Si usted tiene cáncer de glándulas salivales

¿Qué es el cáncer de glándulas salivales?

El cáncer de glándulas salivales puede originarse en cualquiera de las glándulas salivales. Puede tener varios nombres, según el tipo de célula donde se origina el cáncer. Todos estos cánceres comienzan cuando las células en parte de una glándula salival crecen de forma descontrolada y desplazan a las células normales. Pídale a su médico que le anote exactamente el tipo de cáncer que usted tiene, porque puede ser confuso. 

Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. A veces, las células cancerosas de las glándulas salivales pueden desplazarse hasta el pulmón y crecer allí. Cuando las células cancerosas hacen esto, se le llama metástasis. Para los médicos, las células cancerosas en el sitio nuevo se ven iguales a las de la glándula salival donde comenzó el cáncer.

El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. Entonces, cuando el cáncer de glándulas salivales se propaga al pulmón (o a cualquier otro lado) sigue llamándose cáncer de glándulas salivales. Solamente se le puede llamar cáncer de pulmón al cáncer que se haya originado en el pulmón.

Pida a su médico que use esta imagen para mostrarle dónde está ubicado el cáncer.

Distintos tipos de cáncer de glándulas salivales

Existen muchos tipos de cáncer de glándulas salivales. Su médico podrá decirle más sobre el tipo que usted tiene. La mayoría de los cánceres de glándulas salivales comienzan en la glándula parótida.

Preguntas para hacer al médico

• ¿Qué es lo que le hizo concluir que tengo cáncer?
• ¿Hay alguna probabilidad de que no sea cáncer?
• ¿Me podría escribir el nombre del tipo de cáncer que usted cree tengo?
• ¿Qué sucederá después?

¿Cómo sabe el médico que tengo cáncer de glándulas salivales?

Estos tipos de cáncer podrían pasar desapercibidos hasta que comienzan a ocasionar problemas que obligan a la persona a consultar a un médico. En ocasiones se detectan cambios durante consultas de rutina con el médico o el dentista. Es posible que se le remita a consultar a un médico especializado en afecciones nasales, del oído y de la garganta (llamado médico ENT, un otorrinolaringólogo o un cirujano de cuello y cabeza).

El médico le hará preguntas sobre su salud, su historial de uso del cigarrillo y el alcohol, y sobre cualquier exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo; y también le hará un examen físico. Si usted tiene signos que indiquen cáncer de glándulas salivales, se le harán más pruebas. Las siguientes pruebas son algunas que pueden necesitarse:

Examen completo de la cabeza y el cuello: El médico le examinará la zona del rostro, la boca y el cuello, mirando y palpando el área para detectar cualquier anormalidad. Le palpará los ganglios linfáticos del cuello en busca de inflamación. Debido a que algunas partes de la boca y de la garganta no son fáciles de ver, el médico podría usar espejos, luces y/o endoscopios de fibra óptica para examinar estas áreas.

Biopsia: Para este análisis, el médico toma una pequeña porción de tejido donde parece estar el cáncer y lo analiza para ver si contiene células cancerosas. Esta es la mejor forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer.

Pruebas genéticas y de proteínas: Las células cancerosas del tejido de la biopsia también podrían analizarse en busca de ciertos genes o proteínas. Saber qué genes o proteínas tiene su cáncer puede ayudar al médico a decidir si un tratamiento como la inmunoterapia o la terapia dirigida con medicamentos podría ser beneficioso.

Tomografía por computadora (CT): algunas veces, a este estudio se le refiere como “CAT scan”. Es un tipo de radiografía especial que toma imágenes detalladas para mostrar exactamente dónde está creciendo el cáncer. Puede ayudar a mostrar si el cáncer se propagó a los ganglios linfáticos, otros órganos u otras partes de la cabeza y el cuello. También se puede usar una CT para ayudar a hacer una biopsia.

Imágenes por resonancia magnética: las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) usan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para tomar imágenes detalladas. Se pueden usar las MRI para conocer más sobre el tamaño del cáncer y saber si se ha propagado a estructuras cercanas u otras áreas del cuerpo.

Radiografías: Pueden hacerse radiografías para detectar tumores o huesos debilitados en la mandíbula o los dientes antes del tratamiento con radiación. También puede que le hagan radiografías de tórax para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones.

