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Cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales
Los cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales generalmente se detectan debido a los signos o síntomas que presenta la persona. Si se sospecha cáncer, se realizarán pruebas, a veces a cargo de especialistas, para confirmar el diagnóstico.
Se le preguntará acerca de su historial médico, cualquier problema que haya tenido y posibles factores de riesgo, como el lugar de trabajo y los productos químicos con los que trabaja. El médico le hará un examen físico para buscar signos de cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, así como otros problemas de salud.
Durante el examen, el médico le revisará cuidadosamente la zona de la cabeza y el cuello, incluida la nariz y los senos paranasales, para detectar entumecimiento, dolor, hinchazón o rigidez en la cara y los ganglios linfáticos del cuello. Buscará cambios en la simetría de los ojos y la cara (ambos lados deben ser más o menos iguales), cambios en la visión y cualquier otro problema.
Si el médico cree que puede tener cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, lo enviará a ver a un otorrinolaringólogo (un médico que se especializa en enfermedades del oído, la nariz y la garganta; también llamado médico ENT, por sus siglas en inglés). Este médico le revisará cuidadosamente los conductos nasales y el resto de la cabeza y el cuello.
Quizás también le examine la nariz, la garganta, la lengua y la boca, todo lo cual puede hacerse con una lámpara frontal y espejos pequeños (endoscopia indirecta) o con un endoscopio nasal (una sonda delgada, flexible e iluminada que se introduce por la nariz). Durante la endoscopia, se puede extraer una biopsia (un trozo de tejido) si se observa una zona anormal.
Las personas con cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales también tienen un mayor riesgo de padecer otros tipos de cáncer en la región de la cabeza y el cuello. Por lo tanto, le examinarán cuidadosamente todas las áreas de la cabeza y el cuello para detectar signos de cáncer.
Los estudios por imágenes utilizan rayos X, campos magnéticos o sustancias radiactivas para obtener imágenes del interior del cuerpo. Los estudios no se usan para diagnosticar cánceres de cavidad nasal o de senos paranasales, pero se pueden hacer por varias razones tanto antes como después del diagnóstico de cáncer. Algunas de estas razones son:
Las radiografías de la zona de la cabeza, principalmente de los senos paranasales, pueden mostrar si hay algún líquido o masa dentro de los senos paranasales (los senos paranasales normales deben estar llenos de aire). Esto sugeriría que algo anda mal, pero podría no ser un tumor. La mayoría de las veces, si la radiografía de los senos paranasales presenta anormalidad, esto significa que hay una infección. Las radiografías de los senos paranasales no se realizan con frecuencia porque muchos médicos prefieren hacer una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) en su lugar, que brinda una imagen más detallada que una radiografía.
Si le han diagnosticado cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, es posible que le hagan una radiografía de tórax para determinar si el cáncer se ha propagado a los pulmones, que es el sitio de propagación más común, aparte de los ganglios linfáticos del cuello.
Una tomografía computarizada (CT o CAT, por sus siglas en inglés) utiliza rayos X para generar imágenes transversales detalladas del interior del cuerpo. Esta prueba es muy útil para detectar cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales, medir el tamaño del tumor, mostrar si está creciendo hacia los tejidos cercanos y si se ha propagado a los ganglios linfáticos del cuello. Los detalles de los huesos se ven bien en la tomografía computarizada y esta puede mostrar si el tumor ha dañado el hueso que lo rodea. También se puede hacer una tomografía computarizada del pecho para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones.
Al igual que las tomografías computarizadas, las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) muestran imágenes detalladas del cuerpo. Sin embargo, las MRI utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. Las resonancias magnéticas son muy útiles para observar cánceres de cavidad nasal y de senos paranasales. Son mejores que las tomografías computarizadas para determinar si un cambio es líquido o un tumor. A veces, pueden ayudar al médico a diferenciar entre un bulto que es cáncer y uno que no lo es. También pueden mostrar si un tumor se ha propagado a los tejidos blandos cercanos, como el globo ocular, el cerebro o los vasos sanguíneos.
La tomografía por emisión de positrones (examen PET, por sus siglas en inglés), utiliza un tipo de azúcar ligeramente radiactiva que se inyecta en la sangre (conocida como fluorodesoxiglucosa o FDG) que se acumula principalmente en las células cancerosas. Luego se utiliza un escáner especial para crear imágenes de los lugares donde se acumuló la radiactividad en el cuerpo.
