Continuamente se llevan a cabo investigaciones en el área de los tumores de encéfalo y de la médula espinal. Actualmente, los científicos y los médicos buscan identificar las causas y las maneras de prevenir estos tumores, así como mejores pruebas para ayudar a distinguir a estos tumores y mejores formas de tratarlos.
Pruebas de laboratorio de tumores encefálicos
En los últimos años, los investigadores han descubierto algunos cambios en los genes, los cromosomas y las proteínas dentro de las células de tumores encefálicos que pueden ser utilizados para ayudar a predecir el pronóstico de una persona o para ayudar a guiar el tratamiento. Algunos ejemplos de cambios que pueden ser detectados en el laboratorio:
- Mutaciones en el gen IDH1 o IDH2
- Codeleciones cromosómicas 1p19q
- Metilación del promotor MGMT
Para obtener más información sobre cómo se utilizan estas pruebas, consulte Pruebas para tumores de encéfalo y de médula espinal en adultos.
También se pueden realizar pruebas en ciertas situaciones para buscar cambios en otros genes, como ATRX, TERT, H3F3A, BRAFy HELA.
Los investigadores también están identificando otros cambios en las células del tumor que podrían ayudar a guiar el tratamiento.
Técnicas por imágenes y quirúrgicas
Los avances recientes han hecho que la cirugía de tumores encefálicos sea más segura y eficaz. Algunas de estas nuevas técnicas incluyen:
Imágenes por resonancia magnética espectroscópica (MRSI)
En este enfoque, la información especialmente procesada de las imágenes por resonancia magnética espectroscópica (MRSI, descrita en Pruebas para tumores de encéfalo y de médula espinal en adultos) se utiliza para hacer un mapa de sustancias químicas importantes implicadas en el metabolismo tumoral. Las MRSI pueden ayudar a los cirujanos a dirigir sus biopsias a las áreas más anormales del tumor. También puede ayudar a los médicos a dirigir la radiación a las áreas correctas y evaluar los efectos de la quimioterapia o la terapia dirigida.
Imagenología con tensor de difusión (DTI) o tractografía
Se trata de un tipo de estudio por MRI que puede mostrar dónde se encuentran las vías principales (extensiones) de la materia blanca del encéfalo. Los cirujanos pueden analizar esta información antes de operar para ayudar a evitar estas partes importantes del encéfalo durante la extirpación de los tumores.
Cirugía guiada por fluorescencia
Para este abordaje, al paciente se le suministra un tinte especial fluorescente unas pocas horas antes de la cirugía. El tinte lo absorben algunos tumores que brillan cuando el cirujano los observa con una luz especial que tiene el microscopio quirúrgico. Esto permite al cirujano separar mejor el tumor del tejido encefálico normal. Los investigadores evalúan formas para mejorar los colorantes que se usan actualmente.
Métodos quirúrgicos más recientes para algunos tipos de tumores
Para tratar a algunos tumores cercanos a la glándula pituitaria se usa un endoscopio 3-D. Este es un tubo delgado que tiene en el extremo una diminuta cámara de video que permite al cirujano observar en 3 dimensiones la pequeña área que rodea al tumor. El cirujano pasa el endoscopio a través de un pequeño orificio que se hace en la parte trasera de la nariz para operar a través de los conductos nasales, disminuyendo así la posibilidad de causar daño al encéfalo. Se puede usar una técnica similar para tratar algunos tumores de los ventrículos, insertando un endoscopio por una pequeña abertura en el cráneo cerca de la línea de cabello. El tamaño, la forma y la posición del tumor determinan si se puede utilizar esta técnica.
Terapia térmica intersticial con láser (LITT)
Para algunos tumores que son difíciles de tratar quirúrgicamente, otra opción podría ser insertar en el tumor un láser diminuto ubicado en el extremo de una sonda delgada, a través de un agujero pequeño hecho en el cráneo. El láser se utiliza para calentar y destruir el tumor. Esta técnica es aún bastante nueva, por lo que los médicos todavía están estudiando acerca de las mejores maneras de usarla.
Radioterapia
Varios tipos de planificación de radioterapia externa más nuevos pueden ayudar a los médicos a administrar radiación con más precisión al tumor, lo que ayuda a conservar el tejido encefálico normal.
Las técnicas modernas de radiación como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), la terapia de arco de volumen modulado (VMAT), la terapia de rayo de protones, y la radioterapia guiada por imagen (IGRT) se describen en Radioterapia para tumores de encéfalo y de médula espinal en adultos.
También se están estudiando otros métodos nuevos de planificación y administración de radioterapia.
Quimioterapia
Además de desarrollar y probar nuevos medicamentos de quimioterapia, muchos investigadores están probando nuevas maneras de dirigir la quimioterapia al tumor encefálico.
La eficacia de muchos medicamentos de quimioterapia es limitada debido a que las aberturas muy controladas de los capilares del encéfalo, (conocidas como la barrera hematoencefálica), previenen que los medicamentos entren del torrente sanguíneo al encéfalo. Actualmente, los investigadores están tratando de modificar algunos de estos medicamentos colocándolos en diminutas gotas de grasa (liposomas) o adhiriéndolos a moléculas que cruzan normalmente la barrera hematoencefálica para ayudarlos a funcionar mejor. Esta es un área en la cual actualmente se están llevando a cabo investigaciones y estudios clínicos.
Otras estrategias nuevas de tratamiento
Los investigadores también están estudiando algunos métodos más nuevos de tratamiento que puedan ayudar a los médicos a combatir los tumores con más precisión. Esto podría llevar a tratamientos que funcionen mejor y que causen menos efectos secundarios. Varios de estos tratamientos aún siguen bajo estudio.
Vacunas tumorales y otros tipos de inmunoterapia
Se están probando varias vacunas contra los tumores del encéfalo. Contrario a las vacunas contra las infecciones, estas vacunas ayudan a tratar la enfermedad en lugar de prevenirla. El objetivo de las vacunas consiste en estimular el sistema inmunitario del cuerpo para atacar al tumor encefálico. Los resultados de estudios preliminares de vacunas para ayudar a tratar el glioblastoma han sido promisorios, aunque se necesita más investigación para determinar cuán eficaces son estas vacunas.
Los investigadores también están evaluando otros tipos de tratamientos que podrían reforzar la respuesta inmunitaria contra los tumores encefálicos.
Actualmente, las vacunas contra tumores encefálicos y otros tipos de inmunoterapia solo están disponibles en estudios clínicos.
Medicamentos de terapia dirigida (como inhibidores del factor de crecimiento)
Las células tumorales a menudo son muy sensibles a las proteínas llamadas factores de crecimiento, las cuales provocan que estas células crezcan y se dividan. Los medicamentos más nuevos combaten a algunos de estos factores de crecimiento, lo que puede desacelerar el crecimiento de las células tumorales o incluso causar que éstas mueran. Muchos medicamentos de terapia dirigida ya se están usando para otros tipos de cáncer, y algunos se estudian para determinar si también son eficaces contra los tumores encefálicos.