Tomografía por emisión de positrones: La tomografía por emisión de positrones (PET) usa un tipo especial de azúcar que se puede ver en el interior de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, esta sustancia mostrará como "puntos resaltados" los lugares en donde se encuentra el cáncer. Este estudio puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado.

Análisis de sangre: Los análisis de sangre no se usan para detectar el cáncer, pero pueden dar más información al médico sobre su salud general, como el funcionamiento de los riñones o el hígado.

Pruebas de nutrición y de habla: Puede que un nutricionista verifique su estado de nutrición antes, durante y después del tratamiento para intentar mantener su peso corporal y sus niveles de proteína lo más normales posible. Un terapeuta del habla podría examinar qué tan bien usted traga y habla. Después de terminar el tratamiento, podrían darle ejercicios para ayudar a fortalecer los músculos que sirven para comer y hablar con normalidad.

Examen de audición: El medicamento de quimio llamado cisplatino puede causar un zumbido en los oídos e, incluso, pérdida de la audición. Puede que le hagan un examen de audición (un audiograma) antes de comenzar el tratamiento y quizás modifiquen la quimioterapia si usted no tiene buena audición.

Examen dental: Es probable que su dentista le haga exámenes y radiografías dentales, y saque cualquier diente que esté en mal estado antes del tratamiento con radiación, ya que la radiación puede dañar las glándulas salivales y causar resequedad bucal. Los dientes en mal estado y la boca seca pueden aumentar las probabilidades de tener caries e infecciones.

Preguntas para hacer al médico

• ¿Qué pruebas necesitaré hacerme?
• ¿Quién realizará estas pruebas?
• ¿Dónde se realizarán
• ¿Quién puede explicarme las pruebas?
• ¿Cómo y cuándo recibiré los resultados?
• ¿Quién me explicará los resultados?
• ¿Qué es lo siguiente que necesito hacer?

¿Cuán grave es mi cáncer?

Si usted tiene cáncer de glándulas salivales, el médico querrá saber qué tanto se ha propagado. es decir, determinar la etapa (estadio) del cáncer. Es posible que usted haya escuchado a otras personas decir que tenían cáncer en etapa 1 o etapa 2.

La etapa describe el avance del cáncer desde el lugar donde se originó. También indica si el cáncer se ha propagado a otras partes de su cuerpo que se encuentren ya sea cerca o más distantes. Conocer la etapa ayudará a su médico a decidir qué tipo de tratamiento es el más adecuado para usted.

El cáncer puede encontrarse en etapa 0, 1, 2, 3 o 4. Cuanto menor sea el número, menos se habrá propagado el cáncer. Un número más alto, como etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado del sitio donde se originó. Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer y lo que podría significar en su caso.

Las células cancerosas en la muestra de la biopsia también se clasificarán. Esto ayuda a los médicos a predecir qué tan rápido es probable que el cáncer crezca y se propague. Las células cancerosas son clasificadas en base a qué tan parecidas son a las células normales. Para asignar el grado se usan los números 1, 2 y 3. Las células que se ven muy diferentes a una célula normal son clasificadas con un grado mayor (3), y tienden a crecer más rápido. Pida al médico que le explique el grado de su cáncer. El grado ayuda al médico a decidir qué tratamiento es el mejor para usted.

Preguntas para hacer al médico

• ¿Sabe usted la etapa y el grado del cáncer?
• Si no, ¿cómo y cuándo podrá determinar la etapa y el grado del cáncer?
• ¿Podría explicarme lo que significa la etapa y el grado en mi caso?
• De acuerdo con la etapa y el grado del cáncer, ¿cuánto tiempo piensa que viviré?
• ¿Qué sucederá después?

¿Qué tipo de tratamiento necesitaré?

Fumar durante el tratamiento contra el cáncer está asociado a más efectos secundarios, peores resultados y un tratamiento con un beneficio reducido. Es mejor dejar de fumar por completo antes de comenzar el tratamiento. Fumar aumenta el riesgo de que el cáncer regrese después del tratamiento y el riesgo de padecer un nuevo cáncer.  Dejar de fumar  para siempre es la manera más eficaz de mejorar su  probabilidad de supervivencia.

