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¿Quién debe hacerse pruebas de detección para el cáncer de pulmón?

Escrito por Stacy Simon. Traducción por ContextGlobal, Inc. y editado por Rafael Delfín.
man talks to his doctor in office


Una dura verdad acerca del cáncer de pulmón es que por lo general no causa síntomas sino hasta que el cáncer se ha propagado, resultando difícil de tratar. Es por eso que la idea de hacer pruebas de detección, es decir, examinar en busca de cáncer de pulmón en personas que no tienen ningún síntoma, es recomendable. Estas pruebas tienen la posibilidad de encontrar el cáncer temprano, cuando probablemente sea más fácil de tratar.

Sin embargo, las pruebas de detección conllevan riesgos que pueden superar los beneficios para la mayoría de las personas. Las personas que tienen más probabilidades de beneficiarse de las pruebas de detección son quienes tienen un mayor riesgo de cáncer de pulmón, como las personas con un largo historial de tabaquismo.

Cómo funcionan las pruebas de detección pulmonar

Se ha estudiado una prueba conocida como tomografía computarizada (CAT o CT, en inglés) de dosis baja (LDCT, en inglés) en personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Las LDCT pueden ayudar a encontrar áreas anormales en los pulmones que pueden ser cáncer. Las investigaciones han mostrado que usar LDCT para examinar a personas que presentan un mayor riesgo de cáncer de pulmón salvó más vidas en comparación con las radiografías de tórax. Para las personas que tienen un mayor riesgo, hacerse LDCT anualmente antes del inicio de los síntomas ayuda a reducir el riesgo de morir de cáncer de pulmón.

A fin de sopesar los riesgos y beneficios antes de publicar las guías actuales, los expertos en la Sociedad Americana Contra El Cáncer revisaron varios estudios que analizaron la detección mediante CT de dosis baja. El estudio más significativo fue el Estudio Nacional sobre Pruebas de Detección de Cáncer de Pulmón (NLST, en inglés). Este estudio incluyó a más de 50,000 personas de 55 a 74 años quienes eran fumadores activos o exfumadores con un historial de tabaquismo que tengan una relación de consumo de al menos 30 cajetillas-año (es decir, fumar una cajetilla por día durante 30 años, o cualquiera de sus equivalencias, como 2 cajetillas por día durante 15 años) y quienes habían dejado de fumar en los 15 años previos al estudio. El estudio encontró que las personas que se hicieron una LDCT, tuvieron un 20% menos de probabilidades de morir de cáncer de pulmón que quienes se hicieron radiografías de tórax. Sin embargo, algunos otros estudios no han encontrado un beneficio de las pruebas de detección.

Las pruebas de detección en el NLST se llevaron a cabo en grandes hospitales académicos con acceso a especialistas médicos y atención médica de seguimiento integral. La mayoría fueron centros oncológicos del Instituto Nacional del Cáncer.

Ninguno de los estudios incluyó a personas que nunca fumaron. Si bien los no fumadores pueden desarrollar cáncer de pulmón, no hay evidencia suficiente para saber si hacerles pruebas de detección sería útil o perjudicial.  Del mismo modo, se desconoce si las pruebas de detección ayudarían a las personas que no fumaron tanto como las personas del estudio, o a las de diferentes edades.   Es por eso que las guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer no recomiendan pruebas de detección para estos grupos.

Los pacientes en alto riesgo deben considerar hacerse pruebas de detección

Existen riesgos relacionados con la tomografía computarizada de dosis baja (CT), y la posibilidad de que se incurra en más daño que beneficio para las personas que tienen menos probabilidades de tener cáncer de pulmón. Debido a esto, la Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que aquellas personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón hablen con su médico quien podrá ayudar a tomar una decisión informada sobre si debieran o no hacerse una prueba de detección.  Si las personas deciden hacerse pruebas de detección, deberán continuar haciendo dichas pruebas todos los años hasta los 74 años, siempre que aún estén saludables.

