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Supervivencia durante y después del tratamiento

Asuntos especiales para la nutrición de niños con cáncer

Pérdida de peso

Mantenerse un peso saludable puede ser difícil para niños con cáncer durante y después del tratamiento. Los efectos secundarios que se originan por el tratamiento, así como los cambios en el gusto, la sensación de mucho cansancio o la ansiedad pueden en conjunto hacer que el niño no tenga apetito y pierda su interés por comer. Incluso si el niño está consumiendo suficientes calorías, puede que no estén recibiendo los nutrientes que requieren para poder tolerar y recuperarse de los tratamientos.

Maneras para fomentar un mayor consumo de proteínas y calorías en su hijo

  • Anime a su hijo a comer más cuando se sienta bien.
  • Ofrezca a su hijo comidas pequeñas o bocadillos durante todo el día en lugar de 3 comidas grandes. Los bocadillos ideales son aquellos como crema de cacahuate (mantequilla de maní) y galletas saladas, palitos de queso, budines, ates de fruta y cereal con lechen entera.
  • No opte por las versiones "bajas en grasa" de los productos.
  • Procuren consumir algún bocadillo o comida ligera cuando sepa que el niño podría sentir hambre. Asegúrese de incluir alimentos que tengan un alto contenido de calorías, proteínas y algo de grasa.
  • Procure que su hijo tenga su comida más grande del día a la hora en que tenga más apetito. Por ejemplo, si su hijo tiene más hambre en la mañana, haga del desayuno su comida más grande.
  • En lugar de ingerir bebidas con las comidas, trate que su hijo tome la mayor parte de los líquidos entre comidas. Estar tomando líquido entre los bocados de la comida puede provocar una sensación de llenura más rápido.
  • Use vasos, tazas y sorbetes (pajillas, popotes, calimete) coloridos para animar a su hijo para que tome agua y/u otros líquidos durante todo el día.
  • Las bebidas endulzadas con azúcar pueden reducir el nivel de apetito, por lo que el agua y las bebidas que no estén endulzadas con azúcar son más recomendables.
  • Use moldes para cortar galletas para dar a los emparedados o sándwiches un contorno que resulte curioso y divertido para el niño, lo cual también se puede hacer con la gelatina, cortes de carne y quesos.
  • Haga graciosas caras en el plato con las frutas y verduras (muchos libros de cocina para niños incluyen ejemplos de esto).
  • Sirva los alimentos en recipientes fuera de lo común o en platos de personajes de los cuentos de historietas (cómics).
  • Tengan días de campo o picnics (ya sea al aire libre o acondicionando una sección para "acampar" en alguna habitación.
  • Permita que su hijo le ayude a planear y preparar los alimentos. La ayuda con la planeación puede ser tan sencilla como permitir que su hijo sea quien escoja entre opciones de verduras y vegetales.
  • Invite a los amigos de su hijo a comer en su casa.
  • Planifique de antemano las comidas que saltará debido a citas médicas y a citas de tratamiento. Lleven consigo agua y algo para comer que sea práctico, como un emparedado o sándwich con pan integral, frutas y otros bocadillos.
  • Anime a su hijo para que esté activo físicamente. La actividad puede aumentar el apetito.

No obligue al niño a comer cuando simplemente no pueda hacerlo, pero ambos colaboren en forma un plan que resulte aceptable para ambos en cuanto a las comidas Evite hacer de la comida algo que se torne en una lucha de poder Consulte con el equipo de profesionales médicos de su hijo en caso de no consumir suficiente comida.

Aumento de peso

En algunos casos, el niño puede que empiece a tener un aumento de peso durante y tras el tratamiento. Los estudios muestran que la mayoría de los niños que reciben tratamiento contra el cáncer consumían suficientes calorías, pero lo hacían mediante un alimentación no saludable De hecho, un niño con cáncer en promedio no comerá suficientes frutas y verduras, productos de origen vegetales y los que son de granos enteros debido a que tienen un consumo elevado de golosinas y bocadillos con un alto contenido de sodio. Sin los alimentos saludables, los niños con cáncer estarían consumiendo poco de los nutrientes que requieren para sobrellevar la enfermedad y su tratamiento, al igual que para mantener un crecimiento y desarrollo normal. Además, este tipo de productos ("comida chatarra") puede resultar en un sobrepeso en los niños que impactará negativamente en el estado de salud posteriormente.

El equipo de atención médica también puede brindarle consejos sobre cómo planificar comidas y meriendas que satisfagan a su hijo, pero que no sean altas en calorías. Solicite hablar con alguno de este tipo de profesionales de la salud en caso de que no haya uno presente entre los médicos que atienden al niño. Ofrézcale a su hijo alimentos frescos y nutritivos que llenen, tales como los de origen vegetal como frutas, ensaladas y verduras, así como sopas caseras, carnes no procesadas, productos lácteos, panes y pastas. Su hijo no tiene que sentirse privado de sus comidas favoritos, aunque puede ser una buena idea hacer algunos cambios en la receta. Considere una pizza de corteza fina con queso de bajo contenido de sodio para aquellos que aman la pizza, y tiras de filete de pollo y papa horneados para los amantes de las croquetas de pollo y las papas fritas. Ningún alimento es especialmente perjudicial, pero la manera en que es preparado o el tamaño de la porción puede que no sean saludables. Otra opción es que brindar la posibilidad de comer estos alimentos con menos frecuencia y de manera disciplinada (por ejemplo, una vez a la semana).

