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Por lo general, el tratamiento del cáncer de vejiga se basa en la etapa clínica cuando se diagnostica por primera vez. Esto incluye cuán profundo se cree que el cáncer ha invadiendo en la pared de la vejiga y si se ha extendido fuera de la vejiga. Otros factores, como el tamaño del tumor, la rapidez con que crecen las células cancerosas (grado) y el estado de salud general, así como las preferencias de la persona, también afectan las opciones de tratamiento.
La etapa 0 del cáncer de vejiga incluye el carcinoma papilar no invasivo (Ta) y el carcinoma plano no invasivo (Tis o carcinoma in situ). En cualquiera de los casos, el cáncer crece solamente en la capa interna del revestimiento de la vejiga. No ha invadido (no se extendió más profundamente) en la pared de la vejiga.
Esta etapa temprana del cáncer de vejiga es con frecuencia tratada con una resección transuretral (TURBT) con fulguración, seguida de quimioterapia intravesical dentro de 24 horas.
Algunas veces no se necesita más tratamiento. Se hace la cistoscopia cada 3 a 6 meses para estar atento ante cualquier signo de que el cáncer ha regresado.
Para los tumores papilares no invasivos (Ta) de bajo grado (crecimiento lento), la quimioterapia intravesical semanal se puede iniciar unas semanas después de la cirugía. Si el cáncer regresa, se pueden repetir los tratamientos. Algunas veces, la quimioterapia intravesical se repite durante el próximo año para tratar de evitar que el cáncer regrese.
Los tumores papilares no invasivos de alto grado (crecimiento rápido) (Ta) tienen una mayor probabilidad de regresar después del tratamiento. Por lo tanto, a menudo se recomienda BGC intravesical después de la cirugía. Antes de administrarlo, la TURBT se repite comúnmente para estar seguro de que el cáncer no ha afectado la capa muscular. Por lo general, el BCG comienza varias semanas después de la cirugía y se administra una vez a la semana por varias semanas. El BCG intravesical parece ser más eficaz que la quimioterapia intravesical para los cánceres de alto grado. Puede ayudar a evitar que estos cánceres regresen y empeoren, pero también suele causar más efectos secundarios. También se puede hacer más o menos el próximo año.
En raras ocasiones se necesita una cirugía más extensa para tratar los cánceres de vejiga en etapa 0. La cistectomía parcial o completa (extirpación de la vejiga) se considera solo cuando hay muchos cánceres superficiales o cuando un cáncer continúa creciendo (o parece estar propagándose) a pesar del tratamiento.
Para los tumores planos no invasivos (Tis), BCG intravesical es la mejor opción de tratamiento después de la TURBT. Los pacientes con estos tumores a menudo reciben seis tratamientos semanales de BCG, comenzando algunas semanas después de la TURBT. Algunos médicos recomiendan repetir el tratamiento con BCG cada 3 a 6 meses.
Después del tratamiento para cualquier cáncer en etapa 0, se necesita un seguimiento minucioso, con cistoscopia cada 3 meses por al menos un par de años para detectar signos de que el cáncer está regresando o detectar nuevos tumores de vejiga.
El pronóstico para las personas que tienen cáncer de vejiga en etapa 0a, (papilar no invasivo) es muy favorable. Estos cánceres se pueden curar casi siempre con el tratamiento. Durante la atención a largo plazo, a menudo se encuentran más cánceres superficiales en la vejiga o en otras partes del sistema urinario. Aunque estos nuevos cánceres necesitan ser tratados, rara vez invaden profundamente o amenazan la vida.
El pronóstico a largo plazo para el cáncer de vejiga en etapa 0is (plano no invasivo) no es tan favorable como lo es para los cánceres en etapa 0a. Estos cánceres tienen un mayor riesgo de regresar, y pueden regresar como un cáncer más grave que crece hacia las capas más profundas de la vejiga o que se ha propagado a otros tejidos.
Los cánceres de vejiga en etapa I han crecido hacia la capa del tejido conectivo de la pared de la vejiga (T1), pero no han alcanzado la capa muscular.
La resección transuretral (TURBT) con fulguración es generalmente el tratamiento inicial para estos cánceres, aunque se realiza para ayudar a determinar la extensión del cáncer en lugar de tratar de curarlo. Si no reciben ningún otro tratamiento, muchas personas padecerán después un nuevo cáncer de la vejiga que a menudo será más avanzado. Esto es más probable que ocurra si el primer cáncer es de alto grado (crecimiento rápido).
Incluso si se descubre que el cáncer es de bajo grado (crecimiento lento), a menudo se recomienda una segunda TURBT varias semanas después. Si el médico entonces cree que se eliminó todo el cáncer, se administra generalmente BCG intravesical (preferido) o quimioterapia intravesical. (Con menos frecuencia, únicamente un seguimiento minucioso puede ser una opción). Si no se pudo extraer todo el cáncer, las opciones son BCG intravesical o cistectomía (extirpación de parte o toda la vejiga).
Si el cáncer es de alto grado, si hay muchos tumores, o si el tumor era muy grande cuando se detectó por primera vez, se puede recomendar la cistectomía radical.
