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La inmunoterapia es el uso de medicamentos para reforzar el sistema inmunitario de la persona para que reconozca y destruya a las células cancerosas con más eficacia. Se pueden utilizar varios tipos de inmunoterapia para tratar el cáncer de riñón.
Una característica importante del sistema inmunitario es su capacidad de evitar que él mismo ataque a otras células normales en el cuerpo. Para hacer esto, utiliza “puestos de control” que son proteínas en las células inmunitarias que necesitan ser activadas (o desactivas) para iniciar una respuesta inmunitaria. En ocasiones, las células cancerosas del riñón usan estos puestos de control para evitar ser atacadas por el sistema inmunitario. Aun así, estos medicamentos tienen como blanco a las proteínas de puestos de control, ayudando a restaurar la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas.
El pembrolizumab (Keytruda) y el nivolumab (Opdivo) son medicamentos que atacan a la PD-1, una proteína en las células del sistema inmunitario llamadas células T que normalmente ayudan a evitar que estas células ataquen a otras células en el cuerpo. Al bloquear la PD-1, estos medicamentos refuerzan la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas de riñón. lo cual puede disminuir el tamaño de algunos tumores o reducir el crecimiento.
El nivolumab se administra como infusión intravenosa (IV), cada 2, 3 o 4 semanas. El pembrolizumab se administra de cada tres a cada seis semanas mediante infusión intravenosa.
Los efectos secundarios de los inhibidores de la PD-1 pueden incluir cansancio, tos, náusea, comezón, sarpullido en la piel, pérdida del apetito, estreñimiento, dolores en las articulaciones y diarrea. Consulte información más adelante sobre los posibles efectos secundarios graves de todos los inhibidores de puestos de control.
El avelumab (Bavencio) es un medicamento que tiene como blanco a la PD-L1, una proteína relacionada con la PD-1 que se encuentra en algunas células tumorales y células inmunitarias. Al bloquear la PD-L1 puede ayudar a estimular la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas. lo cual puede disminuir el tamaño de algunos tumores o reducir el crecimiento.
El avelumab puede usarse con el medicamento de terapia dirigida axitinib como el primer tratamiento para personas con cáncer de riñón en etapa avanzada. Se administra cada 2 semanas mediante una infusión intravenosa.
Algunos efectos secundarios más comunes de la combinación de avelumab con axitinib son: cansancio, diarrea, hipertensión arterial, erupciones en la piel o ampollas, tos, respiración entrecortada o dolor abdominal. Consulte información más adelante sobre los posibles efectos secundarios graves de todos los inhibidores de puestos de control.
El ipilimumab (Yervoy) es otro medicamento que aumenta la respuesta inmune, pero tiene un objetivo diferente. Su objetivo es bloquear la CTLA-4, otra proteína en las células T que normalmente ayuda a mantenerlas en control.
En el caso de pacientes con cáncer de riñón avanzado de riesgo intermedio o alto que no hayan recibido ningún tratamiento, el ipilimumab puede ser administrado con nivolumab (un inhibidor de PD-1 ) por 4 dosis, seguido de solamente nivolumab.
El ipilimumab se administra como infusión intravenosa (IV), generalmente una vez cada 3 semanas por 4 tratamientos.
Algunos de los efectos secundarios más comunes del ipilimumab son: cansancio, diarrea, erupciones en la piel y comezón (picor). Consulte información más adelante sobre los posibles efectos secundarios graves de todos los inhibidores de puestos de control.
Los efectos secundarios más graves ocurren con menos frecuencia, aunque puede que ocurran. Estos medicamentos retiran los frenos del sistema inmunitario del organismo. Algunas veces el sistema inmunitario comienza a atacar otras partes del cuerpo, lo que puede causar problemas graves en los pulmones, los intestinos, el hígado, las glándulas productoras de hormonas (como la tiroides), los riñones u otros órganos. En algunas personas estos efectos secundarios graves pueden poner en peligro la vida.
Resulta muy importante que notifique de inmediato al equipo de profesionales que atiende su salud cualquier efecto secundario nuevo que ocurra durante o después del tratamiento. Si se presentan graves efectos secundarios, puede que sea necesario que suspenda el tratamiento y que reciba altas dosis de corticoesteroides para suprimir su sistema inmunitario.
Las citocinas son pequeñas proteínas que refuerzan el sistema inmunitario en forma general. Las versiones artificiales de citocinas, como interleucina-2 (IL-2) y alfa-interferón, algunas veces se usan para tratar casos muy específicos de cáncer de riñón. Ambas citocinas pueden hacer que los cánceres de riñón se encojan en un pequeño porcentaje de pacientes.
En el pasado, IL-2 era comúnmente usado como terapia de primera línea para el cáncer de riñón en etapa avanzada, y es posible que siga siendo útil para algunas personas. Sin embargo, puede ocasionar graves efectos secundarios, de modo que muchos médicos sólo la usan en personas que están lo suficientemente sanas como para tolerar los efectos secundarios y para cánceres que no responden a medicamentos de terapia dirigida o a otros tipos de inmunoterapia.
Administrar altas dosis de IL-2 parece ofrecer la mejor probabilidad de reducir el cáncer, pero esto puede causar graves efectos secundarios. Por esta razón, no se usan en personas con un estado general de salud desfavorable. Se requiere de cuidados especiales para reconocer y tratar estos efectos secundarios. Debido a esto, la IL-2 en altas dosis solo se administra en el hospital de los centros que tienen experiencia con este tipo de tratamiento. La IL-2 se administra por vena (IV).
Los posibles efectos secundarios de la dosis elevada de IL-2 incluyen:
Estos efectos secundarios son a menudo graves y, pocas veces, pueden ser mortales. Sólo los médicos que tengan experiencia con el uso de estos medicamentos deben administrar este tratamiento.
El interferón causa menos efectos secundarios graves que la IL-2, pero no parece ser tan eficaz cuando se usa por sí solo. Se usa con más frecuencia en combinación con el medicamento de terapia dirigida bevacizumab (Avastin). El interferón se administra como inyección subcutánea (debajo de la piel) generalmente tres veces por semana.
Los efectos secundarios comunes del interferón incluyen síntomas parecidos a los de la gripe (fiebre, escalofríos, dolores musculares), cansancio y náuseas.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
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Actualización más reciente: noviembre 22, 2021
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