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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Si su nivel de PSA en la sangre muestra que el cáncer de próstata no ha sido curado o ha regresado (recurrencia) después del tratamiento inicial, el tratamiento adicional a menudo puede aún ser beneficioso. El tratamiento de seguimiento dependerá del lugar donde se cree está el cáncer y de qué otros tratamientos recibió. Pueden hacerse estudios por imágenes, tales como las tomografías computarizadas, las imágenes por resonancia magnética, o las gammagrafías óseas para tener una mejor idea de la localización del cáncer.
Si todavía se sospecha que el cáncer está únicamente en el área de la próstata, puede ser posible un segundo intento para curarlo.
Después de la cirugía: en caso de que se haya hecho una prostatectomía radical, algunas veces la radioterapia puede ser una opción junto con la terapia hormonal.
Después de la radioterapia: si la radiación fue su primer tratamiento, las opciones de tratamiento pueden incluir la crioterapia o la prostatectomía radical, pero cuando se llevan a cabo estos tratamientos después de la radiación, esto conlleva un mayor riesgo de efectos secundarios, tal como incontinencia. Por lo general, repetir la radioterapia no es una opción debido a que hay más posibilidades de efectos secundarios graves, aunque en algunos casos la braquiterapia puede ser una opción como un segundo tratamiento después de la radiación externa.
En ocasiones, puede que no esté claro exactamente dónde se encuentra el cáncer restante en el cuerpo. Si el único signo de recurrencia del cáncer es un nivel de PSA que está aumentando (en lugar del cáncer que se observa en estudios por imágenes), otra opción para algunos hombres podría ser la vigilancia activa en lugar de tratamiento activo. El cáncer de próstata a menudo crece lentamente, por lo que incluso si regresa, puede que no cause problemas durante muchos años, momento en el que el tratamiento adicional podría entonces ser considerado.
Varios factores, como la rapidez con que el PSA aumenta y la puntuación original de Gleason pueden ayudar a predecir cuán pronto el cáncer aparecerá en partes distantes del cuerpo, causando problemas. Si el PSA aumenta muy rápidamente, algunos médicos pueden recomendar que usted comience el tratamiento incluso antes de que el cáncer se pueda observar por medio de exámenes o que cause síntomas.
La observación puede ser una opción más atractiva para ciertos grupos de hombres, como aquellos de edad más avanzada y en quiénes el nivel de PSA aumenta lentamente. Aun así, no todos los hombres pueden sentirse cómodos con este enfoque.
Si el PSA está aumentando lo suficientemente rápido como para requerir tratamiento, pero los tratamientos localizados (como cirugía, radioterapia o crioterapia) no parecen ser útiles, la terapia hormonal suele ser la siguiente opción. Si un tipo de terapia hormonal no es útil, se puede intentar otro tipo (consulte información sobre el cáncer de próstata resistente a la castración más adelante).
Si el cáncer se propagó fuera de la próstata, con mayor probabilidad alcanzará primero a los ganglios linfáticos adyacentes, y luego a los huesos. Con menos frecuencia, el cáncer se propagará al hígado o a otros órganos.
Cuando el cáncer de próstata se ha propagado a otras partes del cuerpo (incluyendo los huesos), es posible que la terapia hormonal sea el tratamiento más eficaz. Sin embargo, la terapia hormonal probablemente no curará el cáncer y en algún momento podrá dejar de surtir efecto. Por lo general, el primer tratamiento es agonista de hormona liberadora de la hormona luteinizante (LHRH), antagonista de LHRH u orquiectomía, a veces junto con un medicamento antiandrógeno o abiraterona. Otra opción puede ser recibir quimioterapia suministrada más a menudo junto con la terapia hormonal. También se pueden usar otros medicamentos dirigidos a las metástasis en los huesos.
La terapia hormonal a menudo es muy eficaz en reducir el tamaño o desacelerar el crecimiento del cáncer de próstata que se ha propagado, aunque por lo general se vuelve menos eficaz con el pasar del tiempo. Los médicos utilizan diferentes términos para describir los cánceres que ya no responden a las hormonas.
Actualmente, los hombres con cánceres de próstata que siguen creciendo a pesar de la terapia hormonal inicial tienen muchas más opciones de tratamiento que las que tuvieron hace algunos años.
Si un antiandrógeno no fue parte de la terapia hormonal inicial, con frecuencia se agrega en este momento. En caso de que el hombre esté recibiendo un antiandrógeno, pero el cáncer siga creciendo, suspender el antiandrógeno (mientras se continua con otros tratamientos hormonales) parece ayudar algunas veces.
También pueden ser útiles otras formas de terapia hormonal por un tiempo, especialmente si el cáncer está causando pocos o ningún síntoma. Estas incluyen: abiraterona (Zytiga), enzalutamida (Xtandi), apalutamide (Erleada), darolutamida (Nubeqa), ketoconazol, estrógenos (hormonas femeninas), y corticosteroides.
La vacuna contra el cáncer de próstata, sipuleucel-T (Provenge), es otra opción para los hombres cuyo cáncer está causando pocos o ningún síntoma. Este tratamiento puede no reducir los niveles de PSA, pero a menudo puede ayudar a los hombres a vivir por más tiempo.
Para los cánceres que ya no responden a la terapia hormonal inicial y que están causando síntomas, pueden existir varias opciones disponibles.
A menudo, la quimioterapia con el medicamento docetaxel (Taxotere) es la primera opción debido a que ha demostrado ayudar a los hombres a vivir por más tiempo, así como a reducir el dolor. Si el docetaxel no da buenos resultados o deja de funcionar, puede que otros medicamentos de quimioterapia, como cabazitaxel (Jevtana), sean útiles.
En cierto punto, otras opciones podrían inlcuir:
Los bisfosfonatos o el denosumab pueden a menudo ayudar si el cáncer se propagó a los huesos. Estos medicamentos pueden reducir el dolor e incluso desacelerar el crecimiento del cáncer en muchos hombres. También otros medicamentos y métodos pueden ayudar a mantener bajo control el dolor y otros síntomas. La radioterapia externa puede ayudar a tratar el dolor de los huesos si solo está presente en pocos lugares. A menudo, los radiofármacos pueden reducir el dolor si está más generalizado, y también pueden desacelerar el crecimiento del cáncer.
Asegúrese de informar a su médico y al equipo de profesionales de la salud que le atiende si usted siente dolor causado por el cáncer de próstata.
Actualmente se están probando varios medicamentos nuevos y prometedores contra el cáncer de próstata, incluyendo vacunas, anticuerpos monoclonales y otros tipos de medicamentos recientes. Debido a que la capacidad de tratar el cáncer de próstata hormono-refractario aún no es lo suficientemente eficaz, se exhorta a los hombres a participar en estudios clínicos para explorar nuevas opciones.
La información sobre los tratamientos que se incluye en este artículo no constituye una política oficial de la Sociedad Americana Contra El Cáncer y no tiene como objetivo ofrecer asesoramiento médico que remplace la experiencia y el juicio de su equipo de atención médica contra el cáncer. Su objetivo es ayudar a que usted y su familia estén informados para tomar decisiones conjuntamente con su médico. Es posible que su médico tenga motivos para sugerir un plan de tratamiento distinto a estas opciones generales de tratamiento. No dude en hacer preguntas a su médico sobre sus opciones de tratamiento.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
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Actualización más reciente: junio 8, 2023
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