Una desventaja de esta prueba es que también detecta muchas anomalías que tienen que examinarse con más pruebas, pero que resultan no ser cáncer (alrededor de 1 de cada 4 personas en el NLST tuvo un hallazgo de ese tipo). Esto puede conllevar a más pruebas tal como otras tomografías computarizadas (CT) o a pruebas más invasivas tal como biopsias con aguja o incluso cirugía para extirpar una parte del pulmón en algunas personas.  Estas pruebas a veces pueden resultar en complicaciones (como un pulmón colapsado) o rara vez, la muerte, incluso en personas que no tienen cáncer (o que tienen cáncer en etapa muy temprana).

La LDCT también expone a las personas a una pequeña cantidad de radiación con cada prueba. Es menor que la dosis de una CT estándar, pero mayor a la dosis de una radiografía de tórax. Algunas personas que se hacen pruebas de detección pueden terminar necesitando más CT, lo que significa más exposición a radiación. Cuando se hace en decenas de miles de personas, esta radiación puede hacer que algunas pocas personas desarrollen cánceres de seno, de pulmón o de tiroides posteriormente.

Guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda hacerse pruebas de detección de cáncer de pulmón anualmente con LDCT para las personas de 55 a 74 años de edad, que gozan de buena salud y que también reúnen los siguientes requisitos:

  •  Son fumadores actuales o fumadores que han abandonado el hábito en los últimos 15 años.
    y
  • Tienen un historial de tabaquismo de al menos 30 cajetillas-año (el número de años que fumó multiplicado por el número de cajetillas de cigarrillos por día. Por ejemplo, alguien que fumó 2 cajetillas por día durante 15 años [2 x 15 = 30] tiene un historial de tabaquismo 30 cajetillas-año. Una persona que fumó 1 cajetilla por día durante 30 años [1 x 30 = 30] también tiene un historial de tabaquismo de 30 cajetillas-año).
    y
  • Están recibiendo algún tipo de apoyo para dejar de fumar si son fumadores actuales.
    y
  • Su médico les ha informado acerca de los posibles beneficios, límites y perjuicios de la detección mediante LDCT.
    y
  • Cuentan con un centro donde pueden acudir, el cual tiene experiencia en la detección y el tratamiento del cáncer de pulmón.

Medicare cubre las pruebas de detección

Los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) decidieron que se reembolsarán las CT una vez al año para los pacientes de Medicare que sean elegibles para hacerse pruebas de detección de cáncer de pulmón.  Las personas deben tener de 55 a 77 años de edad, tener un historial de tabaquismo de al menos 30 cajetillas-año, y fumar actualmente o haber abandonado el hábito dentro de los últimos 15 años.

Debido a que el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los EE. UU. (USPSTF, en inglés) recomienda las pruebas de detección de pulmón, las aseguradoras privadas también han comenzado a cubrir dichas pruebas.  No obstante, los criterios de elegibilidad para las pruebas de detección son un poco diferentes. Por ejemplo, las guías de USPSTF requieren pruebas de detección hasta los 80 años de edad.

Dejar de fumar sigue siendo lo mejor

Hacerse pruebas de detección no reemplaza el dejar de fumar. La manera más eficaz de reducir el riesgo de cáncer de pulmón es mantenerse alejado del tabaco.

Los signos y los síntomas del cáncer de pulmón

Aunque no es común, el cáncer de pulmón a veces causa síntomas en las etapas tempranas. Es muy probable que la mayoría de los síntomas sean causados por algo que no es cáncer de pulmón. Sin embargo, es importante ir al médico para que se pueda encontrar y tratar la causa. Y si resulta ser cáncer de pulmón, éste podría ser diagnosticado en una etapa más temprana, cuando es más probable que el tratamiento sea eficaz.

Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón son:

  • Tos que no desaparece o que empeora
  • Dolor en el pecho que a menudo empeora con la respiración profunda, la tos o la risa
  • Ronquera
  • Pérdida de peso y pérdida de apetito sin explicación
  • Toser con sangre o esputo (saliva o flema) con tono marrón semejante al óxido
  • Dificultad para respirar
  • Sentirse cansado o débil
  • Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que son recurrentes
  • Nuevo inicio de respiración sibilante

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.