La mayoría de las personas en los Estados Unidos toma al menos una taza de café al día y muchos tienen la sensación de que no pueden enfrentar la mañana sin tomar café. De modo que, ¿no sería magnífico si nuestra bebida amada nos ayudara a protegernos del cáncer? De hecho, existe cierta razón para creer que podría hacerlo. El café se prepara con granos que contienen antioxidantes, los cuales se cree que tienen un efecto de protección contra el cáncer.
Los investigadores han llevado a cabo más de 1,000 estudios que examinan esta pregunta, obteniendo resultados variados. Algunos primeros estudios al parecer mostraron que el café podría aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer. Sin embargo, desde entonces, estudios más grandes y mejor diseñados han debilitado esas conclusiones. Y muchos de los estudios más recientes vinculan el tomar café con un riesgo más bajo de algunos tipos de cáncer, incluyendo cáncer de próstata, cáncer de hígado, cáncer de endometrio y algunos cánceres de boca y garganta.
Pero en algunos de estos estudios, el beneficio se encontró en personas que tomaron de 4 a 6 tazas de café al día, lo cual es mucho. Demasiada cantidad de cafeína puede interferir con el sueño, provocar migrañas y causar problemas digestivos. Y si usted toma su café con crema y azúcar, la grasa y calorías agregadas pueden contribuir al aumento de peso, lo cual aumenta el riesgo de muchos tipos de cáncer. Según Colleen Doyle, Maestría en Ciencias, Dietista Certificada, directora de nutrición y actividad física de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, los pasos más seguros que cualquiera de nosotros puede dar para reducir el riesgo de cáncer son: no fumar, comer bien y ser físicamente activos.
Y si usted quiere consumir más antioxidantes, considere agregar más frutas y verduras a su dieta. Las frutas y verduras son fuentes ricas de antioxidantes, y los estudios muestran que las personas que comen más de ellas pueden estar ayudando a reducir su riesgo de cáncer.
En marzo de 2018, una resolución del tribunal de California relacionada con la acrilamida, una sustancia química que se forma durante el proceso de tostado del café, planteó interrogantes entre los consumidores. Un juez había fallado a favor de un grupo de consumidores que sostuvo que las empresas cafeteras en California deben publicar avisos de advertencia contra el cáncer para los consumidores. No obstante desde entonces, la sección de salud ambiental del estado sostuvo que la acrilamida en el café no presenta riesgo significativo de cáncer en base a las últimas investigaciones, y de hecho puede incluso tener beneficios de salud. Actualmente se está revisando el requisito de etiquetado.
Los expertos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, la Dra. Susan Gapstur y la Dra. de Ciencias Marjorie McCullough, afirman que es necesario llevar a cabo más investigaciones para entender plenamente los mecanismos biológicos que sustentan la relación entre tomar café, la exposición a la acrilamida y el riesgo de cáncer. Ellas asimismo señalan que la acrilamida se encuentra en las patatas a la francesa, papas fritas y galletas. Por lo tanto, las personas a las que les preocupa la exposición pueden considerar limitar el consumo de estos alimentos, lo cual es coherente con las recomendaciones de la Sociedad Americana Contra El Cáncer en lo que respecta a la nutrición y actividad física para la prevención del cáncer.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
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