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El cáncer puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. El cáncer del conducto biliar empieza cuando las células de los conductos biliares empiezan a crecer sin control y desplazan a las células normales, dificultando que el cuerpo funcione de la manera que corresponde.
Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas en los conductos biliares a veces pueden viajar a los pulmones y crecer allí. Si las células cancerosas hacen esto, se le llama metástasis. Para los médicos, las células cancerosas en el sitio nuevo se ven iguales que las de los conductos biliares.
El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. De manera que cuando el cáncer de los conductos biliares se propaga a los pulmones (o a cualquier otra parte), se llama cáncer de los conductos biliares. No se llama cáncer de pulmón a menos que se origine a partir de células de los pulmones.
Pida a su médico que use esta imagen para mostrarle dónde está ubicado el cáncer.
Los conductos biliares son tubos delgados que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado. Transportan un líquido llamado bilis. La bilis se crea en el hígado y en la vesícula. Ayuda a digerir las grasas de los alimentos.
Es difícil encontrar temprano el cáncer de conducto biliar, cuando es pequeño y no se ha propagado. Dado que los conductos biliares están muy adentro del cuerpo, el médico no puede verlos ni palparlos durante un examen médico. Por lo general, estos tipos de cáncer no se descubren sino hasta que ocasionan problemas y obligan a la persona a consultar a un médico.
El médico hará preguntas sobre su salud y le hará un examen físico. Si los signos indican que puede tratarse de cáncer del conducto biliar, se harán más pruebas o estudios.
Análisis de sangre: los análisis de sangre se pueden usar para ayudar a detectar cuánta bilirrubina hay en la sangre. La bilirrubina es una sustancia química que le da a la bilis su color amarillento. Los problemas en la vesícula biliar, en los conductos biliares o en el hígado pueden causar un alto nivel de bilirrubina. Otros análisis de sangre pueden mostrar cómo está funcionando el hígado.
Ecografía:
para este estudio, se emplea un transductor o cabezal para escanear con forma de varilla que se mueve alrededor de la piel. La ecografía emite ondas de sonido para recoger el eco que rebota desde los tejidos. Los ecos se convierten en una imagen en la pantalla de una computadora. Con frecuencia, la ecografía es el primer estudio que se emplea para examinar los conductos biliares.
Ultrasonido endoscópico (EUS por sus siglas en ingles) Esta prueba usa ondas de sonido para producir imágenes del interior del cuerpo. Para hacer esta prueba, se coloca una sonda pequeña en la punta de un tubo delgado que se hace pasar por la garganta hasta el estómago y luego por la primera parte del intestino delgado. La sonda puede estar dirigida (apuntar) a los conductos biliares. También puede usarse para extraer un poco de tejido que puede ser examinado para ver si hay cáncer.
Tomografía computarizada (CT) o tomografía axial computarizada (CAT): usa rayos X para crear imágenes del interior de su cuerpo. Este estudio puede mostrar imágenes claras de los conductos biliares y del área a su alrededor para ver si el cáncer se ha propagado.
Imágenes por resonancia magnética (IRM): usan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para tomar imágenes claras del interior del cuerpo. Este estudio se puede usar para conocer más sobre el tamaño y la propagación del cáncer. También se pueden usar tipos especiales de MRI para examinar los órganos y los vasos sanguíneos alrededor de los conductos biliares.
Colangiografía: Esta prueba mira los conductos biliares para ver si están bloqueados, estrechados o ensanchados. Se puede usar para ayudar a planificar la cirugía. Existen muchos tipos de colangiografías, y cada tipo tiene diferentes ventajas y desventajas.
Laparoscopia: en este tipo de cirugía se coloca un tubo delgado e iluminado en el abdomen a través de una pequeña incisión en la piel. Una pequeña cámara en el extremo del tubo permite que el médico examine la vesícula biliar y otras partes del cuerpo cercanas. Esta puede ayudar a planificar la cirugía u otros tratamientos. Puede hacerse una biopsia con instrumentos en el interior del tubo.
Biopsia: el médico toma una pequeña muestra de tejido o algunas células para saber si hay cáncer. Una biopsia es la única forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer. Las biopsias se pueden hacer en más de una forma. Pregunte a su médico qué tipo de biopsia le hará. ya que cada tipo tiene sus ventajas y sus desventajas.
Si usted tiene cáncer del conducto biliar, el médico querrá saber qué tanto se ha propagado. es decir, determinar la etapa (estadio) del cáncer. Puede que haya escuchado a otras personas referirse a la clasificación del cáncer que tienen como etapa 2 o etapa 3. El médico querrá saber la etapa de su cáncer para ayudar determinar el tipo de tratamiento más adecuado para usted.
El cáncer puede encontrarse en etapa 1, 2, 3 ó 4. Entre menor sea el número, menor ha sido la propagación del cáncer. Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer y lo que podría significar en su caso.