Para las personas que no están lo suficientemente saludables como para someterse a una cistectomía, la radioterapia (a menudo con quimioterapia) puede ser una opción, pero las probabilidades de cura no son tan favorables.
Estos cánceres han invadido la capa muscular de la pared de la vejiga (T2a y T2b), pero no se han extendido fuera de este lugar. La resección transuretral (TURBT) es generalmente el primer tratamiento para estos cánceres, aunque se realiza para ayudar a determinar la extensión (etapa) del cáncer en lugar de intentar curarlo.
Cuando el cáncer ha invadido el músculo, el tratamiento convencional consiste en cistectomía radical (extirpación de la vejiga). A menudo, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos a la vejiga. Si el cáncer está en una sola parte de la vejiga, se puede hacer en cambio una cistectomía parcial. Pero esto es posible solo en pocos pacientes.
La cistectomía radical puede ser el único tratamiento para las personas que no están lo suficientemente bien como para recibir quimioterapia. Sin embargo, la mayoría de los médicos prefieren administrar quimioterapia antes de la cirugía, ya que se ha demostrado que ayuda a los pacientes a vivir por más tiempo en comparación con la cirugía sola. Cuando se administra la quimioterapia primero, se pospone la cirugía. Esto no representa un problema si la quimioterapia reduce el tamaño del cáncer de vejiga, pero podría ser perjudicial si el tumor continúa creciendo durante la quimioterapia.
Si se encuentra cáncer en los ganglios linfáticos cercanos, se puede necesitar radiación después de la cirugía. Otra opción es la quimioterapia, pero solo si no se le administró antes de la cirugía.
Para los pacientes que ya hayan sido sometidos a cirugía y cuyo tumor aún presenta un alto riesgo de regesar, el medicamento de inmunoterapia nivolumab (Opdivo) podría ser una opción que al administrarse tras la cirugía, se toma por hasta un año.
Es posible que algunas personas puedan someterse a una segunda (y más extensa) resección transuretral (TURBT) seguida por radiación y quimioterapia. Aunque esto les permite preservar sus vejigas, no está claro si los resultados son tan favorables como los obtenidos después de la cistectomía. Por lo tanto, no todos los médicos concuerdan con este método. Si se usa este tratamiento, se necesitarán exámenes de seguimiento minuciosos frecuentes. Algunos expertos recomiendan que se repita una cistoscopia y una biopsia durante el tratamiento con quimioterapia y radiación. Si aún se encuentra cáncer en la muestra de la biopsia, probablemente será necesaria una cistectomía.
Para los pacientes que no pueden someterse a una cirugía debido a otros problemas de salud graves, la TURBT, la radiación, la quimioterapia, o cierta combinación de estos pueden ser opciones.
Estos cánceres han alcanzado el exterior de la vejiga (T3) y pueden haber crecido hacia los órganos o los tejidos cercanos (T4) y/o hacia los ganglios linfáticos (N1, N2, o N3). No se han propagado a partes distantes del cuerpo.
A menudo, la resección transuretral (TURBT) se realiza primero para saber cuán lejos se ha extendido el cáncer en la pared de la vejiga. La quimioterapia seguida por la cistectomía radical (extirpación de la vejiga y los ganglios linfáticos cercanos) es entonces el tratamiento convencional. La cistectomía parcial es pocas veces una opción para los cánceres en etapa III.
La quimioterapia (quimio) que se suministra antes de la cirugía (con o sin radiación) puede encoger el tumor, lo que puede facilitar la cirugía. Además, la quimioterapia puede eliminar cualquier célula cancerosa que se haya propagado a otras áreas del cuerpo, así como ayudar a las personas a vivir por más tiempo. Puede ser especialmente útil para los tumores T4 que se han extendido fuera de la vejiga. Cuando se administra la quimioterapia primero, se pospone la cirugía para remover la vejiga. Este retraso no es un problema si la quimioterapia reduce el tamaño del cáncer, pero puede ser perjudicial si el tumor continúa creciendo durante la quimioterapia. A veces, la quimioterapia reduce el tamaño del tumor lo suficiente como para que la terapia intravesical o la quimioterapia con radiación sea posible en lugar de la cirugía.
Algunos pacientes reciben quimioterapia después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa que haya quedado después de la cirugía y que sea tan pequeña que no se pueda ver. La quimioterapia que se administra después de la cistectomía puede ayudar a los pacientes a estar sin cáncer por más tiempo, pero hasta el momento no está claro si ayuda a los pacientes a vivir por más tiempo. Si se encuentra cáncer en los ganglios linfáticos cercanos, se puede necesitar radiación después de la cirugía. Otra opción es la quimioterapia, pero solo si no se le administró antes de la cirugía.
Una opción para algunos pacientes con tumores pequeños e individuales (algunos T3) podría ser el tratamiento con una segunda (y más extensa) resección transuretral (TURBT) seguida por una combinación de quimioterapia y radiación. Si aún se encuentra cáncer cuando se repite la cistoscopia, es posible que se necesite una cistectomía.
