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Nuestra línea de asistencia para el cáncer funciona las 24 horas, los 7 días de la semana y proporciona información y respuestas a las personas que están lidiando con el cáncer. Podemos conectarle con especialistas capacitados con información sobre el cáncer, que responderán preguntas acerca del diagnóstico de cáncer, sabrán guiarle y escuchar con compasión.
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Nuestros especialistas altamente capacitados están disponibles por teléfono las 24 horas, los 7 días de la semana y pueden asistirle por mensajería instantánea en línea de lunes a viernes. Conectamos a pacientes, cuidadores y familiares con servicios y recursos imprescindibles en cada etapa de su experiencia con el cáncer. Pregúntenos cómo involucrarse y apoyar la lucha contra el cáncer. Algunos de los temas con los que podemos ofrecer ayuda incluyen:
Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
El cáncer se puede originar en cualquier parte del cuerpo. El cáncer de hueso se origina en las células del hueso. Todos los cánceres de hueso empiezan cuando las células en una parte del hueso crecen de manera descontrolada y desplazan a las células normales. Esto hace que al hueso le resulte difícil funcionar de la manera en que debería hacerlo.
Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas en el hueso a veces pueden viajar a los pulmones y crecer allí. Cuando las células cancerosas tienen este comportamiento, esto se llama metástasis. Para los médicos, las células cancerosas en el nuevo sitio son idénticas a las del hueso donde se originaron.
El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. De modo que cuando el cáncer de hueso se propaga a los pulmones (o a cualquier otro sitio), aun así se llama cáncer de hueso. No se llama cáncer de pulmón a menos que se origine a partir de células del pulmón.
La mayoría de las veces, el cáncer en el hueso no se originó allí. Se propaga al hueso desde algún otro lugar del cuerpo. Por ejemplo, el cáncer de seno a menudo se propaga a los huesos. Esto no es cáncer de hueso. Es cáncer de seno metastásico. Las células cancerosas en el hueso son iguales a las células cancerosas en el seno y son tratadas de la misma manera.
Algunos cánceres empiezan en la médula ósea; el centro de los huesos donde se producen las células sanguíneas. El mieloma múltiple y la leucemia son cánceres que se originan de esa manera. No son cánceres de hueso.
Aquí estaremos abordando el tema del verdadero cáncer de hueso; el cáncer que se origina en las células de un hueso.
Existen muchos tipos de cáncer de hueso. El nombre depende del tipo de células del hueso donde el cáncer se origina. Su médico puede informarle más sobre el tipo de cáncer que usted tiene. Aquí se mencionan algunos de los tipos más comunes:
Probablemente estos cánceres no se encuentran sino hasta que causan dolor, lo que hace que la persona vaya al médico. Otros signos de cáncer de hueso son hinchazón, un bulto y/o fractura de hueso.
El médico le hará preguntas sobre su salud y le hará un examen físico. Si los indicios apuntan hacia el cáncer de hueso, se llevarán a cabo más pruebas. Las siguientes pruebas son algunas que pueden necesitarse:
Radiografías: La mayoría de los cánceres de hueso se pueden ver mediante radiografías. Si se detecta cáncer, se puede hacer una radiografía de tórax para ver si este se ha propagado a los pulmones.
Tomografía computarizada: este estudio se conoce en inglés como CT o CAT scan. Este es un tipo especial de radiografía que toma imágenes detalladas. Se puede usar para ver si el cáncer se ha propagado al hígado, los pulmones u otros órganos.
Imágenes por resonancia magnética: las imágenes por resonancia magnética (MRI) usan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para tomar imágenes detalladas. Las MRI se pueden usar para aprender más sobre el tamaño y la forma del cáncer y para examinar el cerebro y la médula espinal.
Gammagrafía ósea: esta prueba puede usarse para ver si el cáncer se ha propagado a otros huesos. Para hacerla, se coloca en la sangre una pequeña cantidad de material radiactivo de bajo nivel. Este se deposita en las áreas lesionadas del hueso de todo el cuerpo. Una cámara especial detecta la radiactividad y crea una imagen de los huesos.
Tomografía por emisión de positrones: las PET son como las gammagrafías óseas, pero usan un tipo de azúcar que se puede ver en el interior de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Esta prueba es útil cuando su médico considera que el cáncer podría haberse propagado, pero desconoce el sitio de posible propagación.
Biopsia: para esta prueba, el médico extrae pequeñas muestras del tumor. Estas son examinadas para ver si tienen células cancerosas. Esta es la única manera de saber con certeza si usted tiene cáncer y si éste se originó en el hueso. Las biopsias se pueden hacer con una aguja hueca o mediante cirugía. Pregunte al médico qué tipo de biopsia necesita y cómo se lleva a cabo la misma.
Si usted tiene cáncer de hueso, el médico querrá saber qué tanto se ha propagado. Esto significa determinar la etapa (estadio) del cáncer. Su médico querrá saber la etapa de su cáncer para ayudar a decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.
La etapa describe cuánto creció el cáncer en el sitio donde se originó. También indica si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Su cáncer puede estar en etapa 1, 2, 3 o 4. Mientras menor sea el número, menos se ha propagado el cáncer. Un número más alto, como etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado del sitio donde se originó. Asegúrese de preguntarle al médico sobre la etapa del cáncer y lo que esto significa en su caso.
Existen muchas maneras de tratar el cáncer de hueso:
La cirugía y la radiación tratan solo el cáncer en el hueso. Estas no afectan el resto del cuerpo.
La quimioterapia (quimio) y los medicamentos de terapia dirigida van por todo el cuerpo. Pueden alcanzar las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo.
