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El esófago es el conducto blando que conecta la boca con el estómago. El cáncer que se origina en el esófago también se conoce como cáncer esofágico. Este cáncer empieza cuando las células en el revestimiento interno del esófago crecen de manera descontrolada y sobrepasan en número a las células normales.
Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas en el esófago a veces pueden viajar al hígado y crecer allí. Cuando las células cancerosas se propagan, se habla de metástasis. Para los médicos, las células cancerosas en el nuevo sitio lucen justo como las que se originaron en el esófago.
El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. De modo que cuando el cáncer de esófago se propaga al hígado (o a cualquier otro sitio), aun así se llama cáncer de esófago. (No es cáncer de hígado a menos que se origine a partir de células del hígado).
El esófago
Pida a su médico que le indique en esta imagen en dónde se ha detectado su cáncer
Los tipos principales de cáncer de esófago son:
El tratamiento es casi el mismo para cada tipo. Su médico podrá darle más información sobre el tipo de cáncer que padece.
El cáncer de esófago se encuentra a menudo porque causa los síntomas. Algunos síntomas de cáncer de esófago pueden ser dificultad para tragar, dolor en el pecho, pérdida de peso, voz ronca y tos constante. Su médico le hará preguntas sobre su salud y utilizará estudios y pruebas para averiguar qué está causando los síntomas. Si los indicios apuntan hacia el cáncer de esófago, es posible que necesite algunas de las siguientes pruebas:
Estudio con ingesta de bario: a veces es la primera prueba que se realiza en personas que presentan un problema para tragar. Esta prueba consiste en una serie de radiografías tomadas después de ingerir bario, un líquido calcáreo (como el calcio) espeso que aparece en las radiografías. Cualquier tumor en el revestimiento interior del esófago se muestra en la radiografía.
Endoscopia superior: para realizar esta prueba, un tubo delgado y flexible con una pequeña luz y cámara de video en un extremo se coloca en la boca y se pasa por su garganta hasta llegar a su esófago y estómago. Si hay algún área que luzca como cáncer, se extrae un pequeño fragmento de tejido a través del tubo y se examina para saber si tiene cáncer. (Este procedimiento se llama biopsia).
Imágenes por resonancia magnética (CT): este estudio también se conoce como CAT scan. Es similar a una radiografía, pero las imágenes son más detalladas. Esto puede mostrar si el cáncer está en el esófago y si se ha propagado. Se puede usar también una tomografía computarizada para ayudar a realizar una biopsia (consulte información más adelante).
Imágenes por resonancia magnética: este estudio, conocido en inglés como MRI, usa ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para tomar imágenes detalladas. Se puede utilizar para saber si los ganglios linfáticos cercanos están hinchados, lo que podría significar que el cáncer se ha propagado allí.
Tomografía por emisión de positrones: en este estudio, conocido en inglés como PET scan, se usa un tipo especial de azúcar que se puede ver en el interior de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Este estudio puede ayudar a indicar si el cáncer se ha propagado.
Análisis de sangre: los análisis de sangre no se usan para encontrar el cáncer de esófago, sino que se hacen para informar más al médico sobre su estado de salud.
En una biopsia, el doctor extrae un fragmento pequeño de tejido donde parece estar el cáncer. El tejido se examina para determinar la presencia de células cancerosas. Una biopsia es la única forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer. Para confirmar la presencia de cáncer de esófago, con frecuencia se realiza una biopsia durante una endoscopia.
Conocer el grado de un cáncer ayuda al médico a predecir qué tan rápido es que el cáncer tenga probabilidad a crecer y propagarse. A las células cancerosas se les asigna un grado (un número entre 1 y 3) basado en qué tan parecidas son a las células normales. Las células que se ven muy diferentes de las células normales reciben un grado alto (3) y tienden a crecer más rápido. Pida al médico que le explique el grado de su cáncer. Conocer el grado de un cáncer ayuda al médico a predecir qué tan rápido es que el cáncer tenga probabilidad a crecer y propagarse. También ayuda a decidir qué tratamiento es el más adecuado para usted.
Las células cancerosas del tejido que se obtiene para una biopsia pueden analizarse en busca de genes o proteínas como HER2, PD-L1, MMR y MSI. Saber qué genes o proteínas tiene su cáncer puede ayudar al médico a decidir si tratamientos como la terapia dirigida o la inmunoterapia podrían ser beneficiosos.
Si usted tiene cáncer de esófago, el médico querrá saber qué tanto se ha propagado. Esto se denomina determinar la etapa (estadio) del cáncer (estadificación). Conocer la etapa ayudará a su médico a decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.
La etapa describe la extensión del cáncer por todo el esófago. También indica si el cáncer se ha propagado a órganos cercanos o a órganos más distantes.
Su cáncer se puede clasificar en etapa 0, 1, 2, 3 o 4. Mientras menor sea el número, menos se ha propagado el cáncer. Un número más alto, como etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado lejos del esófago. Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer y lo que podría significar en su caso.
Hay muchas maneras de tratar el cáncer de esófago:
Es posible que reciba más de un tipo de tratamiento. El plan que sea mejor para usted dependerá de:
La cirugía se usa para tratar de eliminar todo el cáncer si es pequeño y no se ha propagado.