Para los pacientes que ya hayan sido sometidos a cirugía y cuyo tumor aún presenta un alto riesgo de regesar, el medicamento de inmunoterapia nivolumab (Opdivo) podría ser una opción que al administrarse tras la cirugía, se toma por hasta un año.
Para los pacientes que no pueden someterse a una cirugía debido a otros problemas de salud graves, las opciones de tratamiento pueden incluir TURBT, terapia intravesical, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o alguna combinación de estos tratamientos.
Estos cánceres han alcanzado la pared abdominal o pélvica (T4b), o se han propagado a los ganglios linfáticos adyacentes (cualquier N) y/o se han propagado a partes distantes del cuerpo (M1). Los cánceres en etapa IV son muy difíciles de eliminar por completo.
La quimioterapia (con o sin radiación) suele ser el primer tratamiento si el cáncer no se ha extendido a partes distantes del cuerpo (M0). Luego se vuelve a evaluar el tumor. Si parece que el tumor desapareció, la quimioterapia con o sin radiación o cistectomía son opciones. Si aún hay signos de cáncer en la vejiga, puede que se recomiende quimioterapia con o sin radiación, cambiar a otro tipo de quimio, probar con un medicamento de inmunoterapia o la cistectomía.
La quimioterapia con o sin radiación es generalmente el primer tratamiento cuando el cáncer no se ha extendido a partes distantes del cuerpo (M1). Después de este tratamiento, se vuelve a evaluar el cáncer. Si parece que el cáncer desapareció, se puede administrar un refuerzo de radiación a la vejiga o se puede hacer una cistectomía. Si aún hay signos de cáncer, entre las opciones se podría incluir la quimio, la radiación, ambas al mismo tiempo, y la inmunoterapia.
En la mayoría de los casos, la cirugía (incluso cistectomía radical) no puede eliminar todo el cáncer. Por lo tanto, el tratamiento se concentra en retrasar el crecimiento y la propagación del cáncer para ayudarle a vivir más tiempo y a sentirse mejor. Si la cirugía es una opción de tratamiento, es importante entender cuál es el objetivo de la operación, ya sea tratar de curar el cáncer, ayudar a que la persona viva por más tiempo, o ayudar a prevenir o aliviar los síntomas de la enfermedad.
Las personas que no pueden tolerar quimioterapia debido a otros problemas de salud pueden recibir radioterapia o un medicamento de inmunoterapia. A veces se hace una derivación urinaria sin cistectomía para prevenir o aliviar un bloqueo de orina que podría producir daño grave a los riñones.
Debido a que es improbable que el tratamiento cure estos cánceres, muchos expertos recomiendan participar en un estudio clínico.
Si el cáncer continúa creciendo durante el tratamiento (progresa) o regresa (recurre) tras haber finalizado el tratamiento, las opciones de tratamiento dependerán de la localización y de cuánto se ha propagado el cáncer, los tratamientos que ya fueron empleados, el estado general de salud del paciente y su opinión sobre si desea tratamiento adicional. Entender la meta de cualquier tratamiento adicional es importante ya sea tratar de curar el cáncer, reducir su crecimiento o ayudar a aliviar los síntomas, así como los beneficios y riesgos que sean propensos a ocurrir.
Por ejemplo, el cáncer de vejiga no invasivo de la pared muscular del órgano menudo recurre en la vejiga. El nuevo cáncer se puede encontrar en la misma localización del cáncer original o en otras partes de la vejiga. A menudo, estos tumores son tratados de la misma manera que el tumor original. Pero si el cáncer continuar recurriendo, puede que sea necesaria una cistectomía (extirpación de la vejiga). Para algunos tumores no invasivos que siguen creciendo incluso con el tratamiento con BCG, otras opciones podrían incluir inmunoterapia con pemrolizumab (Keytruda) o on nadofarangene firadenovec (Adstiladrin).
Por otro lado, los cánceres que recurren en partes distantes del cuerpo pueden ser más difíciles de extirpar con cirugía y otros tratamientos, como quimioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida o radioterapia. Para obtener más información sobre cómo lidiar con la recurrencia, refiérase al contenido sobre la recurrencia del cáncer.
En algún momento, puede ser evidente que los tratamientos ya no estén controlando el cáncer. Si el paciente quiere continuar con el tratamiento, puede considerar participar en un estudio clínico de tratamientos más nuevos para el cáncer de vejiga que sean recomendables. Aunque los estudios clínicos no siempre son la mejor opción para cada persona, puede que le beneficien, a otros pacientes en el futuro.
La información sobre los tratamientos incluida en este artículo no constituye una política oficial de la Sociedad Americana Contra El Cáncer y no tiene como objetivo ofrecer asesoramiento médico que remplace la experiencia y el juicio de su equipo de atención médica contra el cáncer. Su objetivo es ayudar a que usted y su familia estén informados para tomar decisiones con su médico. Es posible que su médico tenga motivos para sugerir un plan de tratamiento distinto de estas opciones generales de tratamiento. No dude en hacer preguntas a su médico sobre sus opciones de tratamiento.
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Actualización más reciente: diciembre 19, 2022
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