Se puede utilizar una tomografía por emisión de positrones para buscar posibles áreas de propagación del cáncer o si la tomografía computarizada o la resonancia magnética no muestran un tumor evidente. Este estudio también se puede usar para ayudar a determinar si un cambio detectado en otro estudio por imágenes es cáncer o no.
Estudio PET/CT: La PET suele combinarse con una CT usando una máquina especial que puede hacer ambos estudios al mismo tiempo. Esto permite al médico comparar las áreas de mayor radiactividad en la PET con la imagen detallada de la CT.
Para una gammagrafía ósea, se inyecta en la sangre una pequeña cantidad de material de baja radiactividad, que se acumula principalmente en las áreas anormales de los huesos. Este estudio puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado a los huesos. Esta prueba no suele ser necesaria porque los estudios PET generalmente pueden mostrar si el cáncer se ha propagado a los huesos.
En una biopsia, un médico extrae un pequeño trozo de tejido (una muestra) del área sospechosa para examinarlo de cerca en el laboratorio. Es la única manera de saber con certeza si tiene cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales. Si se detecta cáncer, las pruebas de laboratorio también pueden mostrar qué tipo de cáncer es y qué tan agresivo es (qué tan rápido crece y se propaga). Esta información es necesaria para ayudar a planificar el mejor tratamiento.
Los médicos observan de cerca la ubicación del tumor y los vasos sanguíneos que lo rodean para decidir dónde y cómo realizar la biopsia.
Las biopsias suelen realizarse en el consultorio del médico o en una clínica. Se utilizan medicamentos para adormecer la zona. Si el tumor está en un lugar de difícil acceso o puede sangrar mucho, la biopsia se realizará en un quirófano. Se pueden utilizar muchos tipos de biopsias para diagnosticar el cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, las cuales se describen a continuación. Vea Análisis de muestras de biopsia y citología para detectar cáncer para obtener más información.
En este tipo de biopsia, el médico inserta una aguja hueca y delgada directamente en un tumor o ganglio linfático para extraer células y/o unas gotas de fluido. El médico puede repetir este procedimiento para tomar varias muestras. Luego, las células pueden examinarse de cerca en el laboratorio para ver si son cancerosas.
La biopsia por aspiración con aguja fina (FNA, por sus siglas en inglés) se utiliza a menudo en pacientes con ganglios linfáticos inflamados en el cuello. En estos pacientes, la biopsia por FNA puede mostrar si la inflamación del ganglio linfático se debe a un cáncer o a una infección. En caso de que no se detecte cáncer con la FNA, esto solo significa que no se encontró cáncer en ese ganglio linfático. El cáncer aún podría estar en otros lugares. Si se presentan síntomas que podrían ser causados por cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales, puede que aún sean necesarios otros exámenes para encontrar la causa de los síntomas.
Las biopsias por FNA también pueden ser útiles en algunos pacientes a los que ya se les ha diagnosticado cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales. Si la persona tiene una protuberancia en el cuello, la FNA puede mostrar si la masa es cáncer. Finalmente, la FNA podría utilizarse en pacientes que hayan recibido una cirugía y/o radioterapia como tratamiento contra el cáncer para ayudar a establecer si una masa del cuello en el área tratada es tejido cicatricial o si es que el cáncer regresó (recurrencia).
Estos tipos de biopsias eliminan una mayor parte del tumor mediante una cirugía menor. Son los tipos más comunes de biopsias que se realizan para tumores nasales y de senos paranasales. Las biopsias de tumores en la nariz se pueden realizar utilizando herramientas especiales que se introducen en la nariz. Las biopsias de tumores que se encuentran en partes más profundas adentro del cráneo pueden requerir un procedimiento más complejo (vea a continuación).
Para realizar una biopsia por incisión, el cirujano corta un pequeño trozo del tumor. Para realizar una biopsia por escisión, se extirpa todo el tumor. En cualquier caso, la muestra de la biopsia se envía al laboratorio para su análisis.
Para tumores que se encuentran en partes más profundas adentro del cráneo, la forma de realizar la biopsia depende de su ubicación y tamaño.
Biopsia endoscópica: Algunos tumores que están en la profundidad de los conductos nasales pueden alcanzarse con un endoscopio, una sonda delgada y flexible con luz. Se pueden introducir instrumentos quirúrgicos largos y delgados a través del endoscopio para obtener una muestra para una biopsia.