Existen muchas maneras de tratar el cáncer de glándulas salivales:

• La cirugía y la radioterapia se usan para tratar el tumor solamente y no afectan el resto del cuerpo.
• Los medicamentos de quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia atraviesan todo el cuerpo. y pueden llegar a las células cancerosas en casi cualquier parte donde se encuentren.

Es posible que reciba más de un tipo de tratamiento.  Por ejemplo, se puede administrar quimioterapia o terapia dirigida con medicamentos al mismo tiempo que la radiación.

El plan de tratamiento que sea mejor para usted dependerá de:

• Dónde comenzó a crecer el cáncer
• El tipo específico de cáncer de glándulas salivales
• La etapa y el grado del cáncer
• La posibilidad de que un tipo de tratamiento cure el cáncer o ayude de alguna otra manera
• La forma en que el tratamiento afectará sus facultades de habla, respiración y alimentación
• Edad
• Otros problemas de salud que tenga
• Su opinión acerca del tratamiento y los efectos secundarios que podría traer aparejado

Cirugía para el cáncer salival

Algunos de estos cánceres podrían estar ubicados en lugares donde es difícil operar. Aún así, la cirugía es la forma más común de extirpar todo el cáncer y un margen de tejido sano a su alrededor. También puede realizarse una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos del cuello que podrían contener células cancerosas.

Efectos secundarios de la cirugía

En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a personas con cáncer de glándulas salivales deben poder ayudarle con cualquier problema que surja.

Tratamientos con radiación

La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. La radiación se dirige hacia el cáncer desde una máquina externa al cuerpo. Esto también se llama radiación de rayos externos.

Podría usarse radiación para tratar los cánceres de glándulas salivales:

• Como tratamiento principal para tumores que no pueden extirparse debido a su gran tamaño o su ubicación
• Para destruir cualquier célula cancerosa que pueda quedar luego de la cirugía
• Para aliviar problemas causados por el cáncer, como dolor, hemorragias y dificultades para tragar

Efectos secundarios de los tratamientos de radiación

Si su médico sugiere un tratamiento con radioterapia, pregúntele cuáles efectos secundarios podrían presentarse. Los efectos secundarios dependen del tipo de radioterapia que se utilice y la zona del cuerpo afectada. Los efectos secundarios más comunes de la radiación son:

• Cambios en la piel donde se administró la radiación
• Mucho cansancio (fatiga)
• Ronquera
• Cambios en el gusto
• Dolores de boca y garganta
• Resequedad bucal
• Problemas para tragar o comer
• Daño óseo
• Daño a la glándula tiroides
• Daños en los nervios

Puede que su médico le indique que debe ver a un dentista antes de comenzar la radiación. Esto se hace para solucionar cualquier problema con los dientes o las encías que podría empeorar con radiación. 

La mayoría de los efectos secundarios mejora una vez finalizado el tratamiento y muchos pueden tratarse o incluso prevenirse. pero algunos pueden durar más tiempo. Pregunte a su equipo de atención oncológica qué debe esperar.

Quimioterapia

Quimio, la forma abreviada de quimioterapia, es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. consiste del uso de medicamentos para combatir el cáncer se pueden inyectar en una vena o se toman como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a casi todo el cuerpo. La quimioterapia es aplicada en ciclos o sesiones de tratamiento. Cada ciclo de tratamiento es seguido por un periodo de descanso. La mayoría de las veces, la quimioterapia incluye dos o más medicamentos y, por lo general, el tratamiento dura muchos meses.

La quimio no suele ser un tratamiento viable contra el cáncer de glándulas salivales, pero algunas veces se administra junto con la radiación. Puede ayudar a que la radiación funcione mejor. Otras veces, podría usarse si la cirugía o la radiación no funcionaron. 

Efectos secundarios de la quimioterapia

La quimioterapia puede causar sensación de cansancio, malestar estomacal o caída del cabello. Pero la mayoría de estos problemas desaparece después de que finaliza el tratamiento. Otros efectos secundarios, como problemas de audición o daño en los nervios, pueden durar mucho tiempo.

Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted presenta efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica contra el cáncer para que puedan ayudarle.

Medicamentos de terapia dirigida

Podrían usarse medicamentos de terapia dirigida para tratar el cáncer de glándulas salivales. Estos medicamentos afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Puede que sean eficaces incluso cuando no sea así con otros tratamientos, Estos medicamentos causan efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia.

