sola o junto con la quimioterapia. La radiación también se puede utilizar para aliviar síntomas como dolor, sangrado, dificultad para tragar u otros problemas que ocurren si el cáncer ha crecido mucho o se ha propagado a otras áreas.
Existen dos maneras principales en las que puede administrarse la radiación.
Si su médico sugiere la radioterapia como tratamiento, pregúntele cuáles efectos secundarios podrían presentarse. Los efectos secundarios dependen del tipo de radioterapia que se utilice y la zona del cuerpo afectada. Los efectos secundarios más comunes son:
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después del tratamiento y muchos pueden ser tratados. pero algunos pueden durar más tiempo. Pregunte a los miembros del equipo de atención médica contra el cáncer lo que puede esperar.
Quimio (la forma abreviada de quimioterapia) es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. consiste del uso de medicamentos para combatir el cáncer se pueden inyectar en una vena o se toman como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a todo el cuerpo. La quimioterapia es aplicada en ciclos o series de tratamiento. Cada ciclo de tratamiento es seguido por un periodo de descanso. para que el cuerpo se recupere. La mayoría de las veces, la quimioterapia incluye dos o más medicamentos y, por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Para el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales, la quimioterapia suele darse junto con la radiación. A esto se le llama quimiorradiación.
La quimioterapia puede causarle sensación de cansancio, malestar en el estómago, o la caída de su cabello. Pero la mayoría de estos problemas desaparece después de que finaliza el tratamiento. Otros efectos secundarios, como problemas de audición o daño en los nervios, pueden durar mucho tiempo.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted presenta efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica contra el cáncer para que puedan ayudarle.
Los medicamentos de terapia dirigida pueden usarse para los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales. Estos medicamentos afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Puede que estos medicamentos surtan efecto incluso en casos en los que otros dejen de hacerlo, Dado que no funcionan de la misma manera que la quimioterapia, estos medicamentos suelen tener distintos efectos secundarios (a veces, menos graves).
Los efectos secundarios de la terapia dirigida dependen del medicamento que se usa. Estos medicamentos podrían causar dolor de cabeza o diarrea. También pueden causar cambios en las uñas o una erupción cutánea en la cara y la parte superior del pecho. Por lo general, estos efectos secundarios desaparecen después de que finaliza el tratamiento.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por los medicamentos de terapia dirigida. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
La inmunoterapia es un tratamiento que estimula su sistema inmunitario o usa versiones artificiales de partes del sistema inmunitario para atacar a las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia pueden administrase por vía intravenosa (inyectados).
La inmunoterapia puede causar diferentes tipos de efectos secundarios dependiendo del medicamento que se utiliza. Estos medicamentos pueden causar cansancio, malestar estomacal o erupciones cutáneas. La mayoría de estos problemas desaparece después que finaliza el tratamiento.
Podría haber efectos secundarios más graves si el sistema inmunitario comienza a atacar partes más normales del cuerpo, lo cual podría causar problemas graves en varios órganos. Quizás sea necesario detener la inmunoterapia y tomar esteroides para tratar este efecto secundario.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la inmunoterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Los estudios clínicos son una forma de tener acceso al tratamiento más novedoso. Es la mejor forma que tienen los médicos de encontrar mejores maneras para tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que tiene, es usted quien decide si quiere participar en el estudio. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, podrá optar por dejar de hacerlo en el momento que así lo decida.
Si le interesa participar en un estudio clínico, comience por preguntar al médico si en su clínica u hospital se realizan estudios clínicos. Refiérase al contenido sobre estudios clínicos para obtener más información.
Cuando usted tiene cáncer podría enterarse de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden ser vitaminas, hierbas, dietas especiales y otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Usted sentirá satisfacción cuando termine el tratamiento. Incluso después de terminar su tratamiento, seguirá viendo a su médico oncólogo por años. Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico para que le realicen exámenes, análisis de sangre y quizás otras pruebas que puedan indicar si el cáncer ha regresado.
Es posible que necesite realizar visitas de seguimiento a su médico después del tratamiento cada tantos meses durante el primer año, cada 3 a 6 meses durante el segundo año y con un poco menos de frecuencia después de eso. Durante estas visitas, su médico le preguntará sobre cualquier síntoma que esté teniendo, si consume productos como cigarrillos o tabaco de mascar, si bebe alcohol y le hará un examen físico. Podrían utilizarse exámenes de endoscopia, análisis de sangre, exámenes dentales o estudios por imagen (como MRI o CT) para detectar signos de cáncer o efectos secundarios del tratamiento. Su médico le indicará qué pruebas debe hacerse y con qué frecuencia, según la etapa de su cáncer y el tipo de tratamiento que recibió.
Afrontar el cáncer y sobrellevar el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Podría pensar qué cosas puede hacer para mejorar su salud. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su médico para descubrir qué puede hacer para sentirse mejor o para ayudarle a dejar de fumar.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones sanas y sentirse tan bien como sea posible.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Biopsia: extracción de una pequeña porción de tejido para ver si contiene células cancerosas.
Metástasis: células cancerosas que se han propagado del lugar donde se originaron a otras partes del cuerpo.
Cavidad nasal: la parte interior de la nariz que está sobre el paladar
Nasofaringe : la parte de la garganta que está detrás de la nariz
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Actualización más reciente: abril 19, 2021
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