Biopsia abierta (quirúrgica): En el caso de tumores que se encuentran dentro de los senos paranasales, es posible que el médico tenga que cortar la piel junto a la nariz y los huesos subyacentes para llegar a ellos. Estas operaciones se describen con más detalle en Cirugía para el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales.
Las muestras de biopsia (de la endoscopia o cirugía) se envían a un laboratorio, donde se examinan minuciosamente. Si se determina la presencia de cáncer, puede que se hagan más análisis de laboratorio sobre las biopsias para ayudar a clasificar mejor el cáncer y posiblemente determinar las opciones de tratamiento.
Pruebas de detección de ciertas proteínas en las células tumorales: Si el cáncer se ha propagado (si ha hecho metástasis) o ha regresado, los médicos probablemente buscarán ciertas proteínas en las células cancerosas. Por ejemplo, las células cancerosas podrían analizarse para detectar la proteína PD-L1, que puede predecir si el cáncer es más propenso a responder a un tratamiento con ciertos medicamentos de inmunoterapia.
Se pueden realizar otras pruebas en personas con diagnóstico de cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales. Estas pruebas no se usan para diagnosticar el cáncer, sino que podrían realizarse para determinar si una persona está lo suficientemente saludable como para recibir ciertos tratamientos, como cirugía o quimioterapia.
Deje de fumar: Es muy importante dejar de fumar antes de cualquier tratamiento contra el cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales. Si usted solía fumar cigarrillos antes de su diagnóstico, es importante no comenzar durante el tratamiento. Fumar durante el tratamiento puede provocar una mala respuesta al tratamiento de radiación, una mala cicatrización de las heridas, una baja tolerancia a la quimioterapia y una mayor probabilidad de muerte.
Análisis de sangre: Un recuento completo de células sanguíneas o CBC por sus siglas en inglés) determina si su sangre tiene los números normales de diferentes tipos de células sanguíneas. Por ejemplo, pueden indicar si usted tiene anemia (número bajo de glóbulos rojos), si el sangrado podría causarle problemas (por un número bajo de plaquetas) o si tiene un riesgo aumentado de infecciones (a causa de un número bajo de glóbulos blancos). Esta prueba se puede repetir regularmente durante el tratamiento, ya que muchos medicamentos contra el cáncer pueden reducir la cantidad de células sanguíneas producidas por la médula ósea. Los resultados de las pruebas de química sanguínea pueden ayudar a mostrar cómo están funcionando el hígado o los riñones.
Preoperatorio: Si se planea realizar una cirugía, también es posible que le hagan un electrocardiograma (ECG) para asegurar que su corazón esté funcionando bien. Algunas personas que se someten a una cirugía también pueden necesitar pruebas pulmonares conocidas como pruebas de función pulmonar (PFT, por sus siglas en inglés).
Examen dental: Su equipo de atención oncológica podría pedirle que consulte a su dentista antes de darle radiación, ya que puede dañar las glándulas salivales y provocar resequedad bucal. Esto puede elevar la probabilidad de tener caries, infecciones y que se quiebre el hueso de la mandíbula. El dentista también podría extraer algunos dientes antes de la radiación, si cree que podrían causar problemas durante el tratamiento.
Examen de audición: El medicamento de quimioterapia más comúnmente utilizado para tratar el cáncer de cavidad nasal y de senos paranasales, el cisplatino, puede afectar su audición. Lo más probable es que le revisen la audición (con un audiograma) antes de comenzar el tratamiento. Su médico también puede cambiar su plan de quimioterapia si ya tiene problemas de audición.
Pruebas de nutrición y de habla: Si ha perdido mucho peso debido al cáncer, es posible que un nutricionista evalúe su estado nutricional antes, durante y después del tratamiento para intentar mantener su peso corporal y sus niveles de proteínas lo más normales posible. También podría visitar a un terapeuta del habla que evaluará su capacidad para tragar y hablar según la ubicación del cáncer. Quizás le indiquen ejercicios para hacer durante el tratamiento con el fin de ayudar a fortalecer los músculos del área de la cabeza y el cuello para que pueda comer y hablar con normalidad después del tratamiento contra el cáncer.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
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Actualización más reciente: abril 19, 2021
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