La mayoría de las personas con cáncer del conducto biliar descubre el cáncer en una etapa más avanzada que es difícil de tratar. En muchos casos, el tratamiento ayuda a mejorar los síntomas y desacelera el cáncer, pero puede que no cure la enfermedad. Hable con su médico para enterarse de sus opciones. Las formas principales de tratar el cáncer de conductos biliares son cirugía, radioterapia y quimioterapia. Pregúntele al médico qué tratamientos pueden ayudarle y cuál es el objetivo de los mismos.
El plan de tratamiento que sea mejor para usted dependerá de:
La cirugía se usa para tratar de extirpar todo el cáncer. Si el cáncer se ha propagado, puede que una cirugía no sea viable. Existe más de una manera de hacer una cirugía. Pregúntele a su médico a qué tipo de cirugía se va a someter, el objetivo de esta y lo que puede esperar.
La cirugía para el cáncer del conducto biliar es una operación muy extensa y puede tener riesgos y efectos secundarios. Asegúrese de preguntar a su médico lo que puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Incluso en el mejor de los casos, usted puede tener problemas debido a la cirugía. Algunos de estos son (información disponible en inglés):
La radioterapia usa rayos X de alta energía para eliminar las células cancerosas. La radiación (junto con la quimioterapia) también se puede usar cuando el cáncer está demasiado distante para ser extirpado mediante cirugía. También puede usarse antes de la cirugía con el objetivo de intentar achicar un tumor para que pueda extraerse. Puede usarse luego de la cirugía, también, para matar cualquier célula cancerosa que haya quedado. La radiación suele usarse para ayudar a mejorar los síntomas: para aliviar el dolor o las obstrucciones causadas por tumores grandes.
Si su médico sugiere la radioterapia, hable acerca de los efectos secundarios que podrían surgir. Los efectos secundarios más comunes de la radiación son:
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después que finaliza el tratamiento, pero algunos pueden durar más tiempo. Hable con su equipo de atención médica sobre lo que usted puede esperar.
La quimioterapia (guimio) es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a todo el cuerpo. La quimioterapia es aplicada en ciclos o series de tratamiento. Cada ronda de tratamiento es seguida de un descanso para permitir que el cuerpo se recupere de los efectos secundarios. Su médico puede elegir entre más de un medicamento de quimioterapia. La quimio puede usarse antes o después de una cirugía. También puede usarse para ayudar a achicar tumores y aliviar los problemas que estén causando.
Los efectos secundarios comunes son:
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si surgen efectos secundarios, asegúrese de notificar a su equipo de atención contra el cáncer para que puedan ayudarle.
Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Si le interesa saber más sobre qué estudios clínicos podrían ser adecuados para usted, comience por preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. Refiérase al contenido sobre estudios clínicos para obtener más información.
Los estudios clínicos son una forma de tener acceso al tratamiento más novedoso. Es la mejor forma que tienen los médicos de encontrar mejores maneras para tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que tiene, es usted quien decide si quiere participar en el estudio. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, podrá optar por dejar de hacerlo en el momento que así lo decida.
Cuando usted tiene cáncer podría enterarse de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden ser vitaminas, hierbas, dietas especiales y otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Con el cáncer del conducto biliar, los tratamientos probablemente no curen su cáncer. Puede que necesite continuar recibiendo tratamiento y cuidado. De vez en cuando se realizarán algunas pruebas para saber si el tratamiento es eficaz, y en otras ocasiones se harán exámenes para ver si el cáncer ha regresado. Pregunte a su médico qué debe esperar. De todas formas, los médicos querrán estar muy atentos a usted. Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico Durante estas visitas, sus médicos preguntarán si tiene síntomas, harán exámenes físicos y pueden requerir que se realicen análisis de sangre o estudios para obtener imágenes, como tomografías computarizadas.
Afrontar el cáncer y sobrellevar el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su equipo de atención médica para enterarse sobre las cosas que usted puede hacer para sentirse mejor.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que usted puede cambiar es cómo vive el resto de su vida.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Bilis: líquido producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar. Ayuda a descomponer las grasas de los alimentos en el intestino delgado.
Conductos biliares: tubos pequeños que transportan la bilis desde el hígado y la vesícula biliar al intestino delgado.
Bilirrubina: sustancia química que le da a la bilis su color amarillento.
Biopsia: extirpación de una pequeña muestra de tejido para saber si contiene células cancerosas.
Gastroenterólogo: médico que trata enfermedades del sistema digestivo o gastrointestinal. Referido también como médico GI.
Hígado: órgano que limpia la sangre y produce bilis para ayudar a digerir los alimentos.
Metástasis: células cancerosas que se han propagado desde el sitio donde se originaron a otras partes del cuerpo.
Obstrucción: bloqueo que impide el flujo de líquido como corresponde.
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Actualización más reciente: julio 3, 2018
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