Los médicos a menudo usan ambos tipos de tratamiento para los cánceres de hueso. El plan de tratamiento que sea mejor para usted dependerá de:
La cirugía es el tratamiento principal para la mayoría de los tipos de cáncer de hueso. La meta de este tratamiento es extirpar todo el cáncer y parte del tejido normal alrededor del mismo. En casos excepcionales, es necesario amputar el brazo o la pierna con cáncer para eliminar todo el cáncer. Si el cáncer se ha propagado, esos tumores también necesitan ser extirpados.
La cirugía también se puede usar para ayudar a reconstruir o a reparar los cambios causados al extraer el hueso con cáncer.
Pregunte a su médico qué tipo de cirugía necesita y qué se hará durante la cirugía.
Efectos secundarios de la cirugía
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a personas con cáncer de hueso deben poder ayudarle con cualquier problema que se presente.
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para eliminar las células cancerosas. Esta no se usa mucho debido a que la mayoría de los cánceres de hueso no se eliminan fácilmente con radiación. Se puede usar si un tumor no puede ser extirpado. También puede usarse después de la cirugía para eliminar las células cancerosas que hayan quedado.
La radiación se dirige hacia el cáncer desde una máquina externa al cuerpo. Esto también se llama radiación de haz externo.
Efectos secundarios de los tratamientos de radiación
Si su médico sugiere la radioterapia como tratamiento, pregúntele acerca de los efectos secundarios que podrían presentarse. Los efectos secundarios dependen de la parte del cuerpo que está siendo tratada. Los efectos secundarios más comunes de la radiación son:
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después de que finaliza el tratamiento. Sin embargo, algunos pueden durar más tiempo. Hable con su equipo de atención médica contra el cáncer sobre lo que usted puede esperar.
Quimio es la forma abreviada de quimioterapia; el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Estos medicamentos a menudo se suministran a través de una aguja en una vena. Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a todo el cuerpo.
La quimioterapia se aplica en ciclos o series de tratamiento. Cada serie de tratamiento es seguida por un periodo de descanso. La mayoría de las veces, la quimioterapia incluye dos o más medicamentos y, por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Efectos secundarios de la quimioterapia
La quimioterapia puede causarle sensación de mucho cansancio, malestar en el estómago, o la caída de su cabello. Pero estos efectos secundarios desaparecen después de finalizar el tratamiento.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los medicamentos de terapia dirigida están destinados a trabajar principalmente sobre los cambios en las células que hacen que sean cancerosas. Estos medicamentos se administran como los medicamentos de quimioterapia, pero afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Pueden funcionar incluso si otros tratamientos no lo hacen.
Efectos secundarios de los medicamentos de la terapia dirigida
Los efectos secundarios dependen de los medicamentos que se usan. Estos medicamentos a menudo hacen que sienta malestar estomacal y causan escalofríos, fiebre, sarpullidos y dolores de cabeza. A menudo los efectos secundarios desaparecen después de que finaliza el tratamiento.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por los medicamentos de la terapia dirigida. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los estudios clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en seres humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Si le interesa participar en un estudio clínico, comience por preguntar al médico si en su clínica u hospital se realizan estudios clínicos.
Los estudios clínicos son una manera de recibir los tratamientos del cáncer de vanguardia. Son la mejor alternativa para que los médicos encuentren la mejor manera de tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que usted tiene, será su decisión el determinar si le interesaría participar. En caso de que se inscriba en un estudio clínico, usted podrá dejar de participar en cualquier momento.
Es posible que usted se entere de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden ser vitaminas, hierbas, dietas y otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos de estos métodos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, y que otros incluso son perjudiciales. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Usted sentirá satisfacción al completar el tratamiento. Sin embargo, es difícil no preocuparse de que el cáncer regrese. Aun cuando el cáncer nunca regrese, las personas se preocupan por ello. Durante años después que el tratamiento termine, usted verá a su médico del cáncer. Asegúrese de ir a todas estas visitas de seguimiento. A usted se le harán exámenes, análisis de sangre, radiografías y probablemente otras pruebas para ver si el cáncer ha regresado.
Al principio sus citas se programan durante algunos meses. Luego, cuánto más tiempo esté sin cáncer, menos frecuentes será necesario que asista a las visitas. Su médico le indicará las pruebas que deben hacerse y con qué frecuencia debe hacerlas en base a la etapa de su cáncer y al tipo de tratamiento que recibió.
Enfrentar el cáncer y sobrellevar el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Probablemente usted desea saber cómo puede contribuir a mejorar su salud. Llámenos o hable con su médico para averiguar qué cosas puede hacer para sentirse mejor.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones que beneficien su salud y sentirse tan bien como sea posible.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Amputación: cirugía para extirpar un miembro (brazo o pierna) ya sea en parte o en su totalidad.
Biopsia: extracción de una pequeña muestra de tejido para ver si contiene células cancerosas.
Cirujano ortopédico: médico que usa cirugía para tratar problemas en huesos o articulaciones.
Metástasis: células cancerosas que se han propagado desde el sitio donde se originaron a otras partes del cuerpo.
Oncólogo ortopédico: cirujano ortopédico que se especializa en tratar el cáncer de los huesos y las articulaciones.
Tenemos mucha más información para usted. Puede encontrarla en línea en www.cancer.org. O bien, puede llamar a nuestro número gratuito de asistencia al 1-800-227-2345 para hablar con uno de nuestros especialistas en información sobre el cáncer.
Actualización más reciente: febrero 5, 2018
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