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Las dos medidas más importantes que usted puede tomar para prevenir el cáncer de cuello uterino son vacunarse contra el VPH si usted es elegible, y hacerse las pruebas programadas de rutina de acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. Para más información, consulte Guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para la prevención y la detección temprana del cáncer de cuello uterino.
La forma más común de cáncer de cuello uterino comienza con cambios precancerosos, y existen maneras de detener el desarrollo de estos cambios. La primera es encontrar y tratar los precánceres antes de que lleguen a ser cánceres invasivos, y la segunda es prevenir los precánceres.
Una manera comprobada de prevenir el cáncer de cuello uterino es hacerse pruebas de detección. La detección consiste en pruebas para encontrar condiciones que pueden conducirle al cáncer o encontrar precánceres antes de que puedan convertirse en cáncer invasivo. La prueba de Papanicolaou y la prueba del virus de papiloma humano (VPH) son pruebas específicas que se emplean durante la detección del cáncer de cuello uterino. Estas pruebas se hacen de la misma manera. Un profesional de la salud usa un instrumento especial para frotar delicadamente el tejido del cuello uterino con el fin de extraer una muestra de células para someter a prueba. Si se descubre un precáncer, se puede tratar y evitar que se convierta en un cáncer de cuello uterino.
La prueba del VPH busca la infección con los tipos del VPH de alto riesgo que son más propensos a evolucionar a precáncer y cáncer de cuello uterino. Hay ciertas pruebas del VPH que han sido aprobadas para que sean consideradas como pruebas primarias del VPH, mientras que otras han sido aprobadas para que sean parte de una prueba conjunta. El tipo que usted haga a menudo dependerá de cuál esté disponible.
La prueba de Papanicolaou es un procedimiento que se usa para la obtención de células del cuello uterino con el fin de observarlas cuidadosamente en el laboratorio y determinar si hay cáncer o precáncer. Es importante saber que la mayoría de los casos de cáncer invasivo de cuello uterino se detecta en mujeres que no se han hecho la prueba de Papanicolaou con regularidad. Una prueba del Papanicolaou se puede realizar durante un examen pélvico, aunque no todos los exámenes pélvicos incluyen una prueba de Papanicolaou.
El resultado de la prueba de VPH, junto con los resultados de pruebas anteriores, determinará su riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. Si el resultado de la prueba da positivo, esto implicará más visitas de seguimiento con el médico, más pruebas para determinar la presencia de precáncer o cáncer, y en algunos casos un procedmiento para tratar cualquier precáncer que pudiese ser detectado.
Lo mejor es hablar con un profesional de la salud sobre los resultados de su pruebas para la detección de manera más detallada para comprender completamente su riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino y cuáles medidas tomar a continuación.
Según su edad, salud general y riesgo personal de padecer cáncer de cuello uterino, hay algunas medidas que se pueden tomar que pueden prevenir los precánceres y las afecciones que conducen a los precánceres.
Hay vacunas disponibles para ayudar a proteger a los niños y adultos jóvenes contra ciertas infecciones por VPH. Estas vacunas protegen contra la infección causada por los tipos de VPH más comúnmente asociados con el cáncer, así como algunos tipos que pueden causar verrugas anales y genitales.
Estas vacunas funcionan solamente para prevenir la infección por VPH (no son un tratamiento de una infección ya existente). Por eso, para que sea más efectiva, la vacuna contra el VPH se debe aplicar antes de que una persona se exponga al VPH (por ejemplo, antes de que la persona sea sexualmente activa).
Estas vacunas pueden ayudar a prevenir los casos de precáncer y cáncer del cuello uterino. Algunas de las vacunas del VPH también han sido aprobadas para prevenir las verrugas anales y genitales y otros tipos de cáncer.
Las vacunas requieren una serie de inyecciones. Por lo general, los efectos secundarios son leves. Los más comunes son enrojecimiento breve, hinchazón e irritación en el área donde se administra la inyección. Muy ocasionalmente, una persona joven pudiera desmayarse tras recibir la inyección.
Los Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda:
Es importante saber que ninguna vacuna provee protección completa contra todos los tipos de VPH causantes de cáncer. Por lo tanto, las pruebas rutinarias de detección del cáncer de cuello uterino aún siguen siendo necesarias.
Para más información sobre las vacunas y el VPH, por favor consulte Vacunas contra VPH.
El VPH se transmite de una persona a otra durante el contacto de piel a piel con una zona infectada del cuerpo. El VPH se puede propagar mediante el contacto con la piel, incluyendo el contacto vaginal, el anal y el sexo oral (aunque no tiene que ocurrir el acto sexual para que la infección se transmita). Lo único que se necesita es el contacto de piel a piel con una zona del cuerpo contagiada con VPH. Esto significa que el virus se puede transmitir sin sexo. Incluso es posible que una infección genital se transmita al tocar los genitales con las manos.
Además, la infección por VPH parece ser capaz de propagarse (pasarse) de una parte del cuerpo a otra. Esto significa que una infección puede iniciarse en el cuello uterino y luego propagarse a la vagina y a la vulva.
Puede ser muy difícil no exponerse al VPH. Se puede prevenir la infección por VPH no dejando que otras personas tengan contacto con su área genital o anal. Sin embargo, aun así puede haber otras maneras de infectarse que todavía no están claras.
Limitar el número de parejas sexuales y evitar las relaciones sexuales con personas que han tenido muchas parejas sexuales podría disminuir su riesgo de exponerse al VPH. Pero como se indicó anteriormente, el VPH es muy común, por lo que incluso la actividad sexual con una sola persona puede ponerle en riesgo. Recuerde que una persona puede tener el VPH durante años y no presentar ningún síntoma. Por lo tanto, es posible que una persona tenga el virus y lo transmita sin saberlo.
Los condones proveen cierta protección contra el VPH, pero no pueden prevenir completamente las infecciones. Una de las razones por las que los condones no pueden ofrecer protección total es porque no pueden cubrir todas las áreas del cuerpo que pueden infectarse con VPH, tal como la piel del área genital o anal. No obstante, los condones proveen cierta protección contra el VPH, y también ayudan a proteger contra el VIH y algunas otras infecciones de transmisión sexual.
No fumar es otra forma importante de reducir el riesgo de precáncer y cáncer de cuello uterino.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
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Actualización más reciente: julio 30, 2020
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