Efectos secundarios de los medicamentos de terapia dirigida

Los efectos secundarios de la terapia dirigida dependen del medicamento que se usa. Existen formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la terapia dirigida y suelen desaparecer después de que termina el tratamiento.

Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.

Inmunoterapia

La inmunoterapia es un tratamiento que estimula su sistema inmunitario o usa versiones artificiales de partes del sistema inmunitario que atacan a las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia pueden administrase por vía intravenosa (inyectados).

Efectos secundarios de la inmunoterapia

La inmunoterapia puede causar muchos efectos secundarios diferentes dependiendo del medicamento que se usa. Estos medicamentos pueden ocasionar cansancio, tos, malestar estomacal, erupciones en la piel, pérdida de apetito, estreñimiento y diarrea. La mayoría de estos problemas desaparece después que finaliza el tratamiento.

Podrían surgir efectos secundarios más graves si el sistema inmunitario comienza a atacar partes normales del cuerpo, lo cual puede causar problemas en varios órganos. Quizás sea necesario detener la inmunoterapia y tomar esteroides para tratar este efecto secundario.

Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la inmunoterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.

Estudios clínicos

Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.

Si desea conocer más sobre los estudios clínicos, comience por preguntarle a su médico si su clínica u hospital conduce estudios clínicos. Refiérase al contenido sobre estudios clínicos para obtener más información.

Los estudios clínicos ayudan a los médicos a encontrar mejores formas de tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que tiene, es usted quien decide si quiere participar en el estudio. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, podrá optar por dejar de hacerlo en el momento que así lo decida.

¿Cuál es la opinión respecto a otros tratamientos de los que he oído hablar?

Cuando usted tiene cáncer podría enterarse de otros métodos para tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden ser vitaminas, hierbas, dietas especiales y otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.

Se sabe que algunos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.

Preguntas para hacer al médico

• ¿Qué tratamiento usted considera que sea el mejor para mí?
• ¿Cuál es la meta de este tratamiento? ¿Cree que podría curar el cáncer?
• ¿El tratamiento incluirá cirugía? De ser así, ¿quién hará la cirugía?
• ¿Cómo será la experiencia de someterse a cirugía?
• ¿Cómo me veré tras la cirugía?
• ¿Podré hablar con normalidad después de la cirugía?
• ¿Necesitaré también recibir otros tipos de tratamiento?
• ¿Cuál es el objetivo de estos tratamientos?
• ¿Cuáles efectos secundarios podría experimentar debido a estos tratamientos?
• ¿Qué puedo hacer si empiezo a tener efectos secundarios?
• ¿Hay algún estudio clínico que pueda ser adecuado para mí?
• ¿Qué opinión tiene sobre las vitaminas o dietas especiales que me han mencionado mis amistades? ¿Cómo sabré si son seguras?
• ¿Cuán pronto necesito comenzar el tratamiento?
• ¿Qué debo hacer a fin de prepararme para el tratamiento?
• ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar a que el tratamiento sea más eficaz?
• ¿Cuál es el siguiente paso?

¿Qué pasará después del tratamiento?

Usted sentirá satisfacción cuando termine el tratamiento. Después de terminar su tratamiento, necesitará ir a consulta médica durante varios años. Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico para que le realicen exámenes, análisis de sangre y quizás otras pruebas que puedan indicar si el cáncer ha regresado.

Es posible que necesite realizar visitas de seguimiento a su médico después del tratamiento cada tantos meses durante el primer año, cada 3 a 6 meses durante el segundo año y con un poco menos de frecuencia después de eso. Durante estas visitas, su médico le preguntará sobre cualquier síntoma que esté teniendo, si está usando productos como cigarrillos o tabaco de mascar, y le hará un examen físico. Se pueden realizar exámenes de endoscopio, análisis de laboratorio o pruebas de diagnóstico por imágenes (como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas) para buscar signos de cáncer o efectos secundarios del tratamiento. Su médico le indicará las pruebas que deben hacerse y con qué frecuencia debe hacerlas en base a la etapa de su cáncer y al tipo de tratamiento que recibió.

Afrontar el cáncer y sobrellevar el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Probablemente considere cómo mejorar su salud. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su médico para descubrir qué puede hacer para sentirse mejor u obtener ayuda para dejar de fumar.

Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones sanas y sentirse tan bien como sea posible.