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Los investigadores han encontrado varios factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que una persona presente pólipos o cáncer colorrectal.
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de llegar a tener alguna enfermedad, como el cáncer.
Cada tipo de cáncer tiene diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes de cáncer en la familia, no se pueden cambiar.
No obstante, si se tiene uno, o hasta muchos factores de riesgo, no necesariamente significa que se padecerá la enfermedad. Además, puede que algunas personas que llegan a padecer la enfermedad no tengan ningún factor de riesgo conocido.
Muchos factores relacionados con el estilo de vida han sido vinculados al cáncer colorrectal. De hecho, más de la mitad de todos los cánceres colorrectales están relacionados con factores de riesgo que se pueden cambiar.
Si usted tiene sobrepeso u obesidad, el riesgo de desarrollar y morir por cáncer colorrectal es mayor. El sobrepeso aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en la gente, aunque esta asociación parece ser más contundente entre los hombres. Lograr y mantener un peso saludable también podría ayudar a reducir su riesgo.
Las personas con diabetes mellitus tipo 2 son más propensas a desarrollar cáncer colorrectal que las personas que no la tienen. Los investigadores sospechan que este mayor riesgo puede deberse a los altos niveles de insulina en personas con diabetes mellitus. Tanto la diabetes tipo 2 como el cáncer colorrectal comparten algunos de los mismos factores de riesgo (como tener sobrepeso e inactividad física). Sin embargo, aun cuando se toman estos factores en consideración, las personas con diabetes tipo 2 todavía presentan un mayor riesgo. Estas personas también suelen tener un pronóstico menos favorable después del diagnóstico.
Una alimentación con un alto consumo de carne roja (como res, cerdo, cordero o hígado) y carnes procesadas (salchicha, hot dogs y algunos embutidos) pueden aumentar su riesgo de cáncer colorrectal.
Las carnes cocinadas a temperaturas muy altas (fritas, asadas o a la parrilla) pueden liberar químicos que podrían aumentar el riesgo de cáncer.
Tener un recuento bajo en el nivel de vitamina D puede que también incremente su riesgo.
Mantener un patrón de alimentación saludable en el que se incluya muchas frutas, verduras, y granos enteros (integrales) y que además se limite o evite el consumo de carnes rojas y carnes procesadas al igual que el consumo de bebidas endulzadas con azúcar, probablemente reduce el riesgo.
Las personas que hayan fumado o consumido productos del tabaco durante mucho tiempo son más propensas de desarrollar y morir de cáncer colorrectal que las personas que no lo hacen. Fumar tabaco también aumenta el riesgo de que las personas desarrollen pólipos en el colon. Se sabe que fumar causa cáncer de pulmón, pero también está relacionado con muchos otros tipos de cáncer. Si usted fuma y quiere saber más sobre cómo dejar de fumar, refiérase a la información que se incluye en nuestra guía para dejar de fumar.
El cáncer colorrectal ha sido vinculado al consumo excesivo de alcohol. Incluso el consumo de alcohol ya se a un nivel de ligero a moderado aún está asociado con algo de riesgo. Lo mejor es no beber alcohol. En caso de consumirlo, lo que se indica es que el consumo por día no sea superior a dos bebidas para los hombres y una para las mujeres. Limitar de esta manera el consumo podría resultar en muchos beneficios para la salud, entre ellos, la reducción en el riesgo de desarrollar muchos tipos de cáncer.
Su riesgo de cáncer colorrectal aumenta con la edad. Los adultos jóvenes pueden llegar a tenerlo, pero es mucho más común después de los 50 años de edad. El cáncer colorrectal está aumentando entre las personas menores de 50 años y aún no se tiene certeza del motivo.
Las personas de origen nativo-americano, así como las personas nativas de Alaska presentan la mayor tasa de incidencia de cáncer colorrectal en los Estados Unidos., seguidos por las personas afrodescendientes de ambos sexos.
Las personas de origen judío de Europa Oriental (o judíos asquenazíes) presentan uno de los mayores riesgos de cáncer colorrectal en comparación con cualquier otro grupo étnico en el mundo.
