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La radioterapia usa rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Dependiendo de la etapa del cáncer de cuello uterino, la radioterapia se puede utilizar:
Los tipos de radioterapia que se usan con más frecuencia para tratar el cáncer de cuello uterino son:
Es importante saber que el hábito de fumar aumenta los efectos secundarios de la radiación y puede ocasionar que el tratamiento sea menos eficaz. Si usted fuma, deje de fumar.
La radioterapia con rayo externo dirige rayos X al cáncer desde una máquina que está fuera del cuerpo. El tratamiento es muy similar a cuando se hace una radiografía regular, pero la dosis de radiación es más intensa.
Cada tratamiento de radiación dura solo unos minutos, aunque colocarle en el lugar correcto para el tratamiento generalmente toma más tiempo. El procedimiento en sí no es doloroso.
Cuando se usa la radioterapia con rayo externo como tratamiento principal para el cáncer de cuello uterino, por lo general se combina con quimioterapia (quimiorradiación simultánea). A menudo, se utiliza una dosis baja del medicamento de quimioterapia llamado cisplatino. También se pueden usar otros medicamentos de quimioterapia. Los tratamientos de radiación se administran 5 días a la semana por aproximadamente 5 semanas. La quimioterapia se administra en horarios programados durante la radiación. El horario se determina según el medicamento de quimioterapia que recibirá. Si el cáncer no se ha extendido a áreas distantes, la braquiterapia, que se discute a continuación, también se puede administrar después de que se complete la quimiorradiación simultánea.
La radioterapia con rayo externo también se puede utilizar como el tratamiento principal del cáncer de cuello uterino en pacientes que no pueden tolerar la quimiorradiación, no pueden someterse a cirugía de forma segura, u optan por no operarse. También se puede usar por sí sola para tratar áreas en donde el cáncer se ha propagado (esparcido).
Algunos efectos secundarios a corto plazo de la radioterapia con rayo externo para el cáncer de cuello uterino son:
Cuando se administra quimioterapia con radiación, el número de células en su sangre tiende a ser menor y el cansancio (fatiga) y las náuseas tienden a ser peores. Por lo general, estos efectos secundarios se alivian varias semanas después de suspender el tratamiento.
Otros efectos secundarios a largo plazo son también posibles con la EBRT, y se describen a continuación.
La braquiterapia, o la radioterapia interna, conlleva colocar una fuente de radiación en o cerca del cáncer. Este tipo de radiación solo se desplaza a una distancia muy corta. El tipo de braquiterapia que se utiliza más a menudo para tratar el cáncer de cuello uterino se conoce como braquiterapia intracavitaria. La fuente de radiación se coloca en un dispositivo que se encuentra en la vagina (y a veces en el cuello del útero). La braquiterapia se usa principalmente en combinación con la radioterapia con rayo externo como parte del tratamiento principal para el cáncer de cuello uterino. En raras ocasiones, se puede utilizar sola en casos muy específicos de cánceres cervicales en etapas tempranas
Hay dos tipos de braquiterapia:
Para tratar el cáncer de cuello uterino en mujeres que se han sometido a una histerectomía, se coloca el material radiactivo en un tubo dentro de la vagina.
Para tratar a una mujer que aún conserva el útero, el material radiactivo se puede colocar en un pequeño tubo de metal (llamado tándem) que va dentro del útero, junto con pequeños soportes de metal redondos (llamados ovoides) que son colocados cerca del cuello uterino. Esto algunas veces es llamado tratamiento con tándem y ovoides.
Otra opción, llamada tándem y anillo, consiste en colocar un soporte redondo (parecido a un disco) cerca del útero. La selección del método que se use depende del tipo de braquiterapia que se planea.
Posibles efectos secundarios a corto plazo de la braquiterapia
Debido a que la radiación solo viaja una distancia corta con la braquiterapia, los efectos principales de la radiación son en el cuello uterino y las paredes de la vagina. El efecto secundario más común es irritación de la vagina, la cual se puede tornar enrojecida y sensible al dolor. También puede presentar una secreción. Puede que la irritación también afecte la vulva.
La braquiterapia también puede causar muchos de los mismos efectos secundarios ocasionados por la radioterapia con rayo externo , como náusea, irritación de la vejiga y niveles bajos de células sanguíneas. A menudo la braquiterapia se administra inmediatamente después de la radioterapia con rayo externo (antes de que los efectos secundarios de la radioterapia puedan desaparecer). Por lo tanto, puede ser difícil saber qué tipo de tratamiento está causando el efecto secundario.
Las mujeres pueden experimentar efectos secundarios relacionados con la radiación meses o años después del tratamiento.
Estenosis vaginal: tanto la radioterapia con rayo externo como la braquiterapia pueden causar formación de tejido cicatricial en la vagina. El tejido cicatricial puede causar que la vagina sea más estrecha (estenosis vaginal), con menos capacidad de estirarse, o incluso más corta, lo que ocasiona dolor durante el sexo vaginal.
Una mujer puede ayudar a prevenir este problema al estirar las paredes de su vagina varias veces a la semana, ya sea teniendo sexo o usando un dilatador vaginal (un tubo plástico o de goma usado para estirar la vagina). Para más información, consulte El sexo y la mujer con cáncer.
Sequedad vaginal: la sequedad vaginal y el dolor durante las relaciones sexuales pueden ser efectos secundarios a largo plazo de la radiación (tanto de la braquiterapia como de la radioterapia con rayo externo ). Los estrógenos que se emplean localmente pueden ayudar con la sequedad vaginal y los cambios al revestimiento vaginal, especialmente si la radiación a la pelvis causó daño a los ovarios, provocando la menopausia temprana. Por lo general, estas hormonas son aplicadas en la vagina y absorbidas en el área genital, en lugar de que se ingieran oralmente. Están disponibles en forma de geles, cremas, argollas o tabletas. Para más información, consulte El sexo y la mujer con cáncer.
Sangrado rectal/estenosis rectal: la radiación dirigida a la pared rectal puede causar inflamación crónica de la zona que puede conducir a sangrado y, a veces, estenosis (estrechamiento) del recto, lo que puede ser doloroso. También se puede formar una abertura anormal (llamada fístula) entre el recto y la vagina, causando que las heces salgan de la vagina. Estos problemas suelen ocurrir durante los primeros 3 años después del tratamiento con radiación. Es posible que se necesiten tratamientos adicionales, como una cirugía, para solucionar estas complicaciones.
Problemas urinarios: la radiación dirigida a la pelvis puede causar cistitis crónica por radiación (como se mencionó anteriormente), sangre en la orina, o una abertura anormal entre la vejiga y la vagina (llamada fístula). Estos efectos secundarios pueden surgir muchos años después de la radioterapia.
Huesos debilitados: la radiación a la pelvis puede debilitar los huesos causando fracturas. Las fracturas de cadera son las fracturas más comunes, y pueden ocurrir 2 a 4 años después de la radiación. Se recomiendan pruebas de densidad ósea para vigilar el riesgo de fractura.
Hinchazón de las piernas: si se tratan los ganglios linfáticos con radiación, esto puede llevar a problemas con el drenaje de líquido en las piernas. Esto puede causar hinchazón severa en las piernas, una afección llamada linfedema.
Si usted experimenta efectos secundarios ocasionados por el tratamiento de la radiación, discútalos con el equipo que atiende su cáncer.
Para más información, consulte Radioterapia.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
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Actualización más reciente: enero 3, 2020
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