La cirugía para extirpar todo o parte del esófago se llama esofagectomía. Existen muchas maneras de hacer esta cirugía. Hable con su médico sobre lo que se planea hacer y lo que usted puede esperar.
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a personas con cáncer de esófago deben poder ayudarle con cualquier problema que se presente.
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. Para el cáncer de esófago, se puede administrar sola o con quimioterapia. La radiación también se puede utilizar para aliviar síntomas como dolor, sangrado, dificultad para tragar u otros problemas que ocurren si el cáncer de esófago ha crecido mucho o se ha propagado a otras áreas como los huesos.
Existen dos maneras principales en las que puede administrarse la radiación.
Si su médico sugiere la radioterapia como tratamiento, pregúntele acerca de los efectos secundarios que podrían presentarse. Los efectos secundarios dependen del tipo de radiación que reciba. Los efectos secundarios más comunes son:
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después del tratamiento y muchos pueden ser tratados. Sin embargo, algunos pueden durar más tiempo. Hable con su equipo de atención médica del cáncer sobre lo que usted puede esperar.
Quimio es la forma abreviada de quimioterapia; el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Los medicamentos para combatir el cáncer se pueden inyectar en una vena o se toman como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y pasan a todo el cuerpo. La quimioterapia es aplicada en ciclos o series de tratamiento. Cada ciclo de tratamiento es seguido por un periodo de descanso para que el cuerpo se recupere. La mayoría de las veces, la quimioterapia incluye dos o más medicamentos y, por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Muchas veces la quimioterapia se administra junto con la radiación. A esto se le llama quimiorradiación.
La quimioterapia puede causarle sensación de mucho cansancio, malestar en el estómago, y la caída de su cabello. Pero estos efectos secundarios desaparecen después de finalizar el tratamiento.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los medicamentos de terapia dirigida se pueden usar para ciertos tipos de cáncer de esófago. Estos medicamentos afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Pueden surtir efecto incluso si otros tratamientos no lo hacen. Estos medicamentos causan efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia.
La inmunoterapia es un tratamiento que estimula su sistema inmunitario o usa versiones artificiales de partes del sistema inmunitario que atacan a las células del cáncer de esófago. Los medicamentos de inmunoterapia pueden administrase por vía intravenosa (inyectados).
La inmunoterapia puede causar muchos efectos secundarios diferentes dependiendo del medicamento que se usa. Estos medicamentos pueden causar cansancio, malestar estomacal o erupciones cutáneas. La mayoría de estos problemas desaparece después que finaliza el tratamiento.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la inmunoterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Hay otros tipos de tratamiento que se pueden usar para el cáncer de esófago. Muchos de estos tratamientos se realizan a través de un endoscopio (un tubo largo y flexible) que pasa por la garganta hasta el esófago. Algunos de estos tratamientos pueden ser utilizados para tratar de curar el cáncer o aliviar los problemas causados por el cáncer.
Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Los estudios clínicos son una forma de tener acceso al tratamiento más novedoso. Es la mejor forma que tienen los médicos de encontrar mejores maneras para tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que tiene, es usted quien decide si quiere participar en el estudio. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, usted puede dejar de participar en cualquier momento.
Si está interesado en saber más sobre qué estudios clínicos podrían ser adecuados para usted, comience por preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. Consulte Estudios clínicos para obtener más información.
Es posible que usted se entere de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden incluir vitaminas, hierbas y dietas especiales, entre otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos de estos métodos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha visto que algunos de ellos no son útiles, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Usted sentirá satisfacción al completar el tratamiento. Sin embargo, es difícil no preocuparse por el regreso del cáncer. Aun cuando el cáncer nunca regrese, las personas tienden a seguir preocupadas acerca de esto. Después de terminar su tratamiento, necesitará ir a consulta médica durante varios años. Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico. Sus doctores le preguntarán si presenta síntomas, le examinarán y puede que ordenen realizar análisis de sangre, endoscopias, o tomografías computarizadas.
Al principio, sus citas pueden ser cada 3 a 6 meses. Luego, entre más tiempo haya pasado sin cáncer, menos citas necesitará.
Afrontar el cáncer y lidiar con el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Probablemente usted desea saber cómo puede contribuir a mejorar su salud. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su equipo de atención médica para averiguar qué cosas puede hacer para sentirse mejor.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones que beneficien su salud y sentirse tan bien como le sea posible.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Adenocarcinoma: cáncer que comienza en las células glandulares.
Biopsia: extracción de una pequeña muestra de tejido para ver si contiene células cancerosas.
Carcinoma de células escamosas: cáncer que se origina en las células que revisten el interior del esófago.
Endoscopia: el uso de un tubo delgado y flexible con una lente o cámara de video diminuta en el extremo para observar el interior del cuerpo.
Esofagostomía: cirugía para extraer todo o parte del esófago.
Metástasis: células cancerosas que se han propagado del lugar donde se originaron a otras partes del cuerpo.
Radiación: uso de rayos de alta energía (por ejemplo, rayos X) para destruir las células cancerosas.
Tenemos mucha más información para usted. Puede encontrarla en línea en www.cancer.org. O bien, puede llamar a nuestro número gratuito de asistencia al 1-800-227-2345 para hablar con uno de nuestros especialistas en información sobre el cáncer.
Actualización más reciente: marzo 20, 2020
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