Los hombres que desarrollan cáncer colorrectal son más propensos a morir a causa de ello que las mujeres. Aún no hay certeza sobre la razón de esto. Las mujeres con cáncer colorrectal son más propensas a desarrollarlo en el lado derecho del colon, especialmente quienes ya hayan pasado la etapa de la menopausia.
Se ha descubierto que las personas cuya vesícula biliar se les ha extraído (colecistectomía) presentan un riesgo ligeramente mayor de desarrollar cáncer de colon en el lado derecho. No hay total certeza del por qué, y por ello aún se sigue investigando al respecto.
Si usted tiene un antecedente de pólipos adenomatosos (adenomas), entonces eso aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Esto es especialmente cierto si los pólipos son grandes, si existen muchos de ellos, o si alguno de ellos muestra displasia.
Haber tenido cáncer colorrectal, aunque se haya extirpado por completo, incrementa la probabilidad de desarrollar nuevos cánceres en otras áreas del colon y del recto. Las probabilidades de que esto suceda son mucho mayores si usted padeció su primer cáncer colorrectal siendo joven.
Su riesgo de cáncer colorrectal es mayor si usted padece la enfermedad inflamatoria del intestino (IBD, por sus siglas en inglés), incluyendo colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
La IBD es una afección en la que el colon se encuentra inflamado por un tiempo muy prolongado. Las personas que han padecido IBD por muchos años, especialmente si no ha sido tratada, a menudo llegan a tener displasia. El término displasia se utiliza para describir las células en el revestimiento del colon o del recto que lucen anormales sin que sean células cancerosas. Estás células pueden volverse cancerosas con el paso del tiempo.
Si usted padece IBD, puede que necesite empezar las pruebas de detección para el cáncer colorrectal a una edad más temprana y realizarlas con más frecuencia.
La enfermedad inflamatoria intestinal es diferente al síndrome del intestino irritable (IBS), el cual no parece que aumente su riesgo de cáncer colorrectal.
El haber superado previamente un cáncer cuyo tratamiento haya incluido radioterapia a la región del colon (es decir, área pélvica y abdominal), incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal. Haber recibido radioterapia en esta región del cuerpo, en espacial durante la infancia, implica una necesidad de comenzar a hacer las pruebas para la detección del cáncer colorrectal a una edad más temprana y con mayor frecuencia.
Asimismo, algunos estudios sugieren que los hombres que hayan recibido radioterapia para tratar el cáncer de próstata podrían tener un mayor riesgo de cáncer rectal, ya que el recto recibe algo de la radiación empleada en el tratamiento. La mayoría de estos estudios se basa en los hombres tratados en la década de 1980 y 1990, cuando los tratamientos de radiación eran menos precisos de lo que son hoy en día. El efecto que tienen los métodos más recientes en la emisión de radiación sobre el riesgo de cáncer de recto se desconoce.
La mayoría de los cánceres colorrectales se descubren en personas sin antecedentes familiares de cáncer colorrectal. A pesar de esto, tanto como 1 por cada 3 personas que llega a padecer cáncer colorrectal tiene otros familiares que lo han padecido.
Las personas con un antecedente de cáncer colorrectal en un familiar de primer grado (padre, madre, hermanos, hermanas o hijos) tienen un mayor riesgo. El riesgo es aún mayor si el cáncer del miembro familiar le fue diagnosticado antes de haber cumplido 50 años, o si hubo más casos de cáncer colorrectal entre los familiares de primer grado.
Las razones para el riesgo más elevado no están claras en todos los casos. Los cánceres que “vienen de familia” pueden deberse a genes heredados, a que se comparten factores ambientales o a cierta combinación de estos factores.
Tener familiares que hayan tenido pólipos adenomatosos también está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de colon (los pólipos adenomatosos son la clase de pólipos que se pueden convertir en cáncer).
Si usted presenta un antecedente de pólipos adenomatosos o de cáncer colorrectal en su familia, consulte con su médico sobre la posible necesidad de comenzar a hacer las pruebas de detección a una edad más temprana. Si usted ha tenido pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal, es importante que informe a sus familiares cercanos para que puedan notificar de esto a sus médicos y comiencen las pruebas de detección a la edad adecuada.
Alrededor del 5% de las personas que padecen cáncer colorrectal presentan cambios genéticos hereditarios (mutaciones) que pueden causar síndromes de cáncer familiar y que pueden llevar a padecer la enfermedad.
Los síndromes hereditarios más comunes asociados con el cáncer colorrectal son el síndrome de Lynch (cáncer colorrectal hereditario sin poliposis o HNPCC) y la poliposis adenomatosa familiar (FAP, siglas en inglés), pero otros síndromes menos comunes también pueden incrementar el riesgo de cáncer colorrectal.
El síndrome de Lynch el síndrome hereditario de cáncer colorrectal más común. Es responsable de 2% a 4% de todos los casos de cáncer colorrectal aproximadamente. En la mayoría de los casos, este trastorno es causado por un defecto hereditario en ya se cualquiera de los genes MLH1, MSH2,MSH6, PMS2 o EPCAM, pero cambios en otros genes también pueden ocasionar el síndrome de Lynch. Estos genes, llamados genes de reparación de errores de coincidencia del ADN (MMR), normalmente ayudan a reparar el ADN que ha sido dañado.
Los cánceres asociados a este síndrome suelen desarrollarse cuando las personas son relativamente jóvenes y con una tendencia a surgir en la parte derecha del colon. Las personas con síndrome de Lynch pueden presentar pólipos, pero suelen tener pocos solamente. Las personas con esta afección pueden llegar a tener un riesgo de hasta 50% de padecer cáncer colorrectal durante el transcurso de su vida dependiendo de qué gen esté afectado.
Las mujeres con esta afección también tienen un riesgo muy alto de cáncer de endometrio (el revestimiento del útero). Otros cánceres asociados con el síndrome de Lynch incluyen el cáncer de ovario, estómago, intestino delgado, páncreas, riñón, próstata, uréteres (conductos que llevan la orina desde los riñones hasta la vejiga) y vías biliares. Las personas con el síndrome de Turcot (una afección no común hereditaria) que presenten algún defecto en uno de los genes del síndrome de Lynch presentan un mayor riesgo de cáncer colorrectal, así como de un tipo específico de cáncer cerebral denominado giloblastoma.
Para más información sobre el síndrome de Lynch, refiérase a ¿Conocemos las causas del cáncer colorrectal?, ¿Se puede prevenir el cáncer colorrectal? y Síndromes de cáncer familiar.
La poliposis adenomatosa familiar (FAP, siglas en inglés) es causada por cambios (mutaciones) en el gen APC que una persona hereda de sus padres. Aproximadamente 1% de todos los cánceres colorrectales son causados por poliposis adenomatosa familiar.
En el tipo más común de FAP, se desarrollan cientos o miles de pólipos en el colon y el recto de una persona, a menudo comenzando entre los 10 y 12 años. El cáncer generalmente se desarrolla en 1 o más de estos pólipos a los 20 años. A los 40 años, casi Todas las personas con FAP tendrán cáncer de colon si no se les ha extirpado el colon para prevenirlo. Las personas con FAP también están en mayor riesgo de cáncer de estómago, intestino delgado, páncreas, hígado y de algunos otros órganos.
Hay tres subtipos de FAP:
Puesto que muchos de estos síndromes se asocian a cáncer colorrectal a una edad temprana y a otros tipos de cáncer, identificar a las familias con estos síndromes hereditarios es importante. Esto permite a los médicos recomendar medidas específicas como pruebas de detección y otras medidas preventivas cuando la persona es más joven. Para más información sobre la evaluación del riesgo, asesoría genética y pruebas genéticas para muchos de estos síndromes, refiérase al contenido sobre pruebas genéticas, detección y prevención para las personas con antecedentes contundentes de cáncer colorrectal en la familia.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
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Actualización más reciente: enero 29, 2024
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