En el caso de que el niño esté teniendo un incremento en el peso durante y tras el tratamiento contra el cáncer, el enfoque deberá permanecer en que eventualmente sea el niño quien opte por las elecciones saludables y a que tenga actividad física como parte normal en su día. Esto no solo será para contrarrestar algo del peso adicional, sino que resultará benéfico en la vida posterior del niño al estar bien informados. El cáncer y su tratamiento puede que interfieran con las actividades físicas y deportivas que solían tener, y tomar medidas para lograr recuperar esto tan pronto sea posible resultará muy útil.

A continuación se mencionan ciertas medidas para incrementar las opciones de alimento sanos y de actividad física en los niños.

  • Ofrezca bocadillos a horas programas que sean saludables, procurando que no se hayan aderezado con algo para hacerlos más apetecibles.
  • Anime a que su hijo continue siendo tan activo como solía serlo, especialmente una vez que se haya finalizado con el tratamiento.
  • Tomen pasos caminando o en bicicleta
  • Acudan a algún centro comunitario de recreación deportiva (como YMCA o club deportivo).
  • Acudan juntos en familia al parque.
  • Procuren ser activos físicamente con el uso de juegos, juguetes que impliquen movimiento (balones deportivos, volar algún cometa, etc.).
  • Fuera del hospital, el tiempo para los videojuegos y otras formas de entretenimiento centradas en alguna pantalla se deberá limitar.
  • Al permanecer en un hospital, vean la manera de salir a tomar algún paseo entre las instalaciones cuando el niño indique que se siente mejor.
  • Hable con su médico o acuda con algún fisioterapeuta para hablar sobre las maneras de poder recuperar la masa muscular, la fuerza y la flexibilidad.
  • Incluya alimentos vegetales, como verduras, granos enteros, frutas y frijoles en la dieta de su hijo.
  • Eviten las bebidas endulzadas con azúcar como las sodas y bebidas energéticas endulzadas con jugos.
  • Eliminen los aderezos y salsas (BBQ, etc).
  • Eviten las comidas fritas o cuya preparación se base en freírse en aceite.
  • Eviten los bocadillo scon un alto contenido de azúcar entre las comidas.
  • Refiérase al sitio web de MyPlate para ideas y consejos sobre bocadillo s y comidas saludables.

Para más información sobre cómo puede apoyar a su hijo con elecciones saludables en su alimentación, puede acudir con un nutriólogo o nutricionista profesional certificado.

Esteroides

Alguno niños con cáncer toman esteroides, tales como prednisona o dexametasona, como parte de su tratamiento. Los esteroides puede que generen un aumento de peso y retención de líquido en la región del rostro y el abdomen. Y los niños que reciben tratamiento con esteroides por lo general tendrán hambre y comerán con mayor frecuencia.

Usted puede ayudar que su hijo adopte algunos cambios en su alimentación que contrarresten la retención de líquidos y el aumento de peso. Su médico, enfermera, o dietista pueden indicarle qué hacer. Puede que ellos recomienden alimentos que tengan un menor contenido de azúcar ya que la prednisona puede elevar los niveles de la glucosa en la sangre. Puede que también recomienden bocadillos salados (no dulces) con bajo contenido de sodio. Aquellos con un alto contenido como las papitas, pretzels, las comidas procesadas o las comidas congeladas deberán evitarse (los alimentos con etiquetas que indiquen que tienen un contenido de sodio bajo o reducido por lo general son aceptables). En cambio, anime a su hijo a probar con sazones a base de especias en lugar de la sal.

Las fluctuaciones en el apetito y la retención de líquidos causada por los esteroides son desaparecerán cuando termine el tratamiento. Cuando finaliza el tratamiento con esteroides muchos niños perderán el apetito por un corto periodo de tiempo. La pérdida de peso que pueda surgir estará siendo monitoreada detalladamente. Sin embargo, algunos niños, especialmente los adolescentes, puede que tengan dificultad para perder el peso que subieron durante el tratamiento. Animarles a que elijan las opciones sanas en su alimentación mientras reciben tratamiento con prednisona (especialmente alimentos y bebidas con bajo contenido de azúcar), junto con adoptar un hábito de actividad física conforme sea posible podrá ser de gran ayuda.

    Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

    Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

    Brinksma A, Sulkers E, IJpma I, Burgerhof JGM, Tissing WJE. Eating and feeding problems in children with cancer: Prevalence, related factors, and consequences. Clin Nutr. 2020;39(10):3072-3079. 

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    Actualización más reciente: